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El Louvre enriqueció sus colecciones con el expolio nazi

El museo francés ha contratado a una historiadora especializada en el mercado del arte durante la ocupación nazi que ya ha identificado diez obras

La entrada al Museo del Louvre por la pirámide de Ieoh Ming Pei ABC
Juan Pedro Quiñonero

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El Museo del Louvre enriqueció sus colecciones comprando a bajo precio obras de arte robadas o expoliadas a coleccionistas franceses, judíos, durante la ocupación militar nazi , entre 1940 y 1945. El Ministerio de Cultura ha contratado temporalmente a la historiadora Emmanuelle Polack , especialista en el mercado del arte, durante la ocupación, con el fin de «esclarecer» y «aportar toda luz» sobre las «adquisiciones» del Louvre y otros museos nacionales, quizá, durante el quinquenio negro de robo, expolio y dispersión de muchas colecciones de arte, víctimas de tráficos crapulosos.

Antes de comenzar su estudio, Polack ha identificado diez obras propiedad del Louvre expoliadas a una familia judía : cinco de Constantin Guys (1802-1892), cuatro de Henri Monnier (1799-1877) y una de Camille Roqueplan (1803-1855). Guys pasó a la historia de la pintura a través de Baudelaire, que lo presenta como uno de sus arquetipos del artista «pintor de la vida moderna». Monnier fue un ilustrador y caricaturista célebre. Roqueplan tuvo una cierta celebridad antes de la irrupción histórica del impresionismo.

Esas diez obras fueron adquiridas «legalmente» por el Louvre durante una venta/subasta pública , celebrada en el Hotel Savoy Palace de Niza entre el 24 y el 27 de junio de 1942. Pertenecían a un ilustre abogado y coleccionista, Armand Isaac Dorville (1875-1941), perseguido por la Gestapo, por ser judío, fallecido en el triste y solitario refugio que encontró en Cubjac, en Dordogne (centro de Francia).

Conocida su muerte, sus herederos, perseguidos igualmente por las autoridades nacionales y la policía especializada en la persecución de judíos, condenados de oficio a los campos de exterminio, no podían recuperar su fabulosa colección, que fue «requisada» y puesta a la venta pública, subastada, a precios «francamente asequibles» . Algunos marchantes de arte que colaboraron con las tropas de ocupación nazis fueron los primeros «beneficiarios» de un expolio sistemático, fruto de la estrecha colaboración de la policía nacional con la Gestapo .

La venta de los bienes expoliados a Dorville tenía 450 lotes: cuatro Pierre Bonnard, cinco Thomas Couture, siete Félix Valloton, nueve Edouard Vuillard, dos Auguste Renoir, una acuarela de Edouard Manet, noventa y cinco acuarelas de Constantin Guys, treinta y cuatro acuarelas de Jean-Louis Forain, varias obras de Eugène Delacroix y varios bronces de Carpeaux y Rodin, entre otros.

Subasta

El Louvre desplazó a Niza al conservador de su departamento de pintura, René Huyghe, que compró oficialmente doce lotes, por un montante de 294.622 francos de la época. Diez de esas obras continúan siendo propiedad de la pinacoteca. El Museo de Orsay –creado mucho más recientemente, con fondos diversos– es propietario de otra obra de Jean-Louis Forain adquirida en la subasta realizada tras el expolio de Dorville.

Huyghe también compró por cuenta del Louvre una obra relativamente famosa, «Joven acostada en traje español», una acuarela atribuida por entonces a Manet, que tantas veces se inspiró en el gran arte español. El Louvre, finalmente, fue incapaz de pagar los 320.000 francos que había alcanzado esa acuarela, que hoy es propiedad de la Universidad de Yale , donde está catalogada como obra «atribuida» a Manet.

Emmanuelle Polack ABC

Especialista en el mercado del arte durante la ocupación nazi , Polack deberá continuar explorando los fondos públicos, en París y en provincias, para intentar localizar obras de arte que pudieron ser robadas o expoliadas, en beneficio de las colecciones del patrimonio público, estatal.

La ministra de Cultura alemana, Monika Grütters, restituyó días pasados a los herederos de Armand Isaac Dorville tres obras vendidas en la misma subasta donde el Louvre adquirió una docena de pinturas y grabados. El Ministerio francés de Cultura ha comenzado a estudiar la decisión final que pudiera tomarse sobre las obras que enriquecieron las colecciones del Estado en condiciones moralmente tan equívocas.

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