Las frutas y verduras de temporada que viven en mayo su mejor momento

Cereza. La cereza, o picota, llega con el calor y tiene una temporada bastante corta, entre mayo y julio. Las cerezas del Jerte son muy populares en el país y tienen una denominación de origen protegida (DOP). España es uno de los países que más cerezas produce y exporta en el mundo. Adobe Stock Albaricoque. El albaricoque es una fruta de temporada, es decir, solo se puede consumir fresca cuando se recolecta del árbol, entre los meses de mayo y agosto. Deja de madurar tras separarse de su rama y es importante no ingerirlo verde, porque entonces es muy indigesto y también dura. Es una fruta rica en β-carotenos. El β-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo, conforme este lo necesita. Adobe Stock Frambuesa. Aunque en mayo ya se empiezan a ver las primeras frambuesas, los mejores meses para disfrutarlas de temporada son entre julio y octubre. Al tratarse de una fruta muy delicada y perecedera, es conveniente guardarla en un envase llano, sin amontonarla, y consumirla lo antes posible. Adobe Stock Níspero. Con la primavera los nísperos se cargan de frutos amarillos del mismo nombre, con su color brillante como preludio del verano y ese sabor entre dulce y ácido. Es una fruta muy rica en vitaminas y cuenta con minerales. Destacan las vitaminas A, C, E y las del grupo B: B1, B6, B2 y B9. Su color amarillo anaranjado proporciona también carotenos. Los nísperos también pueden consumirse cocinados, incluso como acompañamiento en platos salados, salteados como guarnición de carnes o en pequeños dados incorporados en la ensalada. ABC Bienestar Fresa. Según los expertos de Soy de temporada, los fresales florecen desde finales de invierno hasta comienzos del verano, y sus frutos maduran durante toda la primavera hasta finales de verano, por lo que los fresones y las fresas comienzan a aparecer en el mes de abril. y siguen desarrollándose en el mes de mayo. Sus propiedades favorecen la circulación sanguínea y el deseo carnal. Adobe Stock Nectarina. La nectarina es una variante de melocotón sin vello ni pelusa, y no una hibridación entre melocotón y ciruela como mucha gente piensa. Se cultiva desde hace siglos, pero no es hasta recientemente cuando su interés ha favorecido incrementos de producción local. Se puede consumir además de cruda, en multitud de postres, como bizcochos, mermeladas, macedonias de frutas, o tartas. España es un gran exportador de nectarinas a nuestros vecinos europeos. Adobe Stock Melocotón. El melocotón es una fruta muy aromática, carnosa y deliciosa que puede comerse con piel bien lavado o sin ella. Ideal para tomar a mordiscos como una manzana, es muy utilizado para hacer compotas, mermeladas o postres pero también como acompañamiento en platos salados como carnes a la brasa o para aportar un contrapunto dulce a preparaciones como el ajoblanco. Es una fruta rica en fibra, agua, antioxidantes, betacarotenos y ácidos nicotínico, málico, patogénico y cítrico. Contiene vitaminas A, B1, B2, B6 y E así como minerales como azufre, calcio, cobre, fósforo, hierro, magnesio, manganeso y potasio. Adobe Stock Aguacate. Es un fruto tropical que requiere temperaturas muy cálidas, por lo que se cultiva muy poco en la península: destacan sobre todo los aguacates de la costa Tropical. Los expertos de Soy de temporada dan un pequeño truco para saber su punto de madurez: quitarle el botón superior y mirar el color del fruto. Si es verde, aún estará duro. Si es marrón, está pasado. Si es amarillo, ¡está perfecto! Adobe Stock Zanahoria. Con ella se pueden hacer bases para pizza, cremas... La zanahoria es rica en betacaroteno o provitamina A que en el organismo se transforma en retinol o Vitamina A. Esta vitamina permite mitigar la acción de los radicales libres y fortalece tanto las uñas como el pelo (ayuda a la producción de sebo que beneficia el cuero cabelludo). Adobe Stock Haba. Según los expertos de Soy de temporada, las habas frescas tienen una temporalidad muy corta, y pueden aguantar en el frigorífico unos cuatro días. Es un producto muy recomendable por sus numerosas propiedades nutricionales. Esta legumbre se encuentra en su mejor momento los meses de abril y mayo. Adobe Stock Ajo. Tal como informan los expertos de Soy de temporada, el ajo se recolecta en primavera y se almacena para poder consumirlo todo el año. En buenas condiciones, se puede conservar durante mucho tiempo. Aunque su olor fuerte pueda molestar a algunos, tiene un montón de beneficios para la salud y es un antibiótico natural. Adobe Stock Alcachofa. Muy popular por la conocida como dieta de la alcachofa, que fue amadrinada en los años 90 por numerosos rostros conocidos, se le atribuyen propiedades casi milagrosas para la pérdida de peso, sin embargo, esta hortaliza tiene numerosas propiedades nutricionales además de ser muy versátil en la cocina. Entre sus beneficios destaca su capacidad de reducir el colesterol y los triglicéridos gracias a la presencia de cinarina. Adobe Stock Acelga. La acelga es una verdura cultivada durante todo el año aunque la mejor época para su consumo va desde el final del otoño hasta el comienzo de la primavera, Además, es una verdura de muy bajo contenido calórico, rica en agua, fibra, vitaminas y minerales. Adobe Stock Endivia. Según los expertos de la Fundación Española de la Nutrición, la temporada óptima de las endivias empieza en los meses de otoño hasta los meses de verano. Aunque es aconsejable consumirla lo antes posible, puede aguantar en el frigorífico unos cinco días. Adobe Stock Espárrago. Se pueden hacer en la sartén, en una tortilla, servirlos enrollados en jamón serrano... Los espárragos son ricos en vitaminas A, C, E, vitaminas del grupo B (B1, B2, B6) y vitamina K, ácido fólico, especialmente importante durante la gestación, minerales como el hierro, calcio, fósforo, sodio y antioxidantes (betacaroteno, el tocoferol y selenio), además de aportar fibra, un elemento a tener muy en cuenta en nuestra dieta. Adobe Stock Guisante. Según los expertos de Soy de temproada, aunque comunmente se consideran verduras, los guisantes pertenecen a la familia de las leguminosas. Los meses de primavera son los más indicados para consumir sus dulces granos que, al ser tan tiernos, a diferencia de otras legumbres, se pueden comer crudos. Adobe Stock Lechuga. Este vegetal puede disfrutarse todo el año, y se cultiva en todos los climas, por lo que es un producto natural recién cultivado. Los cuatro tipos de lechuga verde son muy beneficiosos para la salud al ser unas verduras que aportan importantes dosis de vitaminas, antioxidantes y nutrientes. A la hora de escoger este producto hay que fijarse en que las hojas, cuanto más oscuras, más nutritivas son. Tiene bajo índice de calorías y un efecto saciante que sirve como dieta adelgazante. Adobe Stock Champiñón. Las setas y champiñones prosperan en la humedad; por eso el mejor momento para consumirlos es el otoño, aunque también se encuentran en temporada el mes de mayo. Algunas variedades se pueden cultivar en casa de manera fácil, mientras que estén en una zona oscura, húmeda y fresca. Adobe Stock Brócoli. No sabemos si es su olor o su sabor, pero este vegetal no es muy amigable... El brócoli es un antioxidante que aporta vitamina C y vitaminas del grupo D y, aunque no se ha demostrado en individuos, tiene muchas más propiedades desconocidas para muchos como la de combatir enfermedades cardiovasculares. Adobe Stock Rábano. Se trata de un tentempié perfecto, ya que pueden consumirse crudos y son muy fáciles de transportar. Los que encontramos más habitualmente en el mercado son los de color rojo por fuera y blanco intenso en su interior, con un sabor ligeramente picante, una textura crujiente y solemos llamarlos rabanitos. Resultan sabrosos y aportan un plus de textura a cualquier plato, si bien lo más habitual es tomarlos en las ensaladas. Como tienen muy pocas calorías, son perfectos para tomar entre horas. Adobe Stock Cebolla. La cebolla es un alimento con bajo contenido energético. Dicen desde la FEN (Fundación Española de Nutrición) que en la composición de las cebollas se ha de tener en cuenta su contenido en minerales y vitaminas. Las cebollas son fuente de potasio mineral que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso. Adobe Stock