José Antonio Vallejo: «Me siento muy cercano a la manera de mirar el mundo de un niño»

Qué le interesa. Mi infancia fue un periodo que recuerdo con bastante cariño y de ella extraigo la mayor parte de mis intereses. Es cierto que como niño homosexual no fue sencillo, y el acoso que sufrí generó en mí un mundo interior sorprendente. Mi relación con los muñecos, juegos de construcción o libros ayudó a canalizarlo y estructurarlo. Las tiendas de juguetes y los dibujos animados son mi medio natural. Gracias a ello superé muchas barreras. Aún hoy me sorprendo de la capacidad que tuve para no dejarme vencer utilizando sobre todo el sentido del humor. Creo que cierta agudeza en el lenguaje fue el escudo perfecto, los dobles sentidos y los juegos de palabras son profundamente evocadores también artísticamente.

La mayor parte de mi creación artística se gestó durante la elaboración de mi proyecto fin de master bajo el título «Mi juguete favorito». En él profundicé sobre el concepto y las relaciones entre el arte y el juego, además de plantear algunos de los personajes que desarrollo a lo largo de mi carrera artística. Aquellos sobre los que actualmente estoy trabjando son «Marioneta», «Oso de Peluche» y «Muñeco hinchable». De lo que se encarga básicamente el grueso de mi creación artística es de interpretar mis propias experiencias personales y filtrarlas a través del mundo del juego y el juguete.

Mi discurso transforma la cotidianidad en un relato fragmentado y atomizado sujeto a muchas sorpresas y variables evolutivas y no tanto a la linealidad. Esto hace que la narración adquiera un tono semejante a la de un mito donde el usuario obtiene sus propias conclusiones. Al igual que las leyendas, los diferentes muñecos que actúan en las piezas muy frecuentemente se convierten en los actores invitados de la propia historia personal del usuario, que toma un papel activo en su relación con ellas. Además, partiendo siempre del dibujo y de mi proceso creativo, he experimentado en otras disciplinas artísticas como la escultura (basada en la impresión 3D), la instalación y la «performance».

De dónde viene. Mi primera exposición individual llegó muy pronto, en 2009, junto a la galería Espacio 8, que en aquella época fue un laboratorio increíble. Tras ganar el Premio Joven Complutense en 2010, pude volver allí en 2011 comisariando dos propuestas junto a compañeros de la facultad de Bellas Artes. Gracias a ello, la galería Capa decidió contar conmigo en la feria Estampa de ese mismo año. Al siguiente, galería Capa montó mi individual «In love we trust», y también comenzaron mis colaboraciones junto a Factoría de Arte y Desarrollo, que organizaron la exposición «Telefonando». Desde entonces he ido intercalando proyectos editoriales con «solo projects». Entre ellos, mi última individual, «Dendrología» con Brita Prinz en 2015 y ferias como Cuarto Público o Room Art Fair este mismo año gracias a la plataforma de difusión cultural Veo Arte en todas pArtes .

Supo que se dedicaría al arte desde el mismo momento en que… Mi padre empezó Bellas Artes pero terminó abandonando sus estudios debido a su fuerte carácter. Esta misma personalidad «outsider» en casa y la capacidad motivadora de mi madre fue un caldo de cultivo ideal. Siempre tuvimos materiales de dibujo por todos lados, papeles, lapiceros… Lo que realmente siempre he sabido en mi vida es que me dedicaría al arte. En el colegio lo potenciaban porque era el encargado de hacer las gráficas y los carteles del carnaval y todas las fiestas.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? Ciertamente, pocas cosas raras he hecho para todo lo que me suele suceder. Una vez estuve montando piezas por encargo de una galería en la casa de una coleccionista, pero poco más podría destacar, ya que siempre estuve orientado a la educación, también de forma vocacional. He colaborado desde la adolescencia con grupos juveniles de mi entorno. Vivir en un barrio de la periferia madrileña es complicado en algunas cuestiones y formar parte de algo así me centró muchísimo. Eso hizo que enseguida trabajase con niños porque me siento muy cercano a su manera de mirar el mundo. Pintar caras, cuidar patios, hacer de monitor en ludoteca, de tutor en campamentos… Todo el tiempo que he pasado trabajando con niños ha sido trascendental para mi obra.

Su yo virtual. Soy un poco adicto a las redes sociales y les dedico una buena parte del día. Desde siempre supe del valor de ellas, y hace años que publico en mi blog de forma periódica sobre las actividades que vengo realizando. En Instagram disfruto mostrando mi proceso creativo desde los inicios de la idea y con twitter desarrollo una especie de personaje bastante ácido en ocasiones. Todo ello lo estoy centrando ahora al dar los últimos toques a www.joseantoniovallejo.com , que se puede consultar en su fase de construcción.

No tengo unos blogs específicos para consultar lo que se está cociendo en el mundillo del arte. Mi «timeline» de Facebook hoy es un compendio de artistas y gestores que me mantienen informado, aunque a veces desde http://www.booooooom.com puedo tener algunas dosis creativas muy frescas.

Dónde está cuando no hace arte. Desde hace unos años, desarrollo actividades de dibujo y pintura en centros culturales del Ayuntamiento de Madrid. Me motivan mucho porque la libertad docente es total, con lo cual me centro sobre todo en el fomento de la creatividad, la imaginación y mostrarles el arte sin prejuicios. Ello crea un «feedback» entre los alumnos y mi propia obra que se ve enriquecida con elementos muy directos. Con la editorial Ofegabous edité mi primer libro infantil, y siempre se nos están ocurriendo colaboraciones locas porque tienen mucho gusto y un gran olfato para propuestas diferentes.

Le gustará si conoce a... Una vez, un tutor en la carrera me dijo que le encantaban todos los referentes que mencionaba porque ninguno se percibía en las piezas finales que elaboro. Creo que ese es un poco el truco: hay que saber extraer lo que nos motive sin pretender reproducir la forma, algo que en muchas ocasiones en el arte contemporáneo sucede debido a una muy mala práctica de la investigación artística.

He sido afortunado porque hice un taller con Juliao Sarmento y es uno de esos referentes, aunque me inspira el arte «outsider» por su falta de ataduras: Henry Darger, Mark Hogancamp , Vivian Mayer… Todos con poco o escaso reconocimiento. Otras figuras también las tengo muy presentes: Kiki Smith, Louise Bourgeois, Kara Walker, Mike Kelley, Juan Muñoz, John Tenniel…

Sobre colegas que admiro, me centro sobre todo en amantes de la obra sobre papel como Guillermo Martín Bermejo , Manuel Antonio Domínguez , Jorge Gil, Cristina Mejías, Rocío Rivas…

¿Qué se trae ahora mismo entre manos? Hace poco fui invitado por la profesora de la Universidad Complutense de Madrid Carmen Hidalgo de Cisneros a participar en el proyecto internacional titulado «El pliego / Le pli / The fold», que promueve el intercambio cultural a través de la obra gráfica. Lo organizan Anne Heyvaert y Ana Soler, miembros del grupo dx5, de la Universidad de Vigo. Aparte, desde el día 24 de junio se puede visitar en Conde de Xiquena, 12 una colectiva titulada «Zeus y el pudor» a la que le he puesto mucho cariño.

¿Cuál es su obra favorita hasta el momento? Destacaría lo más reciente que presenté hace poco en el último Art and Breakfast aunque estas preguntas son muy «¿quieres más a mamá o a papá?», ya que considero mis piezas como mis niños.

En el díptico «My own wonderland» se produce por vez primera el encuentro de los tres personajes que están desarrollados desde mi proyecto «Mi juguete favorito» y, además, ya no están explicando exactamente una situación mía particular, sino que comienzan a contar su propia historia, Es el comienzo de un cuento que espero tenga muchas páginas.

¿Por qué tenemos que confiar en él? No creo que yo pueda aconsejar sobre por qué se debe confiar en mí; solamente hago lo que necesito hacer, las piezas surgen de un proceso tan necesario como el respirar. Supongo que ese es el valor que de mí se puede extraer: mi creación está siempre sujeta a una necesidad de comunicación extremadamente sincera.