Aprender a programar desde los 6 para encontrar al Bill Gates español

Consiguen emigrar a Estados Unidos donde estudian Ciencias de la Computación en la prestigiosísima Universidad de Harvard. Hadi termina trabajando para Microsoft y, posteriormente, crea su propia empresa que acaba vendiendo a esta compañía por una cantidad millonaria y decide hacerse filántropo. Hadi pensó que la mejor forma de devolverle a la sociedad la oportunidad que había tenido en la vida era fomentando la programación en los niños . Así crea una plataforma para enseñar a los niños a hacerlo.

Grandes de la tecnología como Bill Gates, Mark Zuckerberg o Jeff Bezos le ayudaron al iraní a hacer un vídeo que se lanzó en Facebook y que produjo más de 15.000 llamadas de colegios y profesores para saber cómo llevar esa programación a las aulas. El vídeo fue el germen de Code , que lanzaron los dos hermanos iraníes en 2013, «la plataforma más importante del mundo para el aprendizaje de la programación tanto para niños como para profesores », asegura la narradora de la historia y responsable de alianzas internacionales de Code para Europa, Medio Oriente y África, Elena Gorostiza.

Code cuenta con más de 400 horas de programación que se imparten en vídeo y donde se enseñan los principios generales para hacerlo, es decir, no se necesita tener conocimientos previos . Está en más de 67 idiomas y uno de sus mayores orgullos es la llamada 'Hora del Código', un taller en el que en una hora «quitamos los miedos para poder empezar a programar y demostramos que puede resultar fácil y divertido», narra Gorostiza y recuerda que Sus Majestades Los Reyes asistieron a estos talleres .

Desde Code defienden que es fundamental introducir la programación en las aulas desde que los niños son pequeños. Dicen que es tan importante como estudiar Matemáticas o Biología aunque ninguna vaya a ser la carrera del futuro. «Es la lengua de las máquinas y estamos rodeados de máquinas, en permanente interacción con ellas: nos comunicamos, compramos, vendemos, pedimos un taxi....Todo lo hacemos con máquinas y por eso es importantísimo que los niños estudien programación desde pequeñitos porque si no mañana no se van a poder desenvolver en la vida», argumenta Gorostiza.

Y, lo que es peor, les espera un futuro sin empleo. «Si sabemos que van a desaparecer trabajos, y que surgirán nuevos que ni siquiera conocemos y que están vinculados con la tecnología, es importante que nuestros hijos estén vinculados a ella. Da igual si son cocineros, arquitectos, jefes de obra, administrativos o filósofos : si saben tecnología su proyección de trabajo va a ser mayor». Además, –prosigue Gorostiza–se gana el poder de crear. «Sabemos que la cuarta revolución industrial es la de los software: si tienes una idea y sabes programar puedes llevarla a cabo». Así empezaron muchos de los creadores de imperios de la tecnología como el cofundador de Apple, Steve Wozniak, Zuckerberg o Bill Gates .

Un estudio publicado en la revista 'Computers and Education' señala que a la vez que los estudiantes aprenden a codificar incorporan otras habilidades que van más allá de la programación como la resolución de problemas matemáticos , pensamiento crítico, habilidades sociales, autogestión y habilidades académicas.

Parecen sobrar los motivos para que la programación se convierta en una asignatura obligatoria en los centros en nuestro país en todas las etapas, que es lo que reclama Code. Ocurre en Estados Unidos, donde Obama lo hizo realidad para los niños de Primaria y Secundaria. En España, de momento, desde Code consiguieron declaraciones de intenciones, tanto de la exministra de Educación, Isabel Celaá , como de la actual, Pilar Alegría.

El problema es que hay poco en el papel o, al menos a Code no le parece suficiente. Actualmente, en Educación Primaria se hace referencia a la importancia de la competencia digital (la cual aparece en todas las etapas). Con ella, el alumno «se inicia en el desarrollo de soluciones digitales sencillas y sostenibles (reutilización de materiales tecnológicos, programación informática por bloques, robótica educativa…) para resolver problemas concretos o retos propuestos de manera creativa, solicitando ayuda en caso necesario», señala el real decreto de enseñanzas mínimas de Primaria. En el caso de Secundaria es obligatorio cursar la materia Tecnología y Digitalización en alguno de los tres primeros cursos (esta materia tiene un bloque llamado «Pensamiento computacional, programación y robótica»), mientras que Digitalización y Tecnología (por separado) son asignaturas optativas en cuarto. Esta última pone mucho hincapié en el pensamiento computacional.

Mientras la programación no empape el sistema educativo, Code sigue en marcha con su formación para paliar ese 'vacío' . Pero no solo para alumnos, sino también para los docentes, quienes son el vehículo para llegar a los primeros y, además, también necesitan formación en un área poco potenciada en España. Cristina Valle , de 21 años, y a punto de graduarse en Magisterio, forma parte del programa Generación Docentes de la Fundación Princesa de Girona (que trabaja con Code) y que ofrece una estancia de cuatro meses de prácticas en una escuela rural de referencia (en Extremadura, Aragón o Galicia) donde da clase a niños de Primaria y a los que enseña, entre otras cosas, a programar. Valle está ahora mismo en Peñalba, un pueblo de Huesca. También ha dado clase a niños y adolescentes a través de los talleres de Code.

«He recibido una respuesta muy positiva de los alumnos; programar les encanta y les ayuda a desarrollarse en otros aspectos de su vida. Además, las actividades se abordan desde cosas que les interesan a los jóvenes. Por ejemplo, se utiliza Minecraft, Frozen, Star wars...cosas que conocen todos », relata esta docente.

La falta de programación es más notoria en España en la etapa de Bachillerato, donde no aparece en ninguna de las materias comunes ni de primero ni de segundo. La materia Tecnología e Ingeniería solo se ofrece en la modalidad de Ciencias y Tecnología .

Tal y como denunció ABC, fue el Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno, el que manifestó a Educación sus dudas sobre si esta etapa preparaba a los alumnos para salir al mercado laboral . En la memoria de impacto del real decreto Bachillerato, tal como informó este periódico, Educación dice que el texto « no tiene efectos significativos sobre la economía en general », algo que preocupa al CE. Tal y como recuerda el órgano consultivo, el alumnado de Bachillerato está en edad de trabajar. Sin embargo, el ministerio se limita a señalar que ha analizado el impacto de la norma sobre los precios, la productividad, el empleo, las pymes, la innovación, los consumidores y la economía, «'y este ha resultado ser nulo'», cita el Consejo de Estado en su dictamen.

Lo mismo ocurre, prosigue el CE, en cuanto a los efectos sobre la competencia del mercado. Esto también le preocupa al Consejo, que insta al Gobierno a analizar los efectos de la norma «en la economía en cuanto la falta de ajuste o no de esta regulación con las necesidades del tejido productivo». Y añade que también vele por que «las modalidades reguladas para sus correspondientes itinerarios universitarios posteriores verdaderamente se corresponden con una oferta formativa de calidad, actualizada y adecuada a las necesidades del mercado laboral ».