«un amor entre dos mundos»
Jim Sturgess: «Es realista que haya un mundo inferior explotado»
Con gran imaginación, «Un amor entre dos mundos» plantea la historia de dos lugares paralelos con una gravedad opuesta, donde los del planeta de arriba no puede pararse en el suelo del planeta de abajo
Fabián W. Waintal
Con este argumento nace una prohibida historia de amor entre Adam (Jim Sturgess), que vive encima, y Eden (Kirsten Dunst). El problema surge cuando ambos son descubiertos y ella termina cayendo en el mundo de arriba en busca de Sturgess, un actor británico que ha ... conseguido imponer otro estilo de acento en Hollywood.
—¿Ya te has habituado a imitar el acento norteamericano?
—Me acostumbré. Bastante difícil es interpretar un personaje, así que si el acento pasa a segundo plano, mejor. Por eso, cuando lo necesito, trato de hablar todo lo que puedo con un acento americano, antes de empezar alguna filmación. Así, cuando arranca el rodaje, no le presto atención.
—¿No pasas por ninguna clase especial, con un entrenador de dialectos?
—Sí, sí, con esta película tuve un maestro de dialecto un mes, durante los ensayos y una semana antes de empezar el rodaje. Con dos semanas soy capaz de entrenar a mi cerebro para hablar de la forma que quiera. El problema es cuando llamo a Gran Bretaña y mi madre me pide que hable correctamente (risas).
—¿Hay algún parecido entre tus personajes románticos del cine y el verdadero Jim Sturgess? ¿Hasta dónde irías por amor?
—Para conquistar una mujer, normalmente voy a un pub, pero he llegado a cruzar el mundo entero para sorprender a mi novia.
Tan romántico como en el cine, James Anthony Sturgess tiene el tono británico que lo delata, porque nació en Londres, en 1978. El amor por la actuación le surgió a los 8 años, cuando encontró la mejor excusa para escaparse de clase a las pruebas de audición de un teatro que había llegado a la escuela en busca de actorcitos de su edad. A los 15 años se inclinó por la música creando un grupo, mientras en la escuela no le iba tan bien (salvo en las clases de drama y música). En 2007 llegó su primer gran éxito como actor y músico con «Across de Universe». Luego llegaron «Las hermanas Bolena» o «21».
—¿Cómo logras mantener un estilo de cine tan diferente a las típicas superproducciones comerciales?
—Había rodado «Un amor entre dos mundos» antes de «El Atlas de las nubes» y aquella fue mi primera experiencia con una historia de fantasía. Es el estilo de cine que me gusta. Ahora estoy terminando «Electric Slide» sobre la verdadera historia de un ladrón de bancos muy amigo de celebridades como Mick Jagger o Jack Nicholson. Es una historia real, un buen contraste con la fantasía de esta película.
—¿Ves algún parecido con la realidad en «Un amor entre dos mundos», detrás de la metáfora de la película que plantea las clases sociales en mundos diferentes?
—Definitivamente la película es la realidad del director, Juan Solanas, que viene de un país empobrecido como Argentina y ahora vive en otro con más lujos, como Francia. En Inglaterra, por supuesto, tenemos diferencias sociales a nivel cultural, muchas más que en otros países. En ese sentido, es muy realista que haya un mundo inferior explotado por un mundo superior, donde los pobres son cada vez más pobres y los ricos son cada vez más ricos.
—¿Te enseñó algo de español el director argentino Juan Solanas?
—No, la verdad fue al revés, le enseñamos inglés a él (risas). No queríamos confundirlo.
—¿Qué es lo que más te sorprendió al revisar el texto de la película?
—A veces uno entiende todo con solo leer el guión y puede resultar muy emocionante. Pero es intrigante cuando no puedes imaginar lo que va a pasar, cómo va a ser, cómo lo van a mostrar. Con «Un amor entre dos mundos» no lograba visualizar lo que había imaginado el director . Por ejemplo, no sabía si iba a mostrar un mundo futurista. Después me pasaron el libro con imágenes detalladas de lo que Juan (Solanas) esperaba lograr y me pareció muy emocionante. Me sorprende todo lo que logró, ha conseguido superar todas mis expectativas.
—¿Cuál de las escenas fue rodada en primer lugar?
—En la que nos conocemos por primera vez el personaje de Kirsten (Dunst) y yo. El director asegura que nosotros le rogamos empezar con esa escena, pero yo no me acuerdo de que sea así. A lo mejor Kirsten se lo pidió, yo no. Pero fue un día muy importante, el primer día del rodaje.
—¿Cómo fue cuando tuviste que caminar por el techo, colgado de unos cables, para que pareciera todo muy natural?
—Después de algunas horas pensé que me había acostumbrado... hasta que ya no sentía las piernas.
—¿Y cuál de todas fue la escena más difícil?
—Para mí, físicamente, fue la escena donde salto al otro mundo por primera vez, cuando me saco las pesas. Estaba en medio de un estudio, en una habitación que se daba vueltas en 360 grados y tenía que caer sobre mis pies, como si fuera el otro lado del mundo. Fue bastante difícil, porque hubo muchas tomas donde caí de cabeza y por supuesto, solo mostraron la buena.
—¿La escena del beso con Kirsten Dunst boca abajo se parece a la que ella tuvo con Spiderman?
- (Risas) Ella insistió en el beso. No quería hacer la película si yo no me ponía cabeza abajo para besarla (le cuesta parar de reír).
—¿Y es cierto que llegaron a ofrecerte el papel protagonista del nuevo Spiderman antes que a Garfield?
—No, no es verdad. En realidad, me ofrecieron la oportunidad de trabajar en el musical de Spiderman en Broadway, porque soy amigo de la productora, Julie Taymor. Incluso trabajé con ella tres semanas, durante la preparación, con U2, cuando estaban desarrollando la idea. Para mí, como músico, era solamente una buena excusa para pasar un tiempo con Bono y Edge, ayudándolos a componer las canciones de «El Hombre Araña». Eso sí que fue como si hubiera estado en otro mundo.
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