Cómo cambiar tu cuerpo en un año

Te has marcado un reto, cambiar tu cuerpo , y para hacerlo tienes que comenzar por transformar muchas de las rutinas que hasta ahora tenías establecidas. Solo de esta forma mantendrás en el tiempo tus logros. “Debes comprender el efecto de los alimentos en tu cuerpo y salud para poder hacer un cambio de hábitos duradero (…). Tienes que aprender a cambiar hábitos en tu casa para poder disfrutar de cuidarse por dentro y por fuera”, cuenta María Hernández-Alcalá , bioquímica y directora del sistema Futurlife21 en el que defienden que en 21 días uno es capaz de adquirir nuevas costumbres y sentir lo bien que éstas sientan: “para demostrarse a sí misma que puede elegir bien, verse mejor y disfrutar diariamente. Es necesario que la persona se motive y note mejor la energía, menos ansiedad, más felicidad, y que físicamente se vea mejor”, explica Hernández-Alcalá.

La clave es por tanto aprender a comer , no a hacer una dieta exprés que tendrá un efecto rebote cuando se termine. Y para ello es imprescindible no tanto contar calorías como conocer bien qué ofrecen los alimentos nutricionalmente hablando. “Tienes que saber comprar en el supermercado, saber llenar tu carro, tu despensa y tu nevera, y después preparar recetas ricas y apetecibles, si no disfrutas de comer no lograrás mantener el habito de cuidarte”, argumenta la especialista, quien recuerda que “comer es una necesidad y ademas un placer diario, no debemos olvidar que cuidarse y disfrutar tienen que ir de la mano siempre”. Afirmación con la coincide el experto Jorge Herranz , director de clases colectivas del centro David Lloyd Aravaca: “Esto es fundamental. Suele decirse, con total acierto, que un cuerpo bien definido empieza a trabajarse en la cocina, y así es. Comer bien es ante todo una apuesta por tu salud; estar sano te hace estar más enérgico y te permite rendir mejor en el gimnasio o en tu rutina deportiva escogida”.

Se trata por tanto de decantarse siempre por la opción saludable sin que por ello resulte un gran sacrificio ni tener que prohibir nada, solo moderar su consumo como expone la bioquímica: “Fomentamos evitar al máximo los ultraprocesados , especificando ingredientes como azúcar, grasas vegetales, harinas refinadas, edulcorantes artificiales… (…) Comer bien tiene que ser común para todos, por lo que elegir alimentos saludables debe ser prioritario para todo el mundo, adultos, niños y mayores”.

La otra gran pata sobre la que se sustenta una vida sana es, como no, el deporte. Aquí también es fundamental ponerse en manos conocedoras de la materia para que el rendimiento que se obtenga de la actividad sea el mayor posible y de paso hacer que ésta vaya acorde a tus gustos y capacidades físicas. Como aclara Herranz, “ depende mucho de las motivaciones e intenciones de cada uno (…). Si los objetivos comienzan en la pérdida de peso, deberíamos buscar prácticas de alta intensidad (el llamado Hiit), como pueda ser Body Attack o incluso nuestro Bootcamp, inspirado en los entrenamientos militares y con diferentes circuitos donde se puede llegar a perder más de 600 calorías por clase. Pero esa pérdida de peso hay que compensarla con ganancia muscular en la mayoría de los casos, y en esa línea el Body Pump o una secuencia establecida por tu entrenador personal en la sala del gimnasio son las mejores opciones”.

De nada sirve salir a correr si te resulta aburrido o empezar a hacer crossfit sin asesoramiento si empiezas a hacer ejercicio desde cero, necesitas dar con aquella disciplina que te de un extra de motivación . “Para la gente a la que más pereza le de acudir a un gimnasio, lo más recomendable son las clases colectivas sin duda, pues pasarán cerca de una hora inmersos en una energía de grupo y con un profesor que les irá dando indicaciones en todo momento. Para quien le guste mínimamente el boxeo o las artes marciales, recomiendo Body Combat ; quien quiera trabajar con cargas de peso todos los grupos musculares pero le cueste el entrenamiento individual en sala, recomiendo Body Pump; y quien quiera quemar calorías bailando y con un plus de diversión, nada como Zumba o la nueva disciplina el Ole Fit, que trabaja la quema calórica con ritmos y movimientos inspirados en el flamenco”, recomienda el experto en fitness.

Una vez elegida la rutina de ejercicios hay que tirar de fuerza de voluntad para no desistir en la práctica. Vencer a la pereza es la parte que más cuesta pero solo de esta forma se llegará a alcanzar el objetivo buscado. “Es muy importante que la frecuencia sea continuada, de unos 4-5 días por semana . El abandono en las primeras semanas de entrenamiento es sinónimo de "derrota", y el organismo, tanto a nivel físico como mental lo interpreta como un "no soy capaz". Y por eso hay que intentar obligarse aunque sea hasta coger un mínimo tono físico , que nos permita ya avanzar o perfeccionar los entrenos”, puntualiza Herranz.

Por último, no hay que olvidarse de unir a estos dos ejes el descanso como algo imprescindible junto con el hecho de estar convencido de querer hacer el cambio y de no tener miedo a fallar. Puede que el camino parezca complicado al principio pero tú tienes la llave para hacer que no lo sea.