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Las claves de la dimisión de Pere Navarro

La petición de dimisión de varios diputados, los bandazos soberanistas y la debacle electoral fuerzan la marcha del líder del PSC

maría jesús cañizares - Actualizado: Guardado en: Actualidad

Lo avanzó un miembro del sector crítico del PSC: "Pere Navarro no llegará al consejo nacional del 14 de junio". Y así ha sido. El hasta ahora primera secretario de los socialistas catalanas, que había convocado a la militancia para esa fecha con la finalidad de buscar un nuevo proyecto para un partido a la deriva, ha tirado la toalla tras una fugaz trayectoria al frente de un partido que ni ha podido controlar ni remontar.

Navarro fue nombrado primer secretario el 17 de diciembre de 2011 con la intención de poner paz entre las dos almas del PSC, la catalanista y la autonomista. Es decir, entre los ex consejeros de los gobiernos de Pasqual Maragall y José Montilla, identificados con el ala soberanista del PSC, y un aparato fuerte donde el PSOE siempre había tenido un importante ascedente. Pero el ex alcalde de Terrassa (Barcelona) no ha podido conciliar las presiones de Ferraz, que abominaba de los experimentos secesionistas, y las voces favorables al derecho a decidir liderado por el presidente Artur Mas y ERC.

Navarro pasó de hacer seguidismo de CiU y prometer que se abstendría en todas las votaciones que tuvieran que ver con ese derecho a decidir el futuro de Cataluña, a darle la espalda a los nacionalistas, previa llamada al orden del también dimitido Alfredo Pérez Rubalcaba. La actitud de Navarro ha sido muy errática en materia soberanista, algo que los sectores críticos han aprovechado para abandonar la ejecutiva, aprobar manifiestos en contra del primer secretario, reorganizarse en nuevas formaciones y, sobre todo, acudir a la indisciplina de voto para rechazar la postura de Navarro contraria al secesionismo de Mas.

Pero el detonante del cese fue la petición de dimisión de varios diputados del grupo socialista en el Parlamento catalán el pasado 27 de mayo, después de la nueva debacle electoral vivida por el PSC en las elecciones europeas, en las que pasaron del los 708.888 votos de 2009 a los 357.178 votos. Navarro prometió cambios, pero no renunció al cargo, mientras que ex consejeros socialistas firmaban un manifiesto y anunciaban la creación de un nuevo partido, lo que hizo planear el fantasma del transfuguismo a ERC, tal como hizo Ernest Maragall, quien formó parte de las listas republicanas en las europeas.

Varios nombres aparecen ahora como sucesores de Navarro. Hay quien apoya el regreso de Miquel Iceta, veterano dirigente socialista. O quienes esperan que la ex ministra Carme Chacón, que renunció a la carrera sucesoria de Rubalcaba, mueva ficha. También se habla de Rocío Martínez Sampere, pertenecientes a una nueva generación de jóvenes socialistas identificados con el soberanismo. Todas las opciones están abiertas en un partido necesitado de catarsis.

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