El código de estilo de las chanclas de verano que nunca deberías saltarte

«Las sandalias son uno de los accesorios que más nos enmarca en la época estival y más connotación de relax tiene, por eso mismo hay que tener cuidado con que tipo de sandalia eliges», explica a Summum Silvia Foz, consultora y formadora de comunicación y marca personal, quien tiene muy claro cuáles son las que mejor funcionan por su carácter relajado pero no excesivamente informal. «Las más recomendadas serían las de tipo pala o cruzada, de piel e incluso cogidas por detrás», apunta.

Obviamente el diseño de la sandalia importa, pero lo que en realidad hay que tener en cuenta a la hora de lucirlas es el cuándo. La ocasión y el entorno en el que vayan a ser utilizadas son los que determinan el código de uso, especialmente si nos referimos al ámbito laboral que suele ser el más estricto y complejo de descifrar. Es por eso que hemos querido acudir a la experta en imagen para tratar de dar respuesta a la duda que asalta cada verano: ¿se pueden llevar sandalias a la oficina?

«A la hora de llevar sandalias en el ámbito profesional es importante tener en cuenta el tipo de empresa en la que trabajas, su cultura organizacional y valores ya que no es lo mismo el código de vestimenta o dress code para una empresa conservadora que una más vanguardista o tipo startup», determina Silvia Foz, quien añade tres puntos más a considerar a la hora de decantarse por este tipo de calzado como son el estilo personal de cada uno, el cargo que desempeñas en el negocio y lo que quieras transmitir, de qué manera quieres ser percibido como profesional. «Se debe tener en cuenta que tu imagen personal forma parte de tu comunicación no verbal y de tu marca personal a la hora de promocionarte como profesional. Por lo que es importante vigilar tu apariencia y que es lo que quieres comunicar», insiste.

Lo fundamental para no limitar la utilización de las sandalias a las vacaciones es, por lo tanto, tener muy claro que la atmósfera acompaña.

«Se trata de adecuar las sandalias a tu tipo de vestuario, si para tu empresa es correcto ir vestido de forma casual podrás apostar por unas tipo Birkenstock más actuales y modernas o incluso tipo Camper de velcro si la empresa es más desenfadada y joven. Por el contrario si es una empresa más conservadora podrías optar por un tipo de zapato más como un mocasín o una sandalia cerrada que no se vean los dedos», puntualiza la especialista en comunicación y marca personal, quien aconseja que sean siempre en tonos neutros como el negro o el marrón salvo que el trabajo esté orientado a la creatividad. «Si tu estilo y la empresa donde trabajas está relacionada con la moda, la creatividad o el diseño podrás optar por un estilo de sandalias más acordes, creativas y de diseño o incluso de colores atrevidos», señala Foz.

Quienes se vean en esta última tesitura en la que el sector para el que trabajan permite unas reglas de vestuario laxas y nada limitantes, pueden aprovechar jugar con la moda y explorar algunas de las tendencias que han surgido en torno a las sandalias como la de llevarlas con traje o con calcetines. Sobre la primera –la nueva dupla favorita de celebrities como David Beckham–, la experta incide en que es cuestión exclusivamente de actitud que funcione si tu trabajo te lo permite pero, sobre la segunda, se muestra tajante con su opinión salvo que te declares un 'fashion victim': «Noooo, las sandalias siempre mejor sin calcetines», matiza