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Las tecnologías y la televisión son herramientas poderosas en manos de los menores que agudizan sus carencias. Los contenidos de ficción en la tele desprestigian la autoridad de los padres y alimentan la insensibilidad ante la crueldad
Redes sociales, internet, uso indiscriminado de móviles y la televisión como órgano docente. La crisis de valores que viven nuestros jóvenes tiene en las nuevas tecnologías un vehículo idóneo que, irónicamente, cuenta con el beneplácito de los progenitores.
Desarrollados para ejercer el control paterno y ... utilizados para escapar de él, los móviles son el amigo imaginario favorito de nuestros hijos. Un 10% de los menores utiliza los móviles para grabar peleas que luego cuelgan en internet y el 32% usa el teléfono para molestar a terceros. Y todo con la venia de la tecnología 3G. Un estudio elaborado por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid establece un amenazante vínculo: la grabación de escenas violentas con el móvil aumenta diez veces la probabilidad de que un profesor sea objeto de las mismas.
Internet en general y las redes sociales en concreto suponen un canal paralelo para que los menores se comuniquen de espaldas a sus mayores de temas relacionados con la violencia, el sexo explícito y las drogas. Pero el verdadero peligro es que ellos jamás llegan a tener la sartén por el mango: acceso incontrolado al perfil, suplantación de identidad, indexación en buscadores globales y resultar etiquetado en una foto o un vídeo sin consentimiento son algunos de los peligros a los que el usuario de redes sociales se puede ver expuesto si no toma precauciones.
La influencia mediática
Los contenidos televisivos suponen una enorme influencia en los jóvenes pero se presentan erróneamente. Según Alejandro Perales, de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), los contenidos de ficción de la televisión no es que generen más violencia o pérdida de valores, pero sí alimentan la insensibilidad ante la crueldad.
Según un estudio de esta asociación, las series desprestigian la autoridad de los padres y menosprecian el esfuerzo y la disciplina. por lo que los medios deben reflexionar sobre ello.
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