La vida secreta (y la otra) de las palabras en el Diccionario de la RAE

En los tiempos del «smartphone» , todo va muy deprisa, a toda leche, incluso las polémcias. La RAE limpia, fija y da esplendor , como hace 300 años, solo que tiene el mostrador abierto las 24 horas y grandes ordenadores que «escuchan» internet a ambos lados del Atlántico, atentos a la caza de voces nuevas. La vida secreta que las palabras tenían en el salón de plenos de la calle Felipe IV es hoy prácticamente un trabajo retransmitido para 500 millones de hablantes.

Y con la inclusión de las nuevas 1.697 enmiendas, la Academia Española ha mostrado buenos reflejos. De hecho, acaba de añadir una acepción a la voz «matrimonio» sobre la unión de personas del mismo sexo a una semana de las celebraciones del «orgullo». Aquí hay más que reflejos. Hay marketing de comunicación, o sentido y sensibilidad de la oportunidad estratégica. Ya nadie puede acusarles de vivir encerrados en una urna a los académicos. Igual merece hasta tener su honorífica carroza la RAE durante el desfile .

Bromas aparte, nunca estuve de acuerdo con Julio Cortázar cuando llamaba al Diccionario de la RAE (DRAE) el «cementerio de la Real Academia», ni puedo estarlo con el provocador García Márquez , que lamentaba que la Academia solo apruebe las palabras cuando están tan gastadas que parecen casi muertas. ¡Si acaban de aceptar friki, canalillo, clitoridiano y okupa! El «dios de las palabras» al que el Nobel pidió la abolición de la ortografía, debe estarlo flipando (que flipar también estaba aceptada).

Pero el orden alfabético del mundo siempre depara sorpresas. Porque, puestas una contra otra las nuevas palabras y acepciones se producen casos muy curiosos, como pueden ver aquí .

Que después de las filtraciones de documentos en el Vaticano, la entrada «vaticanismo» está junto a «USB» parece un guiño a quienes se llevan en lápiz usb los documentos confidenciales. Que «sudoku» figure junto a «sushi» es lo más normal del mundo, etimológicamente hablando. Y ya es divertido que pepero figure junto a peñazo y sociata junto a SMS, pásalo...

Las tendencias retratan a los hablantes: economía, política, sexo y tecnología . La gran oreja de la RAE está atenta al latido del mundo en el que su papel de guía no se entiende ya sin el trabajo online con las 22 Academias. Y el matrimonio gay es una anécdota comparado con las nueve enmiendas de la voz riesgo, que tienen mucho que ver con la prima, la deuda y el cumplimiento de nuestras obligaciones financieras en un mundo global para lo malo casi siempre antes que para lo bueno. Además, para compensar la plausible crítica de la Iglesia católica frente a la acepción de matrimonio gay, también han aceptado papamóvil. Ya digo, en la RAE están muy pero que muy modernos. Y supongo que un pelín preocupados. Si la primera voz que han añadido es «acojonamiento» será por algo