Código de estilo de los guantes
Así se lleva el accesorio por excelencia del invierno

Existen dos versiones muy diferentes del origen de los guantes. Por un lado, como símbolo de distinción de la nobleza sin el cual era impensable salir a la calle; por otro, como meros protectores de quienes llevaban a cabo trabajos manuales. En cambio para nosotros, pese a que sigan utilizándose en ambos casos, ha pasado a tener una única finalidad: abrigar nuestras manos con la llegada del frío. Razón más que de sobra que han hecho de este accesorio todo un imprescindible de cada invierno.
Y es que para sobrevivir a las bajas temperaturas no solo se necesita un buen abrigo, sino unos accesorios adecuados que además aporten un plus en lo que a estilo se refiere.
Opciones hay cientos. Desde los sofisticados modelos de piel pensados para llevar con traje hasta los de tejido deportivos propios de la alta montaña o los clásicos de lana. Lo importante es dar con ese par que además de ser de calidad y sentarte bien (sí, los guantes también tienen tallas en fución del ancho y largo de tu mano) caliente tus dedos como debe. O, mejor aún, contar con dos pares en el armario para tener siempre una alternativa…por si acaso, porque los guantes son junto con los calcetines esos pobres complementos que más sufren el mal del desparejamiento cuando les cortamos la etiqueta. Y aunque puede que en un futuro terminemos luciendo un modelo en cada mano sin importar el color o el material del que están hechos, de momento seguimos necesitando de la uniformidad para que el resultado del look sea perfecto.
Porque, aunque no lo parezca, los guantes son capaces de empujar un look bueno hacia el territorio de lo excepcional . De hecho, si hacemos caso de ese mantra que dice que las manos son nuestra carta de presentación, está claro que un buen envoltorio no puede hacer más que mejorar la apariencia.
Su sola presencia puede añadir dramatismo y delicadeza a nuestros movimientos, sobre todo cuando nos referimos a este complemento en un contexto más formal. Aquí entra en juego el protocolo, quien establece que su código de uso es muy similar al del sombrero . Es decir, a excepción de los modelos largos, deben ser retirados al saludar a alguien, al entrar en un recinto cerrado o antes de empezar a comer.
En el caso de la etiqueta para las mujeres , es importante tener en cuenta que cuanto más corta sea la manga, más largo deberá ser el guante; del mismo modo que no hay que olvidar que la elección de la longitud deberá adecuarse al momento del día, dejando los más cortos para el día y ganando centímetros según vayan pasando las horas.

¿Y cómo se llevan en el día a día? Las reglas en este terreno son mínimas. El gusto personal manda. Basta con que queden bien ajustados y dejen cubiertos la muñeca para que puedan ir por dentro del abrigo. El resto corre por cuenta del estilo de cada uno, que dependerá del momento para el que se necesiten.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete