Desde el busto de Ronaldo hasta el San Jorge de Estella, las chapuzas del mundo del arte
En lo que se refiere a restauraciones de obras históricas o crear esculturas de personajes relevantes, por muy buena intención que se tenga, se debe dejar en manos de profesionales
No son raras las ocasiones en las que la creación de lo que, en teoría, debería ser una obra de arte termina en un fracaso absoluto. Las razones pueden ser varias, desde un puntual despiste del creador, hasta el deseo de llevar a cabo un ... trabajo para el que el artífice no está, en muchas ocasiones ni de lejos, preparado. Vease el caso del Ecce Homo de Borja o del reciente San Jorge Navarro. Patinazos de todos los colores y todos los sabores que ahora recogemos en ABC.
1
El Ecce Homo
Esta restauración es, con prácticamente total seguridad, la más recordada por su desastroso resultado. Las alarmas saltaron en 2012. El «Ecce Homo» de Borja, uno de los frescos que adornan el santuario de Misericordia de Borja (Zaragoza), se había convertido en un borrón parecido al dibujo de un niño de cuatro años en manos de Cecilia Giménez, una vecina de la localidad que decidió llevar a cabo la restauración sin ningún tipo de autorización y -sobra decirlo- sin preparación alguna.
2
El busto de... ¿Cristiano Ronaldo?
Los restauradores no son los únicos que cometen patinazos. Mírese el caso del busto que el artista amateur portugués Emmanuel Santos le hizo al astro del Real Madrid Cristiano Ronaldo, una escultura que pasó varios meses adornando la entrada del aeropuerto de Madeira.
La obra de Santos se convirtió rápidamente en carne de meme. Las críticas hacia la obra debido a su inexistente parecido con el delantero madridista. «Si no era igual que Ronaldo al cien por cien es porque la gente debe entender que el arte es una forma de expresión y no una ciencia exacta», dijo defendiéndose el autor.
Hace algunos meses Santos presentó una nueva escultura del futbolista en la que logró corregir los errores de la anterior.
3
El Fernando Alonso de cera
Un caso más dentro la larga lista de desastres que alberga el Museo de Cera de Madrid. Tantos que es difícil decidirse entre la cara en plan «psicokiller» de Fernando Alonso celebrando un triunfo, la estatua de Rafael Nadal con la boca abierta de par, la representación de la infanta Leonor, o la difícilmente reconocible cantante Beyonce.
4
El San Jorge de Estella
La noticia se conoció hace tan solo un par de semanas. La restauración del San Jorge del siglo XVI que adorna la iglesia de San Miguel en la localidad navarra de Estella acabó siendo un desastre absoluto. Los trabajos fueron llevados a cabo por el taller de manualidades Karma Kolor. El resultado fue la conversión de una valiosísima talla en madera de la Edad Moderna en una suerte de Playmobil.
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