Los riesgos de hacer tareas secundarias mientras se conduce con miopía, hipermetropía o astigmatismo

Por ello, cuando el conductor presenta algún tipo de anomalía en la visión -nada fuera de lo normal, algo como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo-conviene extremar la precaución.

Así se infiere de un reciente estudio elaborado por las Universidades de Granada y Murcia. El Departamento | Laboratorio de Óptica centró su objeto de análisis en la visión periférica, o mejor dicho, la zona que queda alrededor del punto concreto en el que enfocan los ojos, el que queremos mirar. Aunque no ofrece los detalles concretos de la visión central, la periférica también aporta información que, en el contexto de un viaje en carretera o un trayecto por la ciudad, pueden marcar la diferencia. Por ello, cuando lo que se percibe es un emborronamiento en esta parte más externa de la imagen que recoge el ojo, nos estamos quedando sin valiosos estímulos.

Si bien lo habitual es que el conductor con estas mermas utilice gafas o lentillas graduadas, el problema viene cuando se entrelaza una tarea secundaria. Ya sea prestar atención a una señal de tráfico o a las indicaciones visuales del GPS, la vista cambia el enfoque de manera brusca.

La revista de la Dirección General de Tráfico (DGT), que también se ha hecho eco del estudio, resalta que «los resultados reflejaron un deterioro de la agudeza visual (capacidad para distinguir detalles) y de la sensibilidad al contraste (capacidad para distinguir contraste claro-oscuro) con los distintos desenfoques, especialmente para los niveles más altos de desenfoque de miopía e hipermetropía y para el astigmatismo».

Para llegar a tales conclusiones se empleó un simulador de conducción en el que los participantes portaban gafas con visión central nítida y visión periférica borrosa. A la hora de introducir necesidades secundarias, como puede ser la gestión de un dispositivo táctil -debidamente sujeto con un dispositivo exprofeso, eso sí-, la manera de conducir empeoraba.

Por ello, quienes padezcan miopía, hipermetropía y astigmatismo con afectación en la visión periférica deben evitar este tipo de reacciones o gestos para minimizar los riesgos.