La joven diseñadora Isabel Núñez abre la penúltima jornada de la pasarela

En esta segunda edición que presenta colección en la pasarela nacional más importante, cuenta una historia muy bonita detrás, con la que ha sido coherente en sus «looks». Un momento triste de la historia, como fue la guerra, la pinta de colores y de estampados propios..

Basado en el zoo de Varsovia , que estuvo representando en la pasarela, donde una familia salvó a miles de judíos de una muerte segura, combina en sus prendas ese punto de decadencia con la alegría que supuso el poder escapar de la muerte. La decadencia está reflejada en las prendas deshilachadas, cortadas a sangre y prendas anudadas que «son las que más me han gustado», nos confesaba antes del desfile. Y el color y los estampados propios de animales y mosaico aportan la alegría y contrarrestan la decadencia. Al igual que el uso de ricas pieles, en colores pasteles, tanto en pantalón como en cazadora.

De sus orígenes -sólo ha confeccionado seis colecciones-, que eran de celebración, de noche, cambia de registro para hacer màs prét-á-porter donde los algodones, el lino y el punto toman protagonismo. Al igual que su toque, como casi todos, de mangas abullonadas.

A golpe de piano y arpa en directo, fueron apareciendo gabardinas y chaquetas de corte masculinos pero llevadas por mujeres. Un constraste que se mantuvo a lo largo del desfile. Comtraposición unida a la de texturas, mates con pedrería.