Michael Jordan rebaja a 12 millones la mansión que no logra vender

Una casa fuera de lo común. El estreno el pasado mes de abril de “El último baile”, el documental que narra la carrera e intrigas de Michael Jordan parece haber aumentado aun más su popularidad, un desafío que parecía imposible y que sin embargo se ha reflejado en el aumento de ventas de las icónicas Air Jordan y demás productos de los que es imagen. Sin embargo, parece no haber sucedido lo mismo con su mansión de Chicago. Más de 8 años en venta. La residencia está situada en Highland Park y se puso a la venta por primera vez en febrero de 2012 por 24,5 millones de euros. Sin embargo, ni la popularidad de su propietario ni el vanguardista diseño han conseguido que se venda. Desde aquel momento ha ido bajando de precio paulatinamente hasta llegar a los 13 millones el pasado octubre. Pero eso no ha sido todo, desde que comenzase la pandemia del Covid-19 la cifra ha descendido todavía más hasta alcanzar los 12 millones. Puro lujo en 5.000 metros cuadrados. Entre otras excentricidades no falta una piscina infinita con un césped en el centro que se convierte en el foco de atención del amplio terreno de 2,8 hectáreas en el que también hay un mini campo de golf, pista de tenis, porche y varios cenadores. Personalización excesiva. Otro de los factores que probablemente dificulten su venta es la extrema personalización de cada detalle, como si de un museo se tratase. Hasta la verja de la entrada posee el emblemático 23 grabado. Un barrio lujoso... pero no lo suficientemente exclusivo. Aunque su situación estratégica pueda resultar bastante apetecible, no es el barrio más exclusivo de la zona, de hecho las casas más lujosas se encuentran a varios kilómetros. El motivo de que esté tan alejada reside en el deseo de Jordan de mantener la máxima privacidad, y eso precisamente ha sido lo que ha podido jugar en su contra a la hora de venderla. Altos techos y amplios ventanales. En cuanto a la superficie, posee más de 5.000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas donde las formas sinuosas y los altos techos se hacen con el protagonismo. Estilo vanguardista con un toque personal. La residencia posee diferentes salones en los que no falta una decoración vanguardista que sigue los gustos del baloncestista, así como referencias a su carrera en la cancha. Elementos que probablemente el nuevo dueño elimine si no es un fan acérrimo. Construida en 1995. Jordan mandó construir la casa desde cero y ordenó que todas las estancias tuviesen una disposición con formas curvilíneas, amplios ventanales e incluso claraboyas en el techo con las que conseguir un extra de luz. Aires retro con un toque masculino. El jugador residió en esta mansión 19 años, de ahí que su impronta siga presente en las habitaciones. La mayoría de los muebles siguen una línea de aires retro en los que no faltan los detalles en madera de roble y piel. Atención al detalle. No faltan tampoco las obras de arte ni los muebles cuidadosamente seleccionados. Un ejemplo lo encontramos en la mesa de la imagen, inspirada en las calles de Bagdad. Amplia bodega. El jugador de los Chicago Bulls es un amante del vino, por eso no podía faltar una bodega con capacidad para más de 10.000 botellas. 9 dormitorios y 19 baños. Sus 9 dormitorios y 19 baños aseguran la independencia de cada uno de los huéspedes, que podrán disfrutar de comodidades como vestidor y jacuzzi. No podía faltar una cancha de baloncesto. Jordan se encargó también de construir una cancha de baloncesto donde poder entrenar y disputar partidos amistosos. Cada detalle está cuidado al máximo, como por ejemplo los nombres de sus hijos junto a su logotipo “Jumpman”. Además incluye un salón con vistas al mismo para que sus invitados disfruten del espectáculo. Sin embargo... resulta imposible venderla. Como curiosidad, comentar que en 2015 como aliciente para incentivar su venta, la inmobiliaria prometía a los compradores pares ilimitados de Nike Air Jordan de por vida.