LIBROS
Carmen Laforet, mucho más que ‘Nada’
En el centenario de la escritora, se reedita la novela con la que ganó el Premio Nadal: ‘Nada’. Repasamos las claves de esta obra y de su vida de la mano de Ana Merino y Najat El Hachmi
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Iniciar sesiónUna jovencísima escritora, de apenas veintitrés años, gana en 1945 la primera convocatoria del Premio Nadal. Imaginen el escenario: España en plena posguerra y ella recién llegada a la vida literaria de este país donde apenas hay mujeres que empuñen ni espadas ni plumas ... en este mundillo . Su nombre es Carmen Laforet , de cuyo nacimiento en Madrid se cumplirán cien años el próximo 6 de septiembre. Su diario no arranca con la fama y el éxito temprano. Hay un antes y un poso literario desde que da sus primeros pasos en la isla de Gran Canaria, donde se traslada su familia siendo una niña, con la muerte temprana de su madre, el segundo matrimonio de su padre y una madrastra con todas las letras; su traslado a Barcelona para estudiar, en cuyas calles se desarrolla ‘Nada’; su matrimonio con el crítico Manuel Cerezales con el que tuvo cinco hijos; sus idas y venidas con la dificultad de combinar la literatura y la familia; sus infinitos conflictos, misterios y secretos... Arranca el año Laforet y el primer plato fuerte es la reedición de ‘Nada’, con extras de regalo : un prólogo y un epílogo firmados por las dos últimas ganadoras del citado y prestigioso galardón: Najat El Hachmi y Ana Merino . Con ellas hemos charlado sobre la nada y el todo de Carmen Laforet.
¿Qué ha supuesto formar parte del universo Laforet, seguir su estela?
Ana Merino : Muchísima emoción. ‘Nada’ es un libro clave en la literatura del siglo XX. Y un gran estímulo para la escritura y el proceso creador.
Najat El Hachm i: Para mí, tanto ‘Nada’ como la figura de Carmen Laforet son un referente y además con una carga emocional brutal porque la novela me trasformó desde el momento que la leí. Carmen Laforet impacta y marca y sin saber muy bien por qué.
Laforet no tuvo una vida fácil y parece que esas zonas de sombra han oscurecido su trayectoria literaria a lo largo de décadas. ¿Debemos releerla y reinterpretarla sin prejuicios ni morbos añadidos?
A.M .: Releer ‘Nada’ es una ocasión para releer a Laforet, para ver el universo que ella construye y cómo entiende la literatura. Su evolución y cómo va levantando su universo literario es muy interesante. Había una tendencia a asociarla con su vida porque sorprendió cómo una mujer tan joven podía escribir tan bien y construir esos personajes. Hay que regresar a la novela porque la novela es el lugar de Carmen Laforet y su propuesta literaria: cómo entendió la construcción de un plano atmosférico, construyó la evolución de varios personajes, sus encuentros y desencuentros, también una ciudad... Resulta de una densidad literaria magnífica. La oportunidad que tenemos ahora es la de volver a la obra porque no ha envejecido. Es fascinante lo bien que se sostiene.
N.E.H : Si algo caracteriza las obras que podemos considerar universales es que llegan a los lectores independientemente del momento en que sean leídas. Podemos acceder a ellas sin necesidad de tener ninguna información añadida sobre el autor. Por suerte, ‘Nada’ sigue teniendo muchas lectoras espontáneas que llegan a ella sin tener ningún tipo de datos sobre la polémica vinculada con la vida de Carmen Laforet. A mí me pasó así.
Ana Merino: «Laforet tuvo una existenciacompleja porque la sociedad española así lo era»
Pero no podemos negar que su vida no fue un camino de rosas... y que algunas espinas duelen de verdad.
N.E.H. : Pienso que alguien que tiene la generosidad de transformar un momento tan gris, como el que ella vivió, en una novela que trasciende e ilumina aquel presente, y el nuestro también, me parece suficiente regalo. Por otro lado, es una tendencia generalizada, y no solo pasa con Carmen Laforet, de hurgar en la vida. Ella era muy joven... Creo que no debemos querer saber lo que no nos contó... La propuesta literaria está en el texto. Y ‘Nada’’ es un texto tan inmenso que para qué queremos más. Lo mejor de Carmen Laforet está en lo que escribió, lo otro no es patrimonio de los lectores.
Gana el premio ‘Nadal’ muy joven, con veintitrés años, y cuando las mujeres apenas tienen un hueco en la literatura española del momento. Abre paso a otras grandes como Ana María Matute que gana más adelante también el Nadal. ¿Esa etiqueta de pionera acaba por resultarle demasiado pesada?
A.M .: Cada autor tiene su ritmo y su espacio existencial. A ella le tocó una época muy difícil. Muchísimas presiones. ’Nada’ fue un libro que dejó anonado a todos y que, además, da una lección a la sociedad del momento. Con una novela de formación, de personajes femeninos muy bien construidos (’Nada’ no es sólo Andrea, es también Gloria, Ena y Angustias), consigue que el mundillo literario masculino de aquel momento dé un vuelco... También hay que tener en cuenta que se vive una coyuntura muy compleja, la de posguerra... Si tú quieres entender la sociedad española de aquel momento, lees ‘Nada’ y te das cuenta. Y fue un impacto esta voz. Laforet tiene un universo literario desde muy joven que va a marcar su vida. Luego, ella tuvo una existencia compleja porque la sociedad española era muy compleja y para las mujeres suponía un reto.
N.E.H : Laforet rompió muchos silencios en un momento en el que lo que regía era ley del silencio. Esa posguerra tan oscura que pasó factura en lo más íntimo. Carmen Laforet lo hace con una espontaneidad sorprendente. Ella escribía sobre su propio mundo como cualquier otro escritor en otra época. ‘Nada’ debió ser muy terapéutico para muchas personas que entonces no podían ni siquiera hablar de lo que sucedía alrededor y, al mismo tiempo, pasa factura a la persona que rompe ese silencio.
Najat El Hachmi:«Lo mejor de ella está en lo que escribió, lo otro no es patrimonio de los lectores»
¿Cómo otras novelas iniciáticas célebres, ‘Nada’ tiene una lectura muy contemporánea?
N.E.H .: Creo que sí. Al final, es una novela iniciática muy esperanzada sobre el mundo adulto. Hay muchas expectativas por parte de Andrea, su protagonista, en relación a lo que cree que va ser su vida de mayor y esas expectativas se rompen pero no por las circunstancias históricas sino porque la desilusión forma parte del crecimiento, de la madurez. Creo que muchos jóvenes, mujeres y hombres, de ahora pueden leer ‘Nada’ e identificarse con Andrea por ese desasosiego y sensación de extrañeza.
¿Digo bien si apunto que para retratar a Carmen Laforet en toda su dimensión hay que quitar una cierta pátina de dramatismo garbancero?
A.M .: Me estoy acordando que leí hace tiempo sus cartas con Ramón J. Sender y se ve que tuvo un gran intercambio intelectual con personalidades de la época. Sintió una gran inquietud. En esta novela de juventud, ‘Nada’, hay una gran reflexión intelectual. Ella fue consecuente: tuvo una vida familiar y una vida intelectual en diálogo con la sociedad del momento. Darle una dimensión dramática a su figura me parece injusto porque ella hizo una propuesta literaria seria, intelectual tuvo una vida... Todo ello hace una unidad. Su energía vital está en su literatura que es lo que hacen los escritores. Quedarnos con detalles biográficos que no podemos hacer dialogar con el poso literario resulta injusto.
N.E.H. : Cuando leo sus textos no me llega así. Por ejemplo, sus artículos, me muestran una mujer condicionada por las circunstancias que le tocaron vivir en su tiempo, como todas. Cuando he repasado recientemente el libro (Destino) que recoge sus artículos, descubrí otra Carmen Laforet que va más allá de la imagen que nos han transmitido de alguien que quedó muy marcada por la primera novela... En esos artículos aparece una mujer libre, sensible, con una visión muy crítica y una ironía que es algo que creo que debemos rescatar. Son artículos maravillosos y muy actuales. En estos textos, me parece una mujer inteligente con una vitalidad increíble, con ganas de comerse el mundo. La verdad de Carmen Laforet está en su obra. Lo otro son curiosidades. Nos dio mucho y se lo tenemos que agradecer.
¿Lo mismo que pasó hace poco con Delibes, imagino que este centenario es una buena oportunidad para rescatarla y redescubrirla?
A.M .: Es una lectura de formación obligatoria, un modelo para enseñar cómo alguien se enfrenta a una primera novela y le sale redonda.
N.E.H .: Me parece una pena que necesitemos efemérides para reivindicar a cualquier escritor pero, bueno, ya que es una forma de poderlo hacer, aprovechemos. El imaginario que está más allá de las listas, tiene un lugar muy importante para ella y para ‘Nada’.
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