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DARÁN QUE HABLAR

Pablo Fernández-Pujol: «Lo multidisciplinar permite ampliar los canales de comunicación»

Tras veinte años de trabajo silencioso, la labor de Pablo Fernández-Pujol empieza a ver sus recompensas. Y aquello que empezó en una mesa de arquitecto, ahora se consolida como mezcla de disciplinas. Este gaditano «Dará que hablar»

«Quien ríe el último...» (2014). Acuarela y pan de oro P. F. P.

JAVIER DÍAZ-GUARDIOLA

Nombre completo: Pablo Fernández-Pujol. Lugar y fecha de nacimiento: Cádiz, 1977. Residencia actual: Marbella (Málaga). Estudios: Licenciado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla. Ocupación actual: Artista.

Qué le interesa. Todo aquello relacionado con los procesos de transformación, la metamorfosis, el cambio de un estado a otro de cualquier organismo, elemento o entidad… El proyecto actual en el que estoy trabajando se centra en la muerte como destino colectivo compartido, considerado por muchas culturas un tema oscuro. En mi análisis, busco activar mecanismos visuales y conceptuales que sirvan de puente para acercarse a la idea desde otras perspectivas. Mi forma de trabajar, casi siempre contiene un componente alto de humor, que sirve para cuestionar absolutamente el significado preestablecido de cualquier asunto. Me interesa conectar con el público, dejando caer entre líneas el mensaje y utilizando para ello el doble sentido. Creo que no hay que darlo todo cocinado.

De dónde viene. Llevo casi dos décadas en la profesión artística. Empecé a exponer con 20 y voy para los 40. Ha dado para mucho, pero ahora es cuando creo que empieza a madurar mi trabajo; el proceso es lento. Soy algo nómada, he vivido y desarrollado mis proyectos en varios sitios: Cádiz, Sevilla, Tarifa, Mallorca, Berlín... Actualmente lo desarrollo en Marbella.

Últimamente me enrollo bien en la cocina: ando a la búsqueda del «arroz perfecto»

Mi obra se ha expuesto a través de proyectos colectivos en diferentes lugares como «Obras en la colección del CAC», del CACMálaga; «Premio de artes plásticas ciudad de Palma», en el Casal Solleric de Palma de Mallorca; «Se mueve!», en Matadero-Madrid . «Región 0 (videoarte latino)», MARCO de Vigo y la Universidad Rey Juan Carlos I, en Nueva York. «MashroomFilmfest», organizado en el Instituto Cervantes de Roma. «Cinemad 2011», en el Museo Reina Sofía; y «Animated Cologne», en México D.F.

También expuse en la galería JM de Málaga «De carne y hierro». un proyecto que compartía con un amigo artista. Y, anteriormente, «La parte salvaje», presentado en Addaya , Centro de Arte Contemporáneo, en Mallorca, y en la Sala Rivadavia de la Diputación de Cádiz.

De forma individual, destacaría la última expo realizada en ECCO , el espacio de creación contemporánea de Cádiz, titulada «Limbo», un proyecto que actualmente sigo desarrollando.

Supo que se dedicaría al arte desde el mismo momento en que… Pertenezco a una familia con varias generaciones de arquitectos. Allá por los años 80, se dibujaban los planos en grandes tableros, con escuadra y cartabón y con muy buena mano; entonces no había Autocad, ni ordenadores. Era un estudio familiar. Recuerdo los altos taburetes de madera que llevaban a las grandes mesas de dibujo. Imagino que a partir de ahí empezó todo. El contacto temprano con el material que circulaba por un estudio de arquitectura de entonces fue determinante.

Será síntoma de madurez, que, según se avanza, a un artista le importa más cómo se siente con su trabajo, cómo puede mejorarlo, que el impacto que pueda tener públicamente

Después llegó mi tío Juan Manuel, un acuarelista excepcional del que aprendí la técnica; un proceso, que permite trabajar muy rápido y producir mucho material en poco tiempo... Con veinte añitos me hinchaba a pintar acuarela. Hoy es la técnica que mas uso cuando trabajo con pintura.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? Creo que vivir del arte durante casi 20 años ya es raro, con mejores o peores rachas, pero siempre de esta actividad. Constancia, confianza y, por supuesto, la suerte, que me acompañó para poder ejercer lo que más me gusta, han sido capital; sin olvidarme de las galerías, marchantes y toda la gente que ha creído y cree en mi trabajo.

Su «yo virtual». Facebook es la red social que más utilizo . Me sirve para ordenar cronológicamente mi trabajo; voy subiendo obra poco a poco. De alguna manera es una buena plataforma para mostrar el trabajo a un público grande y contrastar el resultado con valoraciones y críticas de este público, en su mayoría artistas o vinculados al mundo del arte.

También tengo una web desde hace tiempo, aunque se hace pesado el tema de actualizar según evolucionan los proyectos, por lo que abrí un blog donde voy colgando contenido relacionado con el más reciente.

Fernández-Pujol se hace un «selfie» para «Darán que Hablar» P. F. P.

Dónde está cuando no hace arte. Veo mucho cine, investigo por internet, y practico algo de música. Colecciono instrumentos musicales y hago ruido con ellos. A veces está bien para desfogar y, otras, los utilizo para crear pistas de audio que luego distorsiono en la edición para completar algunos de los trabajos de vídeo que desarrollo.

Soy muy callejero. Me encanta compartir un buen rato con mis amigos, la mayoría artistas, aunque no sea el tema central. Imagino que todos necesitamos desconectar de la actividad, que a veces llega a ser frenética. Últimamente me enrollo bien en la cocina, ando en la búsqueda del «arroz perfecto».

Le gustará si conoce a... Como amante del cine, y siendo una de mis principales fuentes de inspiración, mencionaré a Peter Greenaway , Thomas Vinterberg, Los Cohen, Werner Herzog, David Lynch, Gaspar Noé, Paolo Sorrentino , Michael Haneke … En esta lista algunos se acercan al mundo de las artes plásticas desde la escenografía, los decorados... Otros me interesan por la potencia de sus contenidos y la fuerte carga emocional en la puesta en escena. De los que no están, me habría gustado conocer personalmente a Buñuel, Berlanga, Fellini, Kubrick o Hitchcock .

¿El mejor proyecto? Mi inauguración en el ECCO: 19 proyecciones en las 19 ventanas del centro, con mis amigos buceando, dando la sensación de que el espacio estaba sumergido en el mar

En el ámbito artístico es difícil seleccionar. Hay muchos que me interesan. Se me vienen a la cabeza artistas como Boltanski , Los carpinteros, William Kentridge , Roman Signer, Pippiloti Rist , Tony Oursler, Erwirn Wurm… Igualmente si pudiera viajar en el tiempo me habría gustado visitar el taller de Goya, Velázquez o El Bosco, entre otros.

Por aquí, en el sur del sur, tendría que destacar a un buen número de artistas jóvenes que lo hacen muy bien y que se lo curran mucho. A pesar de la dificultad de vivir en la periferia, sacan magníficos proyectos artistas como Ócar Carrasco, Fátima Conesa, Ismael Pinteño , Yeyo Argüez , Javier Plata, Ignacio Algarín, Miguel y Alberto Ceballos, Carola Santos o Jm Quiñones, entre otros. La lista sería más larga pero aquí hay una buena selección de lo que se hace por la zona de Cádiz.

¿Qué se trae ahora mismo entre manos? Ahora estoy trabajando en una serie de vídeo-animaciones creadas a partir de pequeños óleos sobre lienzo. Son secuencias que tienen la muerte, el fuego o lo chamánico como hilo conductor. Es un proceso largo, pues se necesitan bastantes cuadros para obtener la imagen en movimiento. Una vez realizada la secuencia, viene el montaje y la edición, donde añado el sonido, generalmente fabricado por mí (percusión, en el proyecto actual), para amplificar el significado de las acciones.

Cuando acabe todo el material, me gustaría montar un proyecto expositivo donde se verían varios polípticos (pintura/fotogramas), con sus correspondientes vídeo-animaciones al lado. El conjunto se completaría con alguna escultura e instalación relacionada con el fuego y la ceniza. Es la dinámica que sigo a la hora de desarrollar mis trabajos de estos últimos años: empiezo con pintura hasta que veo un punto para enganchar con el vídeo (vídeo-animación); aparece la escultura e instalación y se genera una especie de universo donde imágenes, vídeos, sonido y volúmenes, proyectan la idea en el mismo espacio.

Recuerdo los altos taburetes de madera que llevaban a las grandes mesas de dibujo del estudio de arquitectura familiar. Imagino que a partir de ahí empezó todo

Considero que lo multidisciplinar permite ampliar los canales de comunicación. Igual un espectador pasa «tres kilos» del vídeo, pero se emociona con el políptico de sesenta óleos en donde tiene su origen; o no le interesa la pintura pero le llama la atención una sutil instalación de bolsitas de ceniza…

¿Cuál es su obra favorita hasta el momento? Más que «obra», diría que fue muy significativa la inauguración del ECCO en 2012, donde preparé una vídeo-instalación con la que se abrían por primera vez las puertas del espacio.

Por ser mi ciudad natal, y por la naturaleza del proyecto, bastante complicado para el poco tiempo que tuve para su desarrollo (trabajar a contrarreloj, un clásico) y porque necesitaba gente para materializarlo, recurrí a amigos que se tiraron literalmente a la piscina, y no era verano. Estaba algo acojonado, pues casi no hubo tiempo para pruebas. Me la jugaba en la propia inauguración delante del politiqueo de rigor, la prensa y, por supuesto, amigos y familia. Al final salió superbien. Hasta 19 retroproyecciones en las 19 ventanas del centro, donde aparecían mis amigos y yo mismo buceando, dando la sensación de que el espacio quedaba sumergido bajo el agua. Todo esto frente al mar, en un escenario inmejorable.

Otra obra que señalaría como destacable, quizás porque retrata bastante bien mi personalidad artística, es una escultura titulada «La tumba de Juan Zanganito», una lápida de mármol blanco con una mirilla, trabajo que contiene todo lo que busco actualmente: poesía, humor, síntesis… Seguramente tengo otras mucho más potentes a nivel visual y que puedan captar mejor la atención del espectador, pero, de momento, me quedo con esta.

¿Por qué tenemos que confiar en él? Porque llevo muchos años entregado a la profesión y pretendo seguir haciéndolo. Pienso que la autoconfianza es fundamental para que funcionen los proyectos, y, por extensión, para que los demás confíen en uno. Será síntoma de madurez, que según se avanza, a un artista le importa más cómo se siente con su trabajo, cómo puede mejorarlo para llevarlo al mejor término posible, que el impacto que pueda tener públicamente, siendo esta la mejor manera de que un proyecto tenga éxito en todos los sentidos.

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