Dos españoles muertos en el terremoto de Haití

Los cadáveres han sido localizados por los servicios de rescate que están actuando tras el seísmo, y dos de las hijas del matrimonio, Alexandra y Estefanía, han reconocido ya a sus padres.

Una tercera hija, María José, que se encontraba en España está volando ya hacia Haití, país en el que se encontraban sus padres arreglando diversa documentación con motivo de una herencia.

La casualidad ha hecho además que esta misma mañana el Ayuntamiento de Torrejón haya hecho entrega de 15. 000 euros a la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras para las labores de rescate que están desarrollando en Haití y, especialmente, en la capital del país caribeño, Puerto Príncipe. Los bomberos de esta misma ONG fueron los que rescataron el cuerpo de los dos vecinos de Torrejón fallecidos.

Sus amigos y familiares han enviado recientemente un comunicado a los medios en los que agradecen el seguimiento de los medios pero piden «ante todo respeto». En el documento, el hermano de María Jesús Plaza, José Carlos, explica que una de sus sobrinas sufre una dolencia renal crónica y que otra de ellas no abandonará el país si no es con los cuerpos de sus padres y con sus dos hermanas, por lo que ruega «al máximo responsable del Gobierno español que haga todo lo posible para repatriar a los 5 miembros de mi familia» como desean las hijas del matrimonio fallecido.

Poco antes el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, había informado de que habían localizado "sanos y salvos" a 87 españoles, de los 111 que componen la colonia en Haití, aunque "no todos tenían que estar en ese momento" en el país caribeño.

En declaraciones a TVE, el ministro añadió que calculan que "quedarían todavía cinco, seis o siete" españoles por localizar, ha recordado que la situación en el país y las comunicaciones siguen siendo muy complicadas.

"Cada hora que pasa tenemos la buena noticia de constatar que la mayoría de los españoles están en situación satisfactoria", manifestó.

Preguntado por la tarde sobre el paradero de la diplomática y la subinspectora de la Policía españolas desaparecidas, Pilar Juárez y Rosa Crespo, respectivamente, Moratinos se mostró prudente y aseguró que no tienen datos fiables. "Hasta que no tengamos los datos definitivos sería prematuro pronunciarse", zanjó.

Moratinos recalcó que el terremoto que ha asolado el país caribeño es el "desastre natural de mayor magnitud" que ha sufrido la comunidad internacional y será una prueba para que se vuelque, exprese su solidaridad "y, sobre todo, ese deber que tenemos con Haití".

"A ver si entre todos podemos sacar Haití hacia el futuro, con esperanza, y ayudar a un pueblo que se merece un futuro mejor", señaló.

Consideró que la propuesta de Francia de celebrar una conferencia internacional sobre Haití "se abrirá camino" y que así lo propondrá la UE porque, una vez evaluados los daños del terremoto, es necesario "reunir en torno a una mesa a todos los actores internacionales" y "comprometerles" en la reconstrucción.

La conferencia, indicó, deberá apoyar la "institucionalidad de la propia Haití, que empiece a funcionar de nuevo el Estado", además de la aportación de ayudas económicas que atiendan las necesidades de la ciudadanía.

El ministro aseguró que la comunidad internacional "trabaja ya de forma más coordinada" sobre el terreno y que el objetivo es, en primer lugar, "salvar cuantas más vidas mejor", atender las urgencias y, posteriormente, evaluar los daños y reconstruir un Estado "que ha sido devastado".

Así, explicó que el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia -quien se encuentra en Haití- ha mantenido ya "contactos formales" con el presidente del país, René Préval, el representante personal del secretario general de la ONU, el de la Unión Europea y la embajada de Estados Unidos.

Como presidente de turno de la UE, el Gobierno se puso en contacto "desde el principio" con la responsable de la Política Exterior de la Unión, Catherine Ashton, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y el presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, para que, en virtud de la aplicación del Tratado de Lisboa, todas las instituciones asuman su responsabilidad.