Doña Letizia dona tres conjuntos para la muestra «España de Moda»

«No se trata de una tesis, sino de una muestra de carácter narrativo y emotivo, apelando a la nostalgia de ese periodo histórico que aún tenemos muy presente», según ha indicado su comisario, Juan Gutiérrez, responsable de Indumentaria Contemporánea del Museo del Traje.

Jesús del Pozo es uno de los diseñadores ausentes, al no disponer de ningún conjunto que se adecuase al discurso que se quería dar, aunque en la misma no faltan algunos nombres relevantes de alta costura como Balenciaga o Pedro Rodríguez, enfrentados a algunos diseños «de moda de calle» y firmas de confección más populares.

Una pequeña selección de complementos abre el recorrido, con zapatos, tocados y sombreros muy representativos del diseño español, que da paso a maestros de la alta costura de los años 60 de firmas como Lino, Balenciaga, un impresionante vestido bordado de Pedro Rodríguez o Flora Villarreal, quienes contribuyeron a mantener una industria de las bordadoras, «ahora desaparecida». De los 70 y la «Transición a medida» se muestran modelos, aún de alta costura, como Pedro del Hierro, Pedro Delgado, Elio Berhanyer o Pertegaz o un diseño de Herrera y Ollero donado por la cantante María Dolores Pradera.

En «Pioneros del prêt-à-porter», a caballo entre la década de los 70 y los 80, se muestran «looks» de Loewe, Berhanyer o Pertegaz, todos ellos en punto; a los que siguen algunos como Montesinos, Manuel Piña o Adolfo Domínguez. De finales de los ochenta se incluyen modelos de Agatha Ruiz de la Prada o Sara Navarro, mientras que de los noventa aparecen conjuntos de Ángel Schlesser, Lemoniez, Custo, Antonio Pernas o Felipe Varela, el diseñador «favorito» de la Princesa de Asturias. La muestra concluye con una pequeña selección de moda nupcial, en la que se pueden contemplar diseños de Vitorio y Luchino, Chus Basaldúa, Lorenzo Caprile o Sara Navarro.

Las prendas, creadas por algunos de los diseñadores españoles más destacados, dialogan con la estética de carteles, revistas y demás material gráfico, en los que se evidencia la creciente especialización de las publicaciones de moda. «España de Moda» parte de la década de los 60 hasta llegar a la actualidad, y repasa, según su comisario, Juan Gutiérrez, responsable de Indumentaria Contemporánea del Museo del Traje, «un largo período en el que la moda española cambia de forma radical».

Así, en el recorrido de la muestra, en el que los internautas han colaborado para seleccionar algunos de los conjuntos que se muestran, se pueden ver esa transformación, desde sus inicios en los años 40, vinculados al concepto de alta costura hecha a medida para una clientela «muy selecta», hasta el apogeo de las firmas de prêt-â-porter y las grandes cadenas de confección.

La creación en 1940 de la Cooperativa de la Alta Costura Española otorga, según Gutiérrez, a la industria nacional de la moda una «relevancia notable», con talentos creativos como los de Pedro Rodríguez y varias generaciones de modistas formados en la técnica artesanal que perduraron hasta la década de los setenta, cuando el cambio social modificó el sistema de producción.

Para el comisario de la exposición, en 1974, con el franquismo tocando a su fin, un nuevo impuesto sobre el lujo supone «la sentencia de muerte» de la costura española, que obliga a grandes firmas a «echar el cierre» mientras que otras se reconvierten para convivir los ecos de una moda fastuosa con los primeros diseños de prêt-à-porter con nombres como Loewe, Pertegaz o Elio Berhanyer . La transición a la democracia, a mediados de los 80, da a luz un excelente momento creativo para la moda española, con algunas firmas reconocibles hoy para el gran público como Sybilla, Manuel Piña, Ágatha Ruiz de la Prada o Francis Montesinos.

Los sesenta conjuntos elegidos dan una idea, según Juan Gutiérrez, de la «amplitud» de los fondos de la moda española conservados en las colecciones del museo, con una de las colecciones de alta costura más completas del mundo, y contribuyen a dar visibilidad a su parte más contemporánea, «poco desarrollada» en la exposición permanente.