Galicia
La investigación siembra de dudas los motivos de una maniobra «negligente»
Salvo indisposición de la tripulación, nada explica el viraje «forzado a babor» y el caso omiso a 18 avisos
Pasado el primer impacto del naufragio que conmocionó este martes a la provincia de Pontevedra, donde tres marineros perdieron la vida y dos continúan aún desaparecidos, la investigación se centra ahora en conocer las causas que llevaron al «Mar de Marín», un arrastrero de 27 metros de eslora, a colisionar contra el «Baltic Breeze», un mercante de 164. Toca ahora despejar una incógnita que muchos ven difícil de explicar. Así lo confirman a ABC fuentes cercanas a la investigación, que apuntan a que se baraja cualquier hipótesis susceptible de ser tenida en cuenta en este tipo de sucesos.
No obstante, pese a que la vía del «error humano» es la que este martes se contemplaba con más fuerza, los investigadores siguen sin encontrar respuesta a uno de los principales interrogantes del incidente que acababa con el pecio marinense en el fondo del mar, a 57 metros de profundidad y a una distancia de 1,4 millas al sureste del islote de Boeiro. «¿Por qué una tripulación con tanta experiencia comete una maniobra tan negligente?», se pregunta la fuente consultada. Una cuestión no menor que, según comenta, trata de dilucidar la comisión investigadora, a la que remitían los armadores de los barcos implicados en el suceso con el objetivo de «evitar aventurar hipótesis».
Y es que nadie encuentra explicación a que el arrastrero, con diez avezados marineros a bordo, enfilase la proa del mercante pese a los avisos realizados por el centro de control, hasta 18 según confirman a ABC.
El mercante, «libre de culpa»
En el momento de la colisión, el pesquero, que salía de Vigo tras descargar las capturas en el puerto, invadía el carril del carguero «con un viraje forzado a babor» que le hacía cruzarse en la trayectoria del mercante. Es el recorrido que describe con todo detalle el Sistema de Identificación Automática (AIS), que no deja lugar a dudas sobre la responsabilidad del «Mar de Marín» en el suceso. «Tenía que haber caído a estribor. La maniobra que hizo el barco antes de hundirse no se entiende», aseguran a este diario expertos en navegación.
Coinciden en ello los investigadores, que exculpan al mercante en los primeros pasos de la comisión judicial, pareja a una propia que ha abierto el Ministerio de Fomento con el objetivo de aclarar las causas que rodean al accidente marítimo. Tampoco se descarta que en el momento del siniestro el patrón se viese indispuesto por alguna razón médica que, en todo caso, revelará el resultado de la autopsia.
Quien no pone en duda la decisión del patrón, uno de los fallecidos, es el armador del «Mar de Marín». Francisco Freire defendía este miércoles la profesionalidad de Alejandro García Castro, al mando del pecio en el momento del siniestro, al tiempo que justificaba que «si hizo [el patrón] una maniobra que en principio nos parece extraña, estoy seguro de que tuvo una razón».
En estos términos se manifestaba este miércoles a la salida del cuartel de la Guardia Civil, a donde acudían los supervivientes para declarar. Todos ellos coincidieron en señalar que se encontraban en la cubierta en el momento del impacto y que la premura del naufragio —el barco se hundió en apenas unos minutos— impidió que algunos lograsen ponerse el traje salvavidas.
Esperando la caja azul
Será este jueves cuando, tras dos jornadas fallidas, la primera por las condiciones meteorológicas adversas y la segunda a la espera de la inspección de la zona, los dos buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) se baje al pecio. Tratarán no solo de confirmar o descartar que los dos marineros aún desaparecidos continúan en su interior, sino de hacerse con la «caja azul», que contiene los parámetros de navegación. Lo harán acompañados por el remolcador «Sar Gavia», que lleva a bordo una campana de inmersión para facilitar la bajada de buceadores.
Este miércoles, el «Don Inda», también de Salvamento Marítimo, se trasladaba a última hora de la tarde a la zona del hundimiento del pesquero «Mar de Marín», con el robot ROV a bordo, con la intención de realizar una inmersión y comprobar su estado.
Por otra parte, los efectivos que en la jornada de este miércoles se concentraban en la zona exterior de las rías de Pontevedra y Arousa —en la playa de Lanzada se localizó uno de los chalecos salvavidas del arrastrero—, reanudan este jueves el rastreo.
