Marcos Luengo insiste en la elegancia

La mujer a la que viste Maros Luengo no tiene edad. O no debía tenerla. Es capaz de gustar a al público más joven y también a parte de su clientela que estaba allí representada como la condesa de Torota, la marquesa de la Esperanza, Sonsoles Diez de Ribera o María Rosa Sánchez Zuloaga , referentes intemporales de la moda.

La noche y el día no están delimitados como tal. «Ya no existen esas fiestas nocturnas como tal. La mujer quiere ir elegante todo el día». Por la pasarela empiezan a discurrir sus prendas en lino; unos looks con superposición de prendas con brillos, pero sin los excesos que hemos visto en algunas propuestas de esta edición, en su justa medida.

Ese fondo marino que le ha servido de fuente de inspiración estaba en los estampados que se los ha realizado la artista asturiana que ya le hizo otra colaboración anteriormente, María Abascal , en las ricas telas que siempre utiliza el diseñador: muselinas, organzas y satenes convierten los vestidos en vaporosos y fluidos.

Las siluetas son capa sobre capa, seña de identidad, pero en este caso con las siluetas muy marcadas, y las marca con unos bolsos que se ciñen a la cintura, como grandes cinturones bolsos. Y fiel a sus orígenes , Marcos vuelve a destacar con sus complementos de bolsos XXL .

Una novia final toma la pasarela con la elegancia que resume las propuestas del diseñador. Con la originalidad de unos bolsillos exteriores que hace de hilo conductor con los anteriores looks. Felicidades.