Suscríbete a
ABC Cultural
El nombre del barco es claramente visible Fotos y vídeo: Falklands Maritime Heritage Trust and National Geographic Caption

El Endurance gemía en sus últimos días como un animal herido. O como un prisionero agonizante en el infierno blanco. La madera crujía, emitía lamentos, hasta que el hielo pudo con la resistencia del barco, uno de los mejores de la época, y se hundió ... sin remedio el 21 de noviembre de 1915 en las profundidades del mar de Weddell. Sir Ernest Shackleton (1874-1922) y el resto de la tripulación lo vieron desaparecer ante sus ojos sin que pudieran hacer nada por evitarlo. «Está aplastado más allá de toda esperanza de ser enderezado», había anotado el explorador antártico el 27 de octubre, al abandonar el barco junto a la tripulación. Su objetivo de cruzar la Antártida a pie por primera vez se había frustrado. Shackleton y sus hombres se vieron obligados a continuar una asombrosa misión de supervivencia que culminó milagrosamente con éxito. Todos se salvaron. Solo quedó atrás la pieza que se cobró el mar y que ha permanecido perdida bajo sus aguas hasta que el pasado sábado, tras casi tres semanas de búsqueda, la expedición científica Endurance22 dio con los restos del histórico barco a 3.008 metros de profundidad.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia