¿Piratas en Europa?

Las autoridades marítimas internacionales, a petición de Interpol, están intentando localizar el cargo “Arctic Sea”, con tripulación rusa, que presuntamente ha sido secuestrado por piratas. El barco, que pudo haber sido atacado en el Báltico o el mar del Norte, lo que sería la primera acción de piratas en Europa a imagen de lo que está ocurriendo frente a las costas de Somalia, emitió su última comunicación, sin levantar sospechas, el 29 de julio a su paso por el Canal de la Mancha.

El misterio rodea todos los elementos de este caso. Los quince tripulantes denunciaron el 24 de julio a la Policía de Suecia haber sido abordados por piratas en el Mar Báltico, después de haber dejado el puerto filandés de Jacobstad, donde habían recogido un cargamento de madera para entregar el 3 de agosto en Argelia. El barco, de 3.988 toneladas, es de propiedad lituana y bandera maltesa.

Según la denuncia, diez hombres armados que alegaban ser una patrulla antidroga atacaron la embarcación y ataron a la tripulación. Tras un registro se habrían marchado doce horas después con el bote inflable con el que habían llegado, sin llevarse nada y únicamente dañando ligeramente el sistema de comunicaciones del barco.

Los siguientes contactos del “Arctic Sea” con los servicios de guardacostas de países ribereños fueron normales. El de Dover, en el lado inglés del Canal de la Mancha, asegura no haber sospechado nada. “Quién iba a pensar que un barco secuestrado podía pasar por una de las aguas del mundo con más supervisión y tráfico. Es extraño que un barco que ha sido secuestrado pase por el Canal entre los ferrys cargados de personas que van para el día a hacer compras a Calais”, ha indicado Mark Clark, de la Agencia Marítima y de Guardacostas del Reino Unido.

Interpol alertó al servicio de Dover el 3 de agosto de que el “Arctic Sea” había sido secuestrado, pero para entonces el cargo ya había atravesado el Canal. La última vez que se detectó su rumbo, según las autoridades británicas, fue en la medianoche del 30 de julio, a la altura de punta de Cornualles . Una patrulla aérea portuguesa habría localizado después su rastro en el Atlántico.

La explicación del extraño caso podría radicar, según diferentes especulaciones, en que por propia iniciativa o por actuación de piratas el barco esté implicado en el contrabando de armas u otras mercancías; en que haya sido secuestrado para pedir un rescate, pero el cargamento de madera no superaría 1,2 millones de euros, lo que no es excesivo valor; o en que haya desaparecido para cambiar su identidad.