VIAJAR

El secreto que esconde la Catedral de Cádiz bajo el mar y que puede visitarse

Se trata de una cripta construida entre 1730 y 1732 por Vicente Acero, que garantizó la resistencia del material aunque se encuentre situada bajo el nivel del mar

La ruta imprescindible por los pueblos blancos de Cádiz que recomienda National Geographic

El curioso motivo por el que la Catedral de Málaga es conocida como 'la manquita'

Catedral de la Santa Cruz de Cadíz Catedral de Cádiz

A.T.

Sevilla

La Catedral de Cádiz, conocida formalmente como «Santa Cruz sobre el Mar» o «Santa Cruz sobre las Aguas», es una estructura monumental que guarda en su interior siglos de historia y secretos fascinantes. Popularmente llamada la Catedral Nueva, en contraste con ... la Catedral Vieja del siglo XVI, esta majestuosa edificación no solo destaca por su belleza y grandiosidad, sino también por un misterio que yace bajo sus cimientos: una cripta sumergida bajo el nivel del mar que puede ser visitada y explorada.

Recorrido histórico

La historia de la Catedral Nueva está marcada por un evento devastador. La Catedral Vieja, una construcción gótica encargada por Alfonso X El Sabio, sufrió graves daños a lo largo de los siglos XV y XVI y fue finalmente destruida por un incendio en 1596 durante el ataque de una escuadra angloholandesa liderada por el almirante Howard y el conde de Essex. Tras este trágico suceso, se emprendió la construcción de una nueva iglesia de estilo manierista bajo la dirección del ingeniero militar Cristóbal de Rojas y el maestro mayor del obispado Ginés Martín de Aranda, consagrada en 1602.

Con el crecimiento de la ciudad y el traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz en 1717, la ciudad experimentó un auge económico significativo. Este florecimiento impulsó al Cabildo a emprender la construcción de una catedral que reflejara la prosperidad y el esplendor de Cádiz. Las obras de la nueva catedral comenzaron en 1722 bajo la dirección del arquitecto Vicente Acero, quien dejó su huella en el diseño barroco del edificio. Sin embargo, a lo largo de los 116 años que tomó completar la catedral, diversos arquitectos asumieron el mando, incluyendo a Gaspar Cayón, Torcuato Cayón, Miguel Olivares, Manuel Machuca y finalmente Juan Daura. Este prolongado periodo de construcción se reflejó en la mezcla de estilos, desde el barroco inicial hasta el neoclásico que predomina en la fachada y las torres.

La cripta: un secreto bajo el mar

Una de las características más intrigantes de la Catedral de Cádiz es su cripta, situada bajo el nivel del mar. Construida entre 1730 y 1732 con piedra ostionera, la cripta contrasta notablemente con la opulencia del mármol de la parte superior del templo. Vicente Acero, al diseñar esta bóveda vaída casi plana, demostró su pericia arquitectónica al garantizar la resistencia del material ante las condiciones del entorno.

Este espacio circular, dotado de una impresionante sonoridad debido a su proximidad al mar, es un lugar de leyenda y misterio. La humedad del ambiente y el sonido de las olas al tocar sus muros crean una sensación única. En este recinto descansan los prelados (superior de un convento o comunidad eclesiástica) que han fallecido en Cádiz desde la consagración de la Catedral Nueva, con el Cristo de Aguiniga, traído de América en el siglo XVII, presidiendo el lugar.

Un lugar de descanso para ilustres gaditanos

La cripta también es el lugar de descanso final para dos figuras prominentes de Cádiz: el compositor Manuel de Falla y el poeta José María Pemán. La tumba de Falla, realizada en piedra de Sierra Elvira, refleja su vínculo con Granada, mientras que la de Pemán, en mármol blanco, está adornada con balaustres de bronce y un Toisón de Oro.

Una de las figuras más enigmáticas de la cripta es «la niña de la comunión», cuyo cuerpo incorrupto, vestido de blanco, reposa en una de las esquinas. Esta figura ha dado lugar a numerosas leyendas, aunque la más documentada señala que se trata de Santa Victoria Mártir, traída desde Italia por el obispo de Túsculo.

Además de estas fascinantes historias, la catedral alberga la custodia procesional más alta de España, de los siglos XVI y XVII, que mide 5,47 metros y pesa más de 390 kg. También se encuentra el Ecce Homo de la Capilla de San Sebastián, la primera obra documentada de la artista barroca Luisa Roldán.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios