Las discrepancias sobre la investigación de abusos llevan al bufete de Cremades a prescindir de uno de los coordinadores

Además, la deriva de los acontecimientos en estos días ha tenido otra consecuencia. Las discrepancias en el grupo investigación han llevado al bufete Cremades & Calvo Sotelo a prescindir de uno de los coordinadores de los equipos de trabajo, Alfredo Dagnino, que había sido el principal autor del informe completo que los obispos reclaman a Cremades.

Sin embargo, a pesar de que los obispos no tendrán este viernes ninguna comunicación remitida por Cremades, como ya ha dejado claro, de momento prefieren no hacer valoraciones. La carta que le enviaron hace diez días planteaba que «si dicha entrega no se produjera en este plazo, se entendería que se habían incumplido los términos de contrato, que en su presentación se estimaron en un año aproximado de duración». Pero fuentes de la Conferencia Episcopal han señalado que esperarán «a que se cumpla el plazo antes de tomar una decisión».

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También evitaron hacer cualquier valoración sobre el nuevo aplazamiento y los pasos que tomarán a partir de ahora con la auditoría que, ellos mismos, encargaron al bufete de abogados en febrero de 2022 para que se realizara en un año, y ya acumula nueve meses de retraso.

La Conferencia Episcopal no tiene fácil dar una respuesta rápida. En estos momentos el presidente de los obispos, el cardenal Juan José Omella, se encuentra en Roma para participar en el Sínodo y no se espera su regreso hasta finales de mes. De esta forma si quieren tomar una decisión colegiada para responder al ultimátum tendrá que postergarse hasta la próxima ejecutiva o la Asamblea Plenaria, previstas ambas para noviembre. Salvo que ya estuviera tomada en una hoja de ruta aprobada por la Comisión Permanente que se reunió a finales de septiembre. En todo caso, se deberá programar una reunión telemática extraordinaria para tratar el tema.

Lo cierto es que, de momento los obispos sólo dispondrán, para esas fechas, de un resumen ejecutivo que, en ningún caso colma sus expectativas. De hecho, algunos de ellos ya han podido ver un informe completo, que es el que querían que Cremades les entregara en este plazo. «Hemos visto el informe de dos mil páginas, y está muy bien, no entendemos por qué no se nos entrega ya y podemos cerrar la cuestión», corroboraron a ABC fuentes de la Conferencia Episcopal.

Sin embargo, la verdadera causa del conflicto no es de fechas, sino de contenidos. Ese informe completo, según han podido ver algunos prelados, ha sido elaborado por uno de los tres grupos de trabajo en que se ha dividido el equipo de Cremades y que ha estado dirigido por Alfredo Dagnino, expresidente de la Asociación Católica de Propagandistas y, hasta hace unos días, miembro del bufete de abogados.

Dagnino es además quien, en los últimos meses, se ha reunido personalmente -en algunos casos de forma telemática- con cada una de las diócesis y congregaciones religiosas para recabar los datos y toda la información que tenían sobre los abusos en su circunscripción.

Por esa razón, las cifras de ese informe completo estarían muy cerca de las que la propia Conferencia Episcopal hizo públicas en su informe 'Para dar luz', que en su versión más actualizada de mayo de 2023, reconoce 728 abusadores desde 1950 y, al menos, 927 víctimas. Unos datos que otros miembros del equipo de Cremades consideran «demasiado complacientes con la Iglesia».

De ahí la decisión de última hora de Javier Cremades de no presentar ese texto, para que fuera revisado por otros miembros del equipo de trabajo. Una iniciativa que suscitó un gran malestar entre Cremades y Dagnino y que ha llevado al bufete a prescindir del que, hasta ahora, era uno de los coordinadores del proyecto y socio de la firma por una pérdida de confianza.

De hecho, en la web del bufete, en el apartado de las fichas de sus socios, el espacio dedicado a Alfredo Dagnino aparece vacío y con un mensaje de error. De esta forma, Dagnino, quien en otro momento fue presentado como puente entre el equipo de trabajo y los obispos, queda fuera de la investigación. Ya no se encargará de la revisión que pretende realizar Javier Cremades.

El temor de los obispos es que los encargados de esa revisión sean los que consideran «demasiado complaciente» el texto original y que, incluso, se realice una proyección matemática a partir de los datos constatados, lo que elevaría los casos estimados a miles, algo a lo que siempre se han opuesto.

Es el caso de Portugal, donde a partir de unas cuatrocientas denuncias se estimó que las víctimas desde 1950 podrían ser, al menos, 4.815. Sin embargo, con respecto a esta cuestión, fuentes del despacho de Cremades, han confirmado a ABC que «desde este equipo de trabajo no se va realizar ninguna proyección, como se ha hecho en los casos de Portugal o de Francia». Por contra, sí que añaden que «se han realizado muchas entrevistas con víctimas».