Ha finalizado la primera vuelta de la Liga en la División de Honor femenina y a día de hoy el Adesal descendería de la máxima categoría del balonmano nacional. Porque actualmente, el representativo de la ciudad figura como colista de la clasificación con seis puntos.

Sin embargo, no cunde el desánimo en un equipo que ha tenido que pagar un precio muy elevado la fase de adaptación a la nueva competición que se le presentaba después de tan sólo cinco temporadas en competiciones de carácter nacional. Porque el Adesal ha mostrado una proyección pujante después de la quinta jornada de competición, en la que vivió su particular punto de inflexión.

Y es que en el arranque padeció de manera consecutiva derrotas contra el Zuazo, Porriño, Canyamelar, Elche y Castelldefels, que le hundieron en la clasificación. Porque, además de medirse a equipos con un mayor nivel y experiencia, se sumaron de manera consecutiva dos lesiones importantes de Alba Sánchez y Cristina Gabaldón, que dejaron bajo mínimos una plantilla forzada a ser corta por las limitaciones económicas del presupuesto.

Sin embargo, el parón provocado en octubre por los compromisos de la selección española vino bien a Adesal para recobrar fuerzas y meterse de lleno en la competición. Ya dio un serio aviso en la pista del Bera Bera, donde supo competir. Y tras ese repunte llegó la primera victoria en la Liga contra el Aula Cultural, que pudo venir enlazada de otra en la pista del Kukullaga de no ser por una desequilibrada actuación arbitral. Al menos, el Adesal se sitió tan fuerte que no discutió los puntos al Alcobendas, el tapado en la lucha por la Liga, en La Fuensanta. Y después firmó su primera victoria a domicilio ante el Alicante con la que cerró 2013.

Reacción

En el parón se produjeron las salidas de Cristina Gabaldón y Merche Fernández, dando paso a la contratación de Arantza Marín. Es decir, el equipo se quedó con una portera, ya que las opciones de mercado no convencieron, si bien es cierto que Meriem Ezbida, una de las seis canteranas que forman la primera plantilla, está dando pasos agigantados hasta el punto de que a los 18 años apunta a internacionalidades futuras. Obviamente, el club busca algo más para afrontar la segunda vuelta de la Liga.

Porque en los últimos tres partidos ya no ha acusado vértigos. Así, derrotó al Cleba León en casa para salir de los puestos de descenso en la reanudación de la Liga, mientras que cayó ante dos fuertes como Guardés y Gran Canaria apurando sus opciones hasta los últimos segundos. Por eso, su condición de colista es coyuntural y más si se atiende que hay hasta siete equipos implicados en la lucha por un descenso en el que caerán dos. Comparten la preocupación del Adesal (6 puntos) conjuntos como Kukullaga (7), León (7), Castelldefels (8), Valencia (10), Alicante (10) o Zuazo (10), que será su rival el próximo sábado. Y, en este caso, las cordobesas no irán de nuevas como sí les ocurrió en el estreno de la Liga en Barakaldo.

El entrenador del Adesal, Rafael Moreno, también coincide en el balance de la trayectoria de menos a más que ha realizado el equipo en la primera vuelta. El técnico destacó que «el equipo cambió a partir del encuentro ante el Bera Bera y ha demostrado que sabe competir con los de abajo y los de arriba, por lo que veo que tenemos opciones de lograr la permanencia».