El artesano español que fabrica bolsos para Louis Vuitton
Es un virtuoso de la cestería, trabaja el mimbre desde niño y vive una etapa empresarial dulce gracias a que nunca dice que no a un proyecto
Ortiz Echagüe, inspiración de vanguardia un siglo después
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónJuan Manuel Marcilla empieza a trabajar a las cinco de la mañana. La climatología de Lezuza (municipio de Albacete con 1.332 habitantes) es tan sofocante, que a mediodía paran. Es el horario de julio y de la última quincena de agosto, al volver de ... vacaciones. Nuestro protagonista tiene las fibras vegetales metidas en las venas desde siempre. Cuando era pequeño, al salir del colegio, visitaba a su padre en el taller, para ver qué se cocía y así hizo sus primeros pinitos en el mundo de la cestería, con sólo 8 años. Al terminar los estudios obligatorios, se metió de cabeza en el negocio familiar.
La cestería es un oficio lento, muy antiguo, artesanal y manual. Juanma lo llama «artesanía muerta». Se trabaja con punzón, tijeras, martillo y clavos. El material, el mimbre, es una fibra vegetal que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces y de él se emplea el tallo y las ramas. Juamna utiliza material de origen nacional, de Priego (Cuenca). Las varas van atadas en grupo formando rollos y cada una de ellas es dura y tiesa. Para poder tejerlas se sumergen previamente en agua durante horas hasta que estén listas para 'malear' (tal y como dice Juanma). Ese es, a grandes rasgos, el proceso, sin embargo, para comenzar con un nuevo proyecto, nuestro protagonista tiene que soñar antes cómo hacerlo. Le pasaba lo mismo a su padre: «Hay que repasar la pieza mentalmente, así al día siguiente la haces mejor y corriges errores, es una materia viva, hay que mimarla y acariciarla y saber dónde está el límite para que no llegue a romper», cuenta a ABC Juan Manuel Marcilla.
El pueblo que se protege del sol con ganchillo
M. A.Vecinas de entre 50 y 90 años se marcaron el reto a principios de año de elaborar más de cien mandalas que ahora engalanan balcones y ayudan a combatir el calor
Hablamos con él al caer la tarde, cuando se levanta de una siesta interrumpida en varias ocasiones por llamadas de trabajo. «Atiendo a todo el mundo, la gente no sabe que nuestro horario es distinto por el calor», puntualiza sin darle mucha importancia.
La primera vez que vi a Juan Manuel fue en Madrid Design (el festival de diseño de la capital que se celebra en febrero y marzo) y me impresionó mucho la obra que había presentado. Era una cúpula de mimbre de cinco metros de altura por tres metros de diámetro, se situaba en el centro del espacio, en una instalación ideada por el interiorista Tomás Alía con lo mejor de la artesanía de Castilla y La Mancha.
El ambiente era de cueva del Paleolítico, todo estaba oscuro, salvo las obras de cristal, cerámica y otras disciplinas, en las paredes se proyectaba un vídeo, obra de Recuenco, con imágenes y sonidos de fuego, martillo y cristal en formato gigante.
La misión era poder ver con otros ojos los procesos manuales que se suceden de forma pausada y precisa hasta obtener estas piezas de Alta Artesanía. «Son oficios que no se pueden industrializar, no hay máquinas que hagan una cesta, todo se realiza a mano y depende del día y de cómo estés, avanzas mucho o no, las emociones son determinantes, es muy singular», reconoce.
Legado familiar
Juanma me contó entonces que la cúpula era obra de su hijo, que también responde al mismo nombre y apellido, tiene sólo 18 primaveras y desde hace año y medio trabaja a tiempo completo en la empresa familiar: 'Cestería Marcilla'.
La historia se repite y al igual que su padre, Juanma junior (que así le llaman para distinguirlo del jefe) corría a la nave al salir del colegio para ver trabajar el mimbre y, de paso, merendar. Cuando terminó los estudios obligatorios, se unió al clan: «Tiene muchas ganas de seguir y de hacer cosas nuevas, yo aprendí de mi padre la cestería tradicional: carritos, bandejas para la plancha, cestas de picnic, paneras… pero hace 10 años, cuando empezaron a encargarme proyectos distintos, cosas más extremas, como los peces-lámpara gigantescos para el restaurante 'Bibo', de Dani García, Juanma jr. vio que no me ponía límites, así que, ahora, ante el desafío de esta cúpula, no se echó para atrás y yo confié en él», confiesa.
La impresionante construcción de mimbre viajó desde Madrid con rumbo al Salón del Mueble de Milán junto con otras obras de artesanos de Castilla La Mancha y llamó tanto la atención que la compraron enseguida para decorar el lobby del nuevo hotel Room Mate de Amsterdam.
Cestería Marcilla cuenta con su tercera generación a pleno rendimiento y una salud empresarial sanísima, por eso ha sido reconocida este año con el prestigioso premio a la 'Mejor trayectoria artesanal', que concede el selecto Círculo Fortuny.
«Me ha dado mucha visibilidad, es de agradecer que hayan visto que hay un mercado para demostrar lo que podemos hacer», confiesa Juanma emocionado. Al repasar la historia y los logros empresariales, se ve que no ha sido fácil: «Lo pasamos muy mal, pero nos hemos podido mantener, porque hemos buscado otros mercados», reconoce.
El padre de Juanma comenzó con la cestería en los años 60 y fue creciendo poco a poco hasta los 80, cuando vivieron la época más floreciente: exportaban muchos productos y contaban con hasta 50 empleados. En los 90, nuestro protagonista tuvo que coger las riendas de la empresa, tenía sólo 19 años, había muerto su padre y dejaba viuda y cinco huérfanos. Además de hacerse cargo del trabajo, unos años después, se enfrentó a la crisis del 2000, con la irrupción de China en el mercado, el furor por las importaciones a menor precio y el empleo del plástico.
Con estas circunstancias, la producción cayó en picado y fue entonces, hace más o menos 15 años, cuando nuestro protagonista empezó a hacer piezas especiales para firmas de moda de lujo y reconocidos interioristas. Louis Vuitton, El Corte Inglés, Tomás Alía o el chef Dani García son sólo algunos de sus clientes.
Apuestas especiales
Juanma es un artesano atípico. Conoce al dedillo su oficio, pero le gusta lo que le proponen los diseñadores; es valiente, porque no se achanta ante los retos y no tiene miedo a probar, prefiere que salga mal a no intentarlo.
Cuenta que los errores le dan tablas. También apoya a su hijo en las piezas especiales: «He apostado por él para que desarrolle una cestería más contemporánea, más irregular, no consecutiva y con diseño decorativo», apunta. Las grandes empresas nacionales se fijaron en él en la feria de artesanía de Castilla-La Mancha, que se celebra en Toledo «ha sido durante muchos años el mejor escaparate, recuerdo que iba allí con mi padre cuando tenía 10 años y hacía demostraciones de cestería». Juanma jr, en cambio, apuesta más por las redes sociales, pero para el padre «no sólo vale eso, siempre digo que hay que estar en el sitio adecuado con la persona adecuada y en el momento adecuado; trabajar en un reto puntual para decorar la casa de un futbolista y que se quede contento con el resultado también es muy importante».
La segunda vez que vi a Juanma después de Madrid Design fue en mayo, en Cuenca, en la Semana de la Moda de Castilla La Mancha. Era un día más veraniego que primaveral y tras los desfiles celebrados en la Iglesia de San Miguel, en el mirador, ante la impresionante vista me presentó a Mónica Escudero, su mujer y madre de Juanma jr, que también trabaja el mimbre desde hace años y que es su «gran apoyo». Mónica fue la que me contó que habían tejido varios bolsos para Louis Vuitton o Patou. No me dio detalles, porque firman un acuerdo de confidencialidad que les impide hablar o enseñar imágenes, pero sí me mostró sus manos, llenas de callos, resultado de largas horas entrelazando varas.
El mimbre está en alza gracias al auge de las labores artesanas, el llamado 'slow fashion' (consumo más lento de piezas de moda y decoración de buena calidad y duraderas) está calando muy fuerte en la sociedad y estas circunstancias han hecho que Juanma y los suyos tengan un segundo esplendor empresarial con los clientes más selectos del planeta. Además, son ellos, los grandes nombres del lujo quienes se acercan hasta Lezuza para ver en directo el proceso. En Youtube se puede ver un vídeo de cuando Loewe visitó Cestería Marcilla: «Las imágenes del trabajo dan un valor añadido a la pieza, mucho más que una etiqueta de 'made in Spain' o una de hecho a mano».
Piezas únicas
En un bolso de cestería puede haber hasta 25 movimientos, se teje sentado, seleccionando antes las varas para que tengan el mismo grosor y peso, entretejen con firmeza y maestría unas con otras en lo que parece una tarea imposible de domar. Así es como se consigue alumbrar después de muchas horas de trabajo a mano una pieza centenaria.
180 artesanas de 17 municipios participan en el XVIII Encuentro de Encajeras de Corral de Almaguer
ABCLa Diputación de Toledo seguirá apostando por labores como el encaje de bolillos y por un relevo generacional «que garantice su supervivencia»
Hoy es el diseñador de moda Juan Carlos Pajares el que apuesta por Cestería Marcilla para que desarrolle su nueva colección de bolsos, que presentará acompañando a su serie de moda en Mercedes- Benz Fashion Week Madrid, el próximo viernes 13 de septiembre. La invitación me llega por mensaje al móvil, justo el mismo día y antes de despertar de la siesta a Juanma. Ato enseguida cabos, el artesano me confirma que la imagen del bolso de la invitación al desfile está hecha en su nave y días después, Pajares me responde: «Cuando desfilé mi colección en Cuenca en mayo, me quedé muy sorprendido de lo que estaban haciendo allí, conocía el trabajo del mimbre, pero no tan en profundidad, es un arte y por eso decidí trabajar con ellos, para que el legado cultural no se estanque, quería rediseñarlo, darle la vuelta, añadir otro concepto; el resultado es increíble, la artesanía no debe quedarse en la técnica y tiene que trascender, pero también es esencial que el diseñador comprenda el oficio».
Para Juanma el futuro de la Alta Artesanía es una mezcla de varias formas de trabajar: «No te puedes dedicar sólo a proyectos especiales, ni dejar de lado la cestería tradicional, que es lo que te ha dado de comer toda la vida, pero no hay que dejar de lado las tendencias, creo que el secreto es no decir a nada que no».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
SuscribetePeriodista especializada en moda y decoración, colaboradora de ABC Estilo y Summum. Ha sido durante 16 años jefa de sección de moda y coordinadora de decoración de la revista Yo Dona. En la actualidad imparte clases en el máster de comunicación Telva Yo Dona y en el ISEM Business Fashion School Universidad de Navarra, donde también se ha licenciado en el Programa de Dirección de Empresas de Moda (PADEM).
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete