Orlando Bloom sigue los pasos de Cristiano Ronaldo y Chris Hemsworth sumándose a la crioterapia

La transformación física de Orlando Bloom para el rodaje en The Cut es más sorprendente incluso que la de Chris Hemsworth para ser el villano de Mad Max o la de Zac Efron para meterse en la piel de un luchador en El clan de hierro. Los dos actores ya estaban en una forma física sobresaliente antes de interpretar los dos papeles referidos. También Paul Mescal, aunque en menor medida, antes de prepararse para Gladiator 2. En cambio, Orlando Bloom no estaba tan en forma: seguía manteniendo la línea puesto que no superaba los 83 kilos —dicho por él mismo en una entrevista con Deadline— pero no lucía un cuerpo tan definido a nivel muscular como el que tiene ahora.

Para lograr este cambio físico, el actor, pareja de la cantante Katy Perry, con la que tiene una hija en común (Daisy, 4 años), trabajó con el nutricionista Philip Goglia. El plan de alimentación que este diseñó para el actor le sorprendió porque «comía más de lo que esperaba para mantener la masa muscular pero perder peso». Entre otras peculiaridades de la dieta, tomaba una cucharada de miel por la noche para mantener la masa muscular y al mismo tiempo perder grasa. Así estuvo tres meses, en los que bajó su peso hasta los 77 kilos, para luego perder todavía más kilos, hasta dar 70 en la báscula, comiendo solo cinco comidas pequeñas al día, la mayoría de «atún y pepino, nada más», reconoce el actor en la citada entrevista.

A este exigente plan nutricional, Orlando Bloom sumó otro plan, el de entrenamientos. «El régimen de entrenamiento era muy intenso. Eran dos horas de cardio todos los días, una hora por la mañana y otra por la noche, y luego boxeo, y luego pesas, y una cantidad muy limitada de comida», explica. Incluso cuenta que llevo a perder 4 kilos y medio en agua —perdió en total más de 20 kilos para el personaje— en una noche gracias a una rutina típica de los boxeadores antes del pesaje: darse un baño caliente con sales de Epsom.

En este plan de entrenamiento, y más teniendo en cuenta lo reducido de los plazos, la recuperación física es un pilar esencial. Y es ahí donde también Orlando Bloom ha incluido en su entrenamiento el recurso de moda para cuidar el cuerpo después de una sesión física intensa: los baños en agua helada o crioterapia.

Como el mencionado Chris Hemsworth, que llegó a darse estos baños en una bañera improvisada en el set de rodaje de su última película, rodada en un paraje natural sin apenas recursos de este tipo, como el propio Zac Efron y también como deportistas que cuidan al máximo su cuerpo, con Cristiano Ronaldo a la cabeza, Orlando Bloom ha mostrado en redes sociales que también ha recuperado sus exigidos músculos con estos baños fríos.

Los famosos que recurren a la crioterapia no son una excepción; de hecho, es habitual que se preparen estas zonas de recuperación en vestuarios de equipos de deportes colectivos como el fútbol. Benzema y Mbappé (cuando jugaba en el PSG) son algunos de los jugadores que han publicado vídeos recuperando en agua helada y más recientemente, esta misma pretemporada, el F.C. Barcelona compartió una imagen de jugadores como Lewandowski o Raphina en una bañera con agua helada al aire libre durante un entrenamiento de verano.

El centro especializado en recuperación, Rekovery, explica que la crioterapia «es una técnica que involucra el uso terapéutico del frío extremo para tratar diversas afecciones físicas». Puede ser el hielo, pero también gases criogénicos o sistemas de enfriamiento especializados los recursos para enfriar y controlar la temperatura del agua.

A grandes rasgos, está técnica de recuperación consiste en realizar inmersiones en agua, generalmente en una bañera o similar, que tiene una temperatura entre 8 y 10 y hasta los 15 ºC. Estos baños duran varios minutos, entre 10 y 20 aproximadamente, y se programan después del entrenamiento. A veces se combinan con contrastes en sauna o agua caliente, en función de las necesidades del deportista o actor.

El objetivo principal de estos baños en agua helada, apuntan desde Rekovery, es «reducir la inflamación y aliviar el dolor, lo que lo convierte en una herramienta valiosa en la fisioterapia y rehabilitación». De hecho, además de para lesiones agudas como esguinces o para aliviar dolores crónicos, la crioterapia es recomendable, apuntan desde la clínica especializada, para combatir la sobrecarga muscular y para ayudar en un proceso de rehabilitación deportiva. «Cuando los músculos se han sometido a un esfuerzo excesivo, como en deportes intensos, la crioterapia puede aliviar la fatiga muscular y reducir la inflamación», apuntan desde Rekovery sobre el primero de los usos mencionados. Sobre el segundo, la rehabilitación, destacan que ayuda a «mantener su rendimiento y reducir el riesgo de lesiones».

Además, hay deportistas que utilizan mucho la crioterapia en su plan de entrenamientos que también destacan de estos baños en agua helada su capacidad para ayudar a nivel mental al deportista.

Por ejemplo, el atleta de ultrarresistencia Rich Roll y embajador de On explica que «Sumergirte en agua con hielo puede actuar como un antidepresivo, además de calmarte y despejar la mente; es bastante eficaz». Esta afirmación del deportista está secundada por estudios científicos —por ejemplo, este: 'Efectos sobre la salud de la exposición voluntaria al agua fría: un tema de debate permanente'— que señalan que los baños en agua helada podrían tener beneficios para la salud mental.

De lo que no hay duda, al menos entre los preparadores deportivos de famosos y deportistas profesionales, es de los beneficios de la crioterapia como técnica de recuperación y rehabilitación. Estos son los usos, salvo excepciones, que le dan a los baños de hielo los actores que se someten a grandes transformaciones físicas en un tiempo muy reducido de tiempo, como ha sido el caso de Orlando Bloom para The Cut, película que ya puedes ver en cines.