Probamos el Moto X, el «smartphone» que está «escuchando» constantemente

Llevamos unos pocos meses probando el Moto X en ABC con un resultado muy satisfactorio, teniendo en cuenta que es un teléfono de gama media. Si acaso a alguien le asaltan las dudas, sí, se nota mucho la diferencia entre Moto X y Moto G, sobre todo en el peso y tamaño.

Hay veces que cuando te preguntan los puntos positivos sobre un producto, no los tienes claros porque no destaca en nada. No es el caso del Motorola X. El teléfono tiene dos características que nos han gustado mucho, uno es el sistema de notificaciones y el otro es el reconocimiento de voz, donde se nota el «expertise» de Motorola en hardware y el fantástico software de Google.

Motorola tiene razón en una cosa: todos repetimos el mismo gesto decenas de veces al día pulsando un botón para encender la pantalla del móvil y consultar las últimas notificaciones. El Moto X simplifica este proceso, al sacar el teléfono del bolsillo, al moverlo o al cogerlo, la cámara detecta un cambio de luz y muestra las notificaciones en pantalla sin que tengamos que tocar nada. El logro más importante del sistema, no está en mostrar las notificaciones, sino en que todo el proceso es de bajo consumo, es decir, todo ocurre sin que el rendimiento de la batería baje.

Respecto al reconocimiento de voz, se nota mucho la experiencia de Google con el dispositivo de realidad aumentada Google Glass y el software para poder utilizarlas simplemente con la voz . La otra parte de este genial sistema es el procesador exclusivamente dedicado a la interpretación del lenguaje de bajo consumo de Motorola, lo que le permite estar «escuchando» continuamente, por si en algún momento décimos «OK Google Now» sin agotar la batería del teléfono. Los comandos de voz funcionan incluso cuando el teléfono está en el bolsillo, perfecto si llevamos unos auriculares o al subir a un coche conectado por Bluetooth.

Físicamente el teléfono es fino y ligero, acabado en plástico, que es lo habitual en la gama media, donde no se espera que el teléfono esté construido con otros materiales de más calidad. Otra peculiaridad de Moto X es que el teléfono, si lo pedimos directamente a Motorola, se puede personalizar el acabado para hacerlo más único, con colores y materiales diferentes, tanto la parte frontal como la trasera. Por ejemplo, podemos elegir el color del frontal entre blanco y negro y la parte trasera en bamboo o madera. Veremos si la personalización también llega a España y conserva el atractivo precio de Estados Unidos de 74,99 dólares con contrato.