Cremades entrega en mano al cardenal Omella su auditoría sobre abusos en la Iglesia católica

En la práctica, la información ya había sido entregada a lo largo del fin de semana, sin que las versiones contradictorias difundidas desde ambas partes permitan conocer con exactitud ni el cuándo ni el cómo, aunque sí permiten constatar el intercambio constante de llamadas, correos electrónicos y 'whatsapp' entre el bufete de abogados y la cúpula del Episcopado. A última hora, desde Cremades & Calvo Sotelo intentaron concertar una cita presencial para la entrega, aunque la complejidad en cuadrar agendas no ha permitido el encuentro hasta la mañana de este miércoles. Mientras tanto, y para no incumplir el último plazo que se habían autoimpuesto, acabaron presentando la documentación «de manera digital».

Aunque no han trascendido detalles del encuentro, la seriedad con la que los protagonistas aparecen en las fotografías facilitadas, evidencian la tensión que se ha vivido entre las partes en los últimos meses, causadas por el retraso en la entrega, como por los contenidos del informe y los gastos presentados por la auditoría.

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De acuerdo al comunicado pactado por ambas partes, el cardenal Omella ha recibido el informe «de manos de Javier Cremades, presidente del despacho. En el acto de entrega ha participado el catedrático Jorge Cardona, coordinador del estudio». Cardona, miembro del equipo de trabajo desde su constitución, sustituyó como responsable del informe a Alfredo Dagnino, hace unos meses, cuando fue despedido por Javier Cremades.

De acuerdo a la misma nota, el cardenal Omella «ha agradecido el esfuerzo realizado por el equipo de personas encargado por el despacho para la realización de esta herramienta que se incorpora a las que ya tiene la Conferencia». Además, «la CEE está ya estudiando su contenido para integrar aquellos contenidos de relevancia en los propios trabajos de la Conferencia y publicarlo próximamente», probablemente antes de comenzar las fiestas navideñas.

Según ha podido conocer ABC, la información recibida por la Conferencia Episcopal, cerca de 13.000 páginas impresas, consta de un informe de unos 1.200 folios y unos anexos de alrededor de 11.500. El texto principal recoge «lo esencial» de la auditoría encargada por el despacho, mientras que los anexos recopilan, en su mayor parte, la legislación vigente y protocolos de trabajo de ostras Iglesia europeas y americanas.

Además, facilita las transcripciones de las entrevistas realizadas con víctimas por parte del despacho (la última vez que facilitó datos al respecto hablaba de unas doscientas) y las actas de las reuniones mantenidas con los obispos, con las oficinas diocesanas y de las congregaciones, y las asociaciones de víctimas, así como las recogidas en las reuniones del equipo de trabajo.

Sin embargo, a pesar de la profusión documental, los obispos que han podido acceder al informe no se muestran contentos con el resultado. Además de las críticas al retraso -el propio cardenal Omella reconocía hace unos días que «el informe Cremades llega un poco tarde»-, también cuestionan su metodología, sobre todo a la hora de contabilizar los casos. «Suma los casos que ha recibido por diferentes fuentes, sin verificar si están o no duplicados», han explicado a ABC las mismas fuentes.

Tal como demostró ABC, el reenvío de casos sin verificación llevó a que el faso abuso denunciado por un grupo de católicos apareciera en todos los informes, tanto en el Defensor del Pueblo, como por el diario 'El País', e incluso fuera enviado por algunas oficinas de la Iglesia, diocesanas y de las congregaciones. Además, según desveló el secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán, el falso caso también había sido recogido por Cremadesen el borrador que les envió antes de la Asamblea Plenaria, aunque reconoció que en una versión anterior -el informe coordinado por Alfredo Dagnino- aparecía como «no verificado». Sin embargo, al ser eliminada esa parte en versiones posteriores del informe Cremades, al falso caso se le daba total credibilidad.