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El nombre del barco es claramente visible Fotos y vídeo: Falklands Maritime Heritage Trust and National Geographic Caption
Mónica Arrizabalaga

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El Endurance gemía en sus últimos días como un animal herido. O como un prisionero agonizante en el infierno blanco. La madera crujía, emitía lamentos, hasta que el hielo pudo con la resistencia del barco, uno de los mejores de la época, y se hundió sin remedio el 21 de noviembre de 1915 en las profundidades del mar de Weddell. Sir Ernest Shackleton (1874-1922) y el resto de la tripulación lo vieron desaparecer ante sus ojos sin que pudieran hacer nada por evitarlo. «Está aplastado más allá de toda esperanza de ser enderezado», había anotado el explorador antártico el 27 de octubre, al abandonar el barco junto a la tripulación. Su objetivo de cruzar la Antártida a pie por primera vez se había frustrado. Shackleton y sus hombres se vieron obligados a continuar una asombrosa misión de supervivencia que culminó milagrosamente con éxito. Todos se salvaron. Solo quedó atrás la pieza que se cobró el mar y que ha permanecido perdida bajo sus aguas hasta que el pasado sábado, tras casi tres semanas de búsqueda, la expedición científica Endurance22 dio con los restos del histórico barco a 3.008 metros de profundidad.

Uno de los minisubmarinos utilizados en la búsqueda del Endurance Falklands Maritime Heritage Trust and Nick Birtwistle

«Sin exagerar, es el barco hundido de madera más bello que he visto en mi vida, por mucho. Se mantiene erguido, orgulloso en el fondo marino, intacto y en un estado de conservación fantástico. Es un hito en la historia polar», según Mensun Bound, director de esta expedición puesta en marcha por un fondo con sede en las Malvinas (The Falklands Maritime Heritage Trust), con la colaboración de otros muchos organismos.

El equipo, formado por unos sesenta científicos y especialistas, partió de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) el 5 de febrero a bordo del rompehielos SA Agulhas II. Doce días después comenzó la búsqueda en el mar de Weddell con minisubmarinos Saab Sabertooth, dotados de un potente radar y de fibra óptica para enviar información al barco nodriza. En el tramo final de la expedición (el viernes anunciaron que no podían permanecer más de seis días en la zona), sus pesquisas dieron por fin resultado. A cuatro millas al sur de la posición registrada originalmente por el capitán Frank Worsley, el robot transmitió las imágenes del Endurance, con su nombre claramente visible en la popa.

Vista del 'Endurance' hallado en la Antártida Falklands Maritime Heritage Trust and National Geographic Caption

Según explica Juan Blánquez, catedrático de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, las gélidas aguas donde yace, la ausencia de luz y la falta de oxígeno han permitido que el pecio se haya conservado en tan buen estado. «Además... solo lleva un siglo bajo el agua», añade con humor este experto en arqueología subacuática.

«Un logro increíble»

Para el geógrafo polar John Shears, uno de los responsables de la expedición, «el descubrimiento es un logro increíble». «Hemos completado con éxito la búsqueda del naufragio más difícil del mundo, luchando contra el hielo marino en constante cambio, ventiscas y temperaturas que caen a -18ºC. Hemos conseguido lo que mucha gente dijo que era imposible», agregó.

El SA Agulhas II, entre el hielo Falklands Maritime Heritage Trust

En 2019 ya hubo una expedición en búsqueda del Endurance que resultó fallida. Entonces, el lugar del naufragio fue declarado Sitio y Monumento Histórico bajo el Sistema del Tratado Antártico, de forma que el pecio no puede ser tocado ni alterado. Solo fotografiado, estudiado, admirado. La expedición Endurance22 ha respetado estos extremos. «Tenemos una película de muy alta definición del naufragio, un sonar multihaz, capaz de dibujar con precisión la zona, y un modelo láser de gran precisión. No se ha tocado ni recuperado nada», asegura el divulgador Dan Snow.

Como un reflejo de la expedición de Shackleton, el SA Agulhas II también pasó horas atrapado, pero pudo escapar del abrazo del hielo y continuar la ‘caza’. De forma paralela a la búsqueda, los científicos han dedicado mucho tiempo a tomar datos relacionados con el cambio climático. Representantes del Servicio Meteorológico de Sudáfrica, la firma alemana Drift & Noise, el Instituto Alfred-Wegener de Alemania, la Agencia Espacial Alemana (DLR), la Universidad Aalto en Finlandia y la Universidad Stellenbosch de Sudáfrica investigaron las derivas de hielo, las condiciones climáticas del difícil mar de Weddell y el espesor del hielo marino. Hasta que el robot submarino envió la anhelada noticia: allí estaba el Endurance. Era el 5 de marzo, precisamente el día que se cumplía el centenario del entierro de Shackleton [falleció el 5 de enero de 1922 en Georgia del Sur, durante una expedición, pero en Montevideo, Emily Shackleton pidió que llevaran el cuerpo de nuevo a Georgia del Sur, donde fue enterrado el 5 de marzo].

El Endurance, a 3.000 metros de profundidad, en el Mar de Weddell Falklands Maritime Heritage Trust

El famoso explorador británico salió del Támesis el 1 de agosto de 1914, con el espanto de la I Guerra Mundial ya a su espalda. Pretendía cruzar a pie la Antártida, recorriendo 2.900 kilómetros a través del continente helado, desde el mar de Weddell al mar de Ross. Eran los años heroicos de la exploración de la Antártida. Poco antes, en 1911, Roald Amundsen se había convertido en el primer hombre en pisar el Polo Sur. Ese era también el objetivo de Shackleton, que al conocer la noticia se buscó un nuevo reto aún mayor: cruzaría el continente antártico. Pero el 18 de enero el Endurance quedó atrapado en una banquisa en el mar de Weddell y tras largos meses bloqueado, el magnífico bergantín de tres palos sucumbió en el hielo.

Una hazaña imprevista

La expedición de los 28 hombres de Shackleton se convirtió en una misión de supervivencia. Pasaron meses acampados en los témpanos de hielo que se desplazaban hacia el norte hasta que a bordo de los botes que habían salvado del barco llegaron a la inhóspita isla Elefante. Allí Shackelton eligió a cinco de sus hombres y en uno de los botes, el James Caird, partió el 24 de abril de 1916 en busca de ayuda a la isla de San Pedro, en Georgia del Sur.

El viaje del Endurance

En busca del barco del

explorador Shackleton

Rutas

Bote salvavidas

James Caird

Botes salvavidas:

James Caird,

Dudley Docker

y Stancomb Wills

Deriva

del Endurance

atrapado

en el hielo

Shackleton y

tripulantes rescatados

a bordo del Yelcho

Endurance

1916

Abril-Mayo

1914

5 de diciembre

Shackleton y cinco

tripulantes navegan

(y reman) en un bote

ballenero 800 millas

náuticas hasta

Georgia del Sur

El Endurance

sale de la estación ballenera

de Grytviken

Islas

Georgia

del Sur

1

1916

Abril

8

Chile

Islas

Orcadas

del Sur

Shackleton y la tripulación llegan a la Isla Elefante

9

Islas Sandwich

del Sur

1916

Agosto-Septiembre

2

1914

7 de diciembre

Shackleton rescata

a los 22 hombes que se habían quedado

en Isla Elefante.

Todos estaban vivos.

Vuelven a Chile.

Isla Elefante

Shackleton y la tripulación marchan hacia Isla Elefante

La expedición

se adentra en

la zona de hielo

Tierra

de Graham

7

6

Lugar del hallazgo

Mar

de Weddell

5

1915

21 de noviembre

1915

Febrero-Octubre

El Endurance

se hunde

La nave va a

la deriva atrapado en el hielo

4

1915

27 de octubre

Tierra

de Palmer

A las 17.00 h Shackleton da la orden de abandonar el barco

3

1915

18 de enero

Plataforma

de hielo

Tierra

de la Reina

Maud

El Endurance queda inmovilizado

por el hielo

Antártida

Fuente: Endurance22 Mapa: REMA / ABC

El viaje del Endurance

En busca del barco

del explorador Shackleton

Rutas

Endurance

Deriva del Endurance atrapado en el hielo

Botes salvavidas: James Caird,

Dudley Docker y Stancomb Wills

Bote salvavidas James Caird

Shackleton y tripulantes rescatados

a bordo del Yelcho

Islas de

Georgia

del Sur

Mar

de Escocia

1

8

9

Chile

Isla

Elefante

7

2

Tierra

de Graham

Mar

de Weddell

6

Lugar del hallazgo

5

Tierra

de Palmer

4

3

Plataforma

de hielo

Tierra

de la Reina

Maud

Antártida

1914

5 de diciembre

Georgia

del Sur

El Endurance

sale de la estación ballenera

de Grytviken

1

1916

Abril-Mayo

8

Shackleton

y cinco tripulantes navegan (y reman) en un bote

ballenero 800 millas náuticas hasta Georgia

del Sur

1916

Agosto-

Septiembre

Shackleton rescata

a los 22 hombres que

se habían quedado

en la isla Elefante.

Todos estaban vivos. Vuelven a Chile

2

1914

7 de diciembre

La expedición

se adentra

en la zona

de hielo

9

7

Isla

Elefante

Shackleton y la tripulación marchan hacia Isla Elefante

1915

21 de noviembre

El Endurance

se hunde

6

1915

27 de octubre

5

A las 17.00 h Shackleton da

la orden de abandonar el barco

Mar

de Weddell

4

1915

Febrero-Octubre

La nave va a

la deriva atrapado en el hielo

Antártida

3

1915

18 de enero

Plataforma

de hielo

El Endurance queda inmovilizado

por el hielo

Fuente: Endurance22 Mapa: REMA / ABC

Sebastián Álvaro, director del mítico programa ‘Al filo de lo imposible’, ha estado seis veces en la Antártida, dos de ellas –2003 y 2013– para seguir los pasos de Shackleton. Ahora habla con entusiasmo del «viaje en bote más rriesgado de la historia», el que siguió durante 19 días aquel pequeño grupo. Fueron unos 1.400 km hasta un lugar aislado en Georgia del Sur. Desde allí recorrieron a pie 35 km en línea recta por un itinerario imposible de grietas traicioneras y levantamientos rocosos, hasta la estación ballenera de Grytviken. Eran seis fantasmas en un horizonte blanco. «De cincuenta veces que lo hicieran morirían 49 –afirma Álvaro–, pero se unieron una serie de factores: eran valientes, y Frank Worsley era un navegante extraordinario». Hasta agosto de 1916 no pudieron regresar en busca de sus compañeros, que se habían quedado bajo el mando de Frank Wild. Cuando llegó, todos estaban vivos. Habían pasado dos años desde que el Endurance dejó el Támesis atrás.

Los miembros de la expedición Endurance22 John Shears, Mensun Bound, Nico Vincent y JC Caillens (de izda a dcha) Falklands Maritime Heritage Trust

La expedición de Shackleton de 1914 fue, en teoría, un viaje fallido. No lograron su objetivo de cruzar la Antártida a pie y el Endurance se hundió bajo el hielo. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha convertido en ejemplo de resiliencia y de fortaleza ante la adversidad. La capacidad de liderazgo de Shackleton se enseña además en escuelas de negocios. Raymond Priestley, geólogo y explorador, sentenció: «Si quieres hacer una carrera polar, elige a Amundsen; para una expedición científica, elige a Scott, pero cuando estés en medio de la dificultad ponte de rodillas y reza para que envíen a Shackleton».

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