Cristóbal Gabarrón presentó la Capilla del Milenio

Como dijo el mismo creador de esta monumental obra plástica, esta iniciativa, que le ha supuesto dos años de trabajo, supone para él «un antes y un después», ya que la plasmación de los anhelos del hombre ante el nuevo milenio, como ya ha reflejado él mismo en su obra «Amanecer en el Nuevo Milenio», elegida por la ONU para la cumbre conmemorativa de la Asamblea del Milenio, significa la traslación plástica de conceptos articulados con la palabra escrita y hablada.

La Capilla del Milenio sumerge al visitante en la textura casi física del color como elemento vivificador de los conceptos del humanismo universal. Planificado como un programa iconográfico, con evidente vocación didáctica, los paneles que recorren los muros asumen la empresa de resumir y atrapar algunos de los acontecimientos más relevantes de la creación y vitalidad humana, desde Atapuerca a Internet.

La entrada a la antigua ermita está presidida por una calavera, mayestática, inapelable recordatorio de la finitud del hombre. Hasta llegar al muro de la cabecera, las paredes, a modo de libro, salpicadas de un vivísimo cromatismo narran la identificación común del hombre con sus semejantes, sin particularismos religiosos, políticos o étnicos. De hecho, la enorme escultura de siete metros de alto y cinco de ancho que cierra el muro de cabecera no representa a Cristo crucificado, sino a todo sacrificado por sus ideas, por sus anhelos, por su yo.

A la presentación de la Capilla del Mileno asistieron diversas autoridades. A pesar de que el vicepresidente y ministro de Interior, Mariano Rajoy, no pudo asistir por la reunión de ministros de Interior y Justicia de la UE, envió un mensaje en el que resaltó la calidad artística y los valores morales de la obra de Gabarrón.