Karzai aventaja en menos de 10.000 votos a Abdulá, según los primeros datos
“Las elecciones son una especie de teatro en el que la comunidad internacional tira de los hilos y los políticos y pueblo afganos no son más que simples marionetas”. Qader Farokh, director del Teatro Nacional de Afganistán se adelantó a la rueda de prensa ... en la que los responsables de la Comisión Electoral Independiente anunciaron los primeros resultados oficiales de las elecciones del pasado jueves, que otorgan a Karzai una ligera ventaja sobre Abdulá Abdulá. Con un salón repleto de periodistas, observadores internacionales, diplomáticos, militares y responsables de los principales candidatos, como público, los responsables del organismo electoral protagonizaron una sesión tan caótica y confusa como todo el proceso electoral hasta el momento.
Los datos ofrecidos en la versión original en dari, no coincidían con los datos de la traducción en inglés y, para redondear la puesta en escena, tampoco con los números que se mostraban en los gráficos proyectados en dos grandes pantallas. Susurros, protestas, indignación y una llamada a la calma desde el estrado para insistir en que “quien tenga dudas que consulte la página web de la comisión” . Todo aclarado.
Tras efectuar el recuento de votos del diez por ciento de los centros electorales –2.697 de los 24.367 centros-, Hamid Karzai obtiene 212.929 votos (41%) , mientras que Abdulá Abdulá se quedaría en 202.889 (39%) . En tercer lugar, a mucha distancia, se sitúa el candidato de la minoría hazara Ramazán Bashardost, con 53.740 votos. Unos números muy parejos que causaron sorpresa tras las repetidas denuncias de fraude por parte del ex ministro de Exteriores que acusa a Hamid Karzai de haber comprado “miles de votos” en el sur y este del país. Horas antes de conocerse los resultados preliminares, Abdulá ofreció precisamente una rueda de prensa para calificar el recuento de “farsa” e insistir en su teoría del “fraude masivo”.
Los apenas diez mil votos de diferencia también sorprendieron debido a las filtraciones por parte del equipo de Karzai que anunciaban un “setenta por ciento” de los votos a favor del que ha sido cabeza visible del estado en los últimos ocho años, tal y como apuntó su ministro de Economía, Hazrat Omar Zakhilwal en base a los informes de sus observadores sobre el terreno.
Las elecciones se han convertido en un tema extremadamente delicado y los organismos y misiones de observación internacionales miden sus palabras ante las nuevas complicaciones que cada día surgen en torno al recuento y las filtraciones son tabú. La Comisión Electoral no es ajena a la convulsión internacional y, en una decisión poco habitual en un país sometido a un fuerte tutelaje, ofreció los primeros datos oficiales de forma totalmente autónoma. Datos que algunos expertos señalaron “no se pueden considerar casi ni orientativos ya que quedan por incluir provincias enteras y esto cambiará mucho de aquí al final”. Entre estas provincias las más pobladas del sur y este donde más complicado fue votar por la falta de seguridad y desde donde más denuncias de fraude están llegando a los medios.
Año más sangriento
El enviado especial de Barack Obama al frente “Af-Pak”, Richard Holbrooke, restó importancia a las acusaciones de fraude al considerar que éstas forman parte de la "política al estilo afgano", según unas declaraciones efectuadas a la cadena CNN. En un intento por calmar los ánimos, el diplomático estadounidense, muy activo en la última semana, recordó que “no nos debe sorprender que la democracia sea imperfecta" en un país que ha sufrido “dificultades únicas" como Afganistán. Con sesenta mil hombres desplegados, la mayor parte en la auténtica línea del frente, Washington mira con lupa estas elecciones en las que se está poniendo en juego uno de los pilares de la que se ha convertido en su misión prioritaria en política exterior.
Con la batalla por la instauración de la democracia seriamente afectada por la baja participación y las denuncias de fraude masivo, la batalla militar va aun peor. Otros cuatro soldados estadounidenses perdieron la vida en el sur del país y ya son 41 los caídos este mes de agosto. 2009 se ha convertido en el año más sangriento para las fuerzas de OTAN que en lo que llevamos de año han perdido a 295, de ellas 172 bajas americanas, con lo que se superan los 294 muertos de todo el año anterior. Las cosas no marchan bien y el General Stanley McChristal, mando supremo de la misión de OTAN, reclama a los miembros de la misión el envío urgente de refuerzos para poder hacer frente a una insurgencia cada vez más efectiva.
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