La palabra «corazón» ya se escribía «bihotza» en euskera en 1610
Una editorial navarra compra en Italia un raro libro del teólogo suizo Kaspar Waser con un diccionario de 100 palabras del vascuence traducidas al latín

«Este es un libro que se imprimió en Suiza , a miles de kilómetros de la zona de influencia del vasco, obra del teólogo Kaspar Waser , de los más importantes de la época, y que contiene un diccionario de 100 ... palabras en euskera clavadas a las que se utilizan actualmente», remarca Aritz Otazu con contagioso entusiasmo al hablar del raro ejemplar de 1610 que acaba de adquirir en Italia la editorial navarra Mintzoa.
«Incluso aparece la "tz" de mi nombre Aritz, cuando se pensaba que se había inventado hace cien años para unificar gramaticalmente el euskera porque antes estaba la ç. Hace 410 años ya escribieron con "tz" », añade.

Esta obra, titulada «Mithridates Gesneri, exprimens differentias linguarum, tum veterum, tum quae hodie, per totum terrarum orbem, in usu sunt», pertenecía a un cliente de una casa noble de Turín que el pasado febrero se puso en contacto con Mintzoa . Sabía del interés de esta editorial dedicada a libros antiguos y especializada en Historia de Navarra porque Otazu había estado en su biblioteca. Por eso en cuanto le llamó, este tasador documental se trasladó a Italia a negociar la compra.
Con la convulsión del coronavirus y el obligado confinamiento, la entrega del valioso ejemplar se retrasó. Fueron semanas de «miedo no, lo siguiente no, lo siguiente», confiesa Otazu porque « vino por DHL » y «este tipo de obras no suelen enviarse por mensajería».
La obra llegó por fin hace unos 20 días «muy bien protegida», en el interior de una preciosa caja de madera. El libro, de tamaño octavo (unos 18 centímetros), está encuadernado en vitela (piel de cordero o vaca, siglo XIV-XV). A juicio de Otazu, «alguno de sus poseedores sabía de la importancia de esta obra» porque debió de quitar el pergamino que tendría como cubierta y le puso ésta «que es carísima», escogida de algún manuscrito o quizá de alguna página interior, ya que se aprecian unas preciosas letras góticas.

Este experto en libros antiguos explica que «solo hay dos precedentes» de este libro escrito en euskera. Existe el de Bernart Dechepare de 1545, «Linguae Vasconum Primitiae», que fue «el primer libro impreso en euskera» y el Nuevo Testamento traducido al vasco por el sacerdote Joanes Leizarraga , por encargo de la reina navarra Juana de Albret . «Y luego hay palabras de Buenaventura Vulcano, que le cita en este libro, pero encontrar 100 ya es otro nivel. Y además en Zúrich, porque los otros libros se hicieron en Burdeos y en La Rochelle, zonas de influencia del vasco».
«Es un descubrimiento importantísimo», añade Otazu.
La obra de 1610 de Waser fue una edición corregida y ampliada de una anterior escrita en 1555 por Conrad Gesner . Este bibliógrafo suizo había recogido 130 lenguas, la mayoría ya desaparecidas, y entre ellas mencionaba el idioma de los vascones y que se hablaba en Vizcaya, en Guipúzcoa, en Álava, en Navarra y en el Bearne (un territorio de los reyes navarros). No incluía, sin embargo, el breve diccionario de 100 palabras que añadió Waser medio siglo después. ¿Las dejaría escritas Gesner antes de morir, en una ampliación que no llegó a publicar, o fueron una aportación del teólogo suizo? Se desconoce.
«Lo gracioso es que si a cada lengua Waser le dedica una página o dos, al euskera seis» y «le da una importancia supina», a juicio de Otazu. En ellas se incluye además el Padre Nuestro de Leizarraga, con una nota que especifica que fue un encargo real.

De esta obra hay ejemplares conservados en prestigiosas instituciones como la Biblioteca Nacional de España, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich, el Trinity College de Londres, en las universidades de Oxford y de Cambridge en el Reino Unido o la Universidad de Columbia en Nueva York. Pero es un libro muy difícil de encontrar en manos privadas.
Otazu no sabe de ningún otro ejemplar en España. El suyo está en venta , aunque se muestra reservado sobre su precio. El citado «Jesus Christi gure launaren Testamentu Berria» de Leizarraga salió al mercado en los años noventa y lo adquirió por 38 millones de pesetas el Gobierno de Navarra que presidía Juan Cruz Alli. Al representante de Mintzoa le encantaría que quedara en manos de una institución navarra, pero hasta ahora los interesados son tres particulares de Toledo, Barcelona y Guadalajara.
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