La película pro Castro que prohibió Castro
Wikileaks desvela que el régimen vetó el documental «Sicko» porque mostraba hospitales de difícil acceso para los cubanos
ESTEBAN VILLAREJO
La sanidad pública es uno de los supuestos logros cacareado hasta la saciedad por la dictadura castrista. El régimen saca pecho hasta el punto de que se permite exportar médicos a Venezuela, a cambio de petróleo. ¿Pero hasta qué punto ese mito revolucionario es también ... de cartón piedra en la vida diaria de los cubanos? Pues la respuesta puede estar en uno de los cables de «Wikileaks», a los que Fidel Castro otorga la cualidad de «haber puesto de rodillas a EE.UU.».
Según un cable de la sección de intereses de EE.UU. en La Habana, el régimen castrista habría prohibido en la isla el documental «Sicko» —del director Michael Moore, azote de Bush con películas tales como «Bowling for Columbine» o «Fahrenheit 9/11»— porque el resultado de la tesis, que intentaba contraponer las bondades del sistema sanitario público cubano frente a los supuestos desmadres del estadounidense , podía volverse contra las propias autoridades cubanas. Sencillamente, describía una situación sanitaria en Cuba tan idílica que habría tenido un efecto bumerán para el régimen, según argumentan los diplomáticos estadounidenses, informa Efe.
Hospital Hermanos Ameijeiras
Tras su estreno en 2007, la sección de intereses de EE.UU., mostró la película a sus empleados cubanos, algunos de ellos «se mostraron tan indignados con la clara tergiversación que en ella se hacía de la realidad de la sanidad cubana que abandonaron la sala», informa Efe. El cable dirigido al Departamento de Estado argumenta: «El Gobierno cubano sabe que es pura invención y no quiere arriesgarse a una reacción violenta [de la población] mostrándoles instalaciones que no están a disposición de la mayoría».
Y es que, como en tantas otras facetas de la realidad socioeconómica cubana, hay una Cuba para los unos y otra Cuba para los otros.
El cable revelado por Wikileaks describe las impresiones de un funcionario de sanidad estadounidense tras su visita al hospital Hermanos Ameijeiras —construido en 1980, el edificio más alto del distrito Centro Habana—, ejemplo de «la alta calidad del sistema sanitario cubano», según el documental «Sicko». «La única forma que tienen los cubanos para acceder a los servicios de ese hospital es mediante soborno o algún enchufe dentro de la administración del centro».
Altos cargos reniegan
«Los cubanos están muy resentidos por el hecho de que el mejor hospital de La Habana no sea accesible para ellos», señala el texto, según el cual otro hospital, el Calixto García, ofrece una imagen más correcta de la experiencia sanitaria de la población cubana: algo más de espera y avances tecnológicos menos punteros. El cable revelado por el diario británico «The Guardian» asegura también que altos funcionarios del régimen castrista, empezando por el mismísimo Fidel —quien fue operado por un cirujano español—, desconfían del sistema sanitario cubano y reciben ayuda exterior o viajan para someterse a intervenciones quirúrgicas.
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