Ajoblanco con melón, la sopa fría perfecta para tus menús de verano

Aunque asociamos los melones al verano, lo cierto es que existen variedades típicas de invierno y otras propias del clima más cálido. Y es que este primo del pepino no deja de sorprendernos con su diversidad. Los melones de verano, entre ellos el cantalupo son muy aromáticos y más perecederos. Cuanto más tiempo pasa este melón de corteza rugosa en la planta, más y mejor aroma y sabor desarrolla. De hecho el melón cantalupo se distingue del resto ya no solo por los matices frutales sino también herbales muy intensos (como en el pepino) lo que aporta una magnífica profundidad a su sabor, un sabor tremendamente dulce y casi tropical. Perfectos para el desayuno , el postre, la merienda y entrantes como sopas frías , no nos dejarán indiferentes.

El 80% de la composición de esta fruta es agua y tiene un contenido moderado en azúcares , lo que se traduce en un aporte calórico bajo. Cuanto más intenso es el color anaranjado de su pulpa, más rico en beta-carotenos será, beta-carotenos que se transforman en vitamina A. Aportan también buenas cantidades de potasio, el magnesio y el calcio , además de vitamina C . Son además una de las frutas frescas más ricas en sodio (10 miligramos/100 gramos de producto).

Los melones se consumen normalmente frescos, son una delicia cuando están bien fresquitos, de hecho conservar melón troceado en el frigorífico es una de las opciones más fáciles para incrementar el consumo de fruta y mantenernos bien hidratados en verano, nadie se podrá resistir y a los más pequeños les encantará.

Aún así los melones se pueden consumir también en diferentes preparaciones como ensaladas , a la plancha o parrilla , con jamón , en sopas frías o macedonias. Hoy será el acompañamiento ideal para un plato muy ligero, el ajoblanco , una sopa fría de origen malagueño, que aligeramos aún más prescindiendo del pan blanco que incluye la receta tradicional. ¡Es un plato refrescante y saludable que apetece en cualquier momento!

Para la preparación podemos usar una batidora de vaso, de inmersión o un robot de cocina, cuanta más potencia, mejores resultados obtendremos. El objetivo es conseguir una sopa ligera y fina y para eso remojaremos la almendra cruda durante no menos de 4 horas. La escurrimos bien y la colocamos en el vaso de la batidora. Añadimos también los dientes de ajo cocidos , la sal y el agua.

Trituramos a máxima potencia durante un par de minutos. A partir de ahí y con la batidora en marcha , vamos dejando caer un hilo de aceite de oliva para que se emulsione y completamos 2 minutos más batidora para que quede una sopa bien fina. Refrigeramos. En el momento de servir y con la ayuda de un saca-bolas, sacamos varias esferas de melón y las ensartamos en un palo de brocheta con el que decoramos la sopa . El sabor suave del ajoblanco combina a la perfección con el toque dulce, muy aromático del melón cantalupo.

Un bol de ajoblanco bien fresquito es una opción fantástica para un entrante de cualquier comida o cena veraniega , aunque yo me lo comería hasta para desayunar! Y tú, ¿te atreves a incluir el melón también en platos salados ?