La abuela africana de Obama reza para que se convierta al Islam

La abuela de Barack Obama ha estado acompañada en su ritual peregrinaje a la Meca por su hijo, Said Hussein Obama, y cuatro nietos. La familia, de medios modestos, ha sido agasajada por las autoridades de Arabia Saudí. Y por ello han expresado su profunda agradecimiento por la "amable hospitalidad" del rey Abdullah, que este miércoles ha sido operado de un doloroso problema de espalda en el Hospital Presbiteriano de Nueva York.

Encuestas en Estados Unidos coinciden en que aproximadamente uno de cada cinco americanos cree que Obama profesa la religión del profeta Mahoma . Algún sondeo, como el realizado este verano por el Pew Research Center , incluso apunta cómo el número de estadounidenses convencidos de que su presidente es musulmán ha subido significativamente desde su toma de posesión, hasta situarse en casi un treinta por ciento de la población americana, incluso antes de que estallase la pasional polémica sobre la construcción de una mezquita junto a la "zona cero" de Nueva York.

Todas estas percepciones erróneas son negadas por la Casa Blanca y atribuidas a deliberadas campañas de manipulación, con insistencia en que el presidente de Estados Unidos es un "comprometido cristiano", aunque no pertenezca a ninguna congregación en la capital Washington tras su problemática experiencia en Chicago con el polémico pastor protestante, Jeremiah Wright. Ahora no se sabe de ningún clérigo que actúe como asesor espiritual del presidente.

Parte de toda esta leyenda urbana sobre la condición de cripto-musulmán de Obama se basa en el hecho de que se fotografió una vez con turbante durante una visita a Kenia en el 2006 y vivió desde los seis a diez años en Indonesia , país que alberga la mayor población islámica del mundo. El futuro presidente de Estados Unidos residió en la capital Yakarta durante y después del matrimonio de su madre, Ann Dunham, con el indonesio Lolo Soetoro. El padrastro era musulmán y durante aquellos años, el entonces Barry se escolarizó primero en un colegio católico y después en un centro público, que sus enemigos políticos han intentado transformar en una madraza integrista.

Desde su llegada a la Casa Blanca, ha trascendido que uno de los ayudantes personales del presidente, Joshua Dubois , se encarga de enviarle todos los días un pequeño pasaje religioso. Motivos de inspiración y reflexión espiritual sacados de fuentes diversas y que llegan a veces a las 5:30 de la mañana hasta el BlackBerry especial que utiliza Obama. En otros momentos, se sabe que el presidente reza en privado. Y cuando lleva a su familia a Camp David para los fines de semana, un capellán de la Armada ha impartido catequesis a sus dos hijas.

A lo largo del tortuoso proceso de decisión para escalar la guerra de Afganistán, también se supo que el presidente y comandante en jefe consultó de forma privada con algunos líderes religiosos sobre el debate ético en torno al uso legítimo de la fuerza. Proceso en el que ha apreciado y citado las opiniones de Reinhold Niebuhr, teólogo protestante que ha escrito sobre la teoría de la "guerra justa".

Durante su intervención el pasado febrero junto a José Luis Rodríguez Zapatero en el desayuno nacional de oración celebrado en la capital de Estados Unidos, el presidente Obama indicó con ironía que la gente reza para superar grandes obstáculos y "les aseguro que estos días yo estoy rezando mucho" .