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ABC Cultural

La pandemia pone patas arriba los viajes de las obras de arte

Los correos presenciales que acompañan a las piezas en sus traslados se han reemplazado por correos virtuales. ¿Han llegado para quedarse?

El montaje de las obras de Mondrian se retransmitió en directo en las salas del Reina Sofía para que lo supervisara el museo prestatario MUSEO REINA SOFÍA

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Los atentados del 11-S cambiaron el mundo. Y el sector del arte, como todos, sufrió las consecuencias: aumentaron las medidas de seguridad, se dispararon los precios de transportes y seguros, cayeron en picado los préstamos... Ahora, la pandemia ha vuelto a coger ... a los museos con el pie cambiado: exposiciones retrasadas o anuladas y obras de arte «exiliadas» sin saber cómo volver a casa. Las restricciones de movilidad entre países impiden que puedan viajar los correos. Esta figura es práctica habitual: restauradores o conservadores de la institución que presta piezas las acompañan para supervisar su traslado y montaje y certificar su estado en unos informes (los llamados «condition reports» ). Si la obra es muy pequeña, el correo suele llevarla consigo en un maletín (ocupa a veces el asiento contiguo en el avión), pero lo normal es que viaje en la bodega. Resultan muy caros los correos: billetes de avión (muchas veces en clase business), estancia, dietas...

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