Álvaro Alcázar: «En inestabilidad económica, comprar arte es prescindible para muchas personas»

—¿Cuándo inauguraron la galería y cuál es su experiencia previa?

—Empecé trabajando como asistente en las distintas galerías de mi madre, Carmen Gamarra, quien fundó Alençon a principios de la década de 1980 en conjunto con Isabel Garrigues, que años después pasó a llamarse Gamarra y Garrigues. Luego, ella abrió la galería Metta en 1997, en la que fue directora hasta su muerte, en 2002. Tras esto, yo asumí la dirección durante unos años. Cuando Metta ya había terminado su funcionamiento, decidí iniciar el proyecto de establecer una firma propia que llevara mi nombre, la que fue inaugurada en septiembre de 2006.

—¿Qué caracteriza a la galería actual?

—La galería Álvaro Alcázar ha centrado su trabajo en la difusión de arte contemporáneo y su objetivo es ser espacio expositivo y plataforma de promoción de artistas. En ésta, el apoyo artístico engloba todo tipo de artes, como grabados, esculturas, fotografías, mobiliario, e incluso, diversos objetos creados por artistas.

—¿Cómo trabaja la firma y cómo proyecta su estrategia de mercado?

—La base de nuestro trabajo se sustenta en el apoyo y el desarrollo de las carreras artísticas de los artistas que representamos a través de la organización de distintos eventos, exposiciones y ferias, así como la difusión y promoción de sus proyectos artísticos. La galería Álvaro Alcázar colabora con museos, instituciones culturales y otras galerías, al tiempo que participa en ferias nacionales e internacionales de arte contemporáneo.

—Sobre los artistas que representan, ¿cuál es su criterio de selección y con cuántos trabajan actualmente?

—El programa de la galería se basa en la representación de artistas españoles y extranjeros consagrados, así como la apuesta firme por los creadores emergentes. Siempre se aplica la calidad de las obras como criterio de selección y actualmente representamos a 22 autores en total.

—¿Cuántas exposiciones realizan de promedio al año y cuáles son los próximos artistas en presentar sus obras?

—Tenemos una media de ocho exposiciones temporales en este espacio propio, las cuales se extienden aproximadamente entre un mes y medio a dos meses. La última que se realizó en el año 2022 fue la de Kepa Garraza, en las que se mostraron sus dos proyectos nuevos; durante enero y febrero tenemos obras del artista británico David Nash. En los dos meses siguientes le tomará el relevo una exhibición de Ariel Cabrera, de origen cubano; y en mayo y junio será el turno del español José Cháfer.

—¿En qué ferias participaron el año pasado? ¿En qué eventos de2023 ya tienen confirmada su participación?

—Las ferias en las que participamos durante 2022 fueron ARCOmadrid, BAD Bordeaux, Arte Santander, KIAF SEOUL, Art on Paper Bruselas y Estampa. Las próximas en las que recalemos serán ARCOmadrid, BAD Bordeaux, Arte Santander, Estampa y Art Miami.

—¿Cuáles son los preparativos para su llegada a ARCOmadrid en unas semanas?

—Hemos estado presentes en todas las ediciones de ARCOmadrid desde sus inicios. El estand de este año se centrará en una obra principal, el cuadro ‘Le meilleur cheval du monde’, de Eduardo Arroyo, que se exhibirá sola en una pared de 7 metros, la cual tendrá el mayor protagonismo y en la que se enfatizarán los colores marrón y blanco, que están presentes en el caballo. El hilo conductor será un doble homenaje a dos fallecimientos recientes: el primero, el de la Reina Isabel II en 2022, y el segundo, el de Arroyo, quien murió en 2018. Alrededor de la obra principal, se exhibirán trabajos de Andreu Alfaro, Kepa Garraza, Jose Luis Serzo, Nacho Criado, Peter Krauskopf, Rafael Canogar, Jose Cháfer, David Nash, Antonio Murado, Juan Garaizabal, Guillem Nadal, Rebeca Plana, Luis Canelo, Simon Edmondson, Mari Puri Herrero, Ariel Cabrera y Cristina Babiloni, esta última, en un Solo Project.

—¿Cuál es su visión del mercado del arte en España en la actualidad y cuáles son las principales dificultades que atraviesan hoy las galerías?

—El mercado del arte en España es pequeño, no está protegido y nunca ha sido muy boyante en comparación al de otros países. Hoy el covid no es una preocupación y sí lo es el tema de la situación económica mundial y regional. En tiempos de crisis económica, la compra de arte es prescindible para muchas personas y el mercado se paraliza porque hay incertidumbre sobre lo que sucederá, como ha estado pasando hasta ahora con la guerra en Ucrania.