Se presentó ayer el Gran Premio de España de Fórmula Uno que se celebrará en el circuito de Montmeló. Será la primera edición después de la coexistencia en los últimos años con el Gran Premio de Europa de Valencia.

El campeonato del mundo de 2013 ya se preveía sin la prueba del «Valencia Street Circuit», pues el acuerdo, no firmado, con el magnate de la F-1, Bernie Ecclestone, para la alternancia entre las citas valenciana y catalana es total. El mismo patrón del gran circo bolidístico fue nexo de conversaciones entre los presidentes autonómico Alberto Fabra y Artur Mas, quienes ya convinieron telefónicamente la idoneidad de esta fórmula para mantener un evento de proyección mundial en España.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, intervino ayer en la presentación de la prueba de Montmeló, que se celebrará entre los próximos 10 y el 12 de mayo, y que tendrá, según las previsiones, un impacto económico de 120 millones en la comunidad catalana. Sin embargo, Mas no eludió la posibilidad de adoptar un acuerdo para la alternancia, que es la idónea dentro del escenario económico actual.

En ese sentido, se mostró dispuesto a negociar esta fórmula para que la Fórmula Uno se celebre en años alternos y Cataluña y la Comunidad Valenciana.

En su intervención, Artur Mas señaló que el GP da «atractivo» a Cataluña porque la proyecta en el mundo y genera ocupación, y abogó por asociar el nombre de Barcelona al Circuit de Cataluña para darle más popularidad a nivel exterior.

Una tesis similar significó el alcalde barcelonés, Xavier Trias, que resaltó que con la aportación que hace el Ayuntamiento al GP, la ciudad ejerce «de capital de Cataluña y se pone al servicio del territorio, los pueblos y las ciudades».

Mas también explicó que sin la implantación de la tasa turística en el pasado año, «el Govern tendría mucho más difícil poder afrontar acontecimientos de esta magnitud en un momento de recortes».