¿Tu odontólogo te ha derivado al logopeda? Este es el motivo

En primer lugar, la experta en logopedia detalla que los factores que determinan esta relación son dos: el anatómico, ya que la boca es a la vez el órgano de la masticación y del habla; y otro funcional, ya que existe una estrecha relación entre la morfología de la boca y las funciones que en ella se realizan.

Hermoso señala que, en muchas ocasiones, para que el tratamiento ortodóncico tenga éxito se hace indispensable la participación del logopeda para modificar o restaurar un correcto desempeño de la función respiratoria, la masticación, la deglución y el habla.

El objetivo del logopeda es corregir los desequilibrios musculares y restablecer las funciones orofaciales a través de la terapia miofuncional, para favorecer el crecimiento del sistema estomatognático, proporcionar un correcto desarrollo de las funciones orofaciales y evitar recidivas del tratamiento ortodóncico para que su efecto sea duradero.

Según Irene Hermoso, logopeda del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, este tipo de tratamiento se hace indispensable cuando se detecta:

- Deglución disfuncional. Consiste en la colocación inadecuada de la lengua en el momento de tragar el alimento. La lengua presiona contra los incisivos superiores o inferiores durante la deglución. La consecuencia es que los dientes se desplazan hacia delante causando maloclusiones, considerando muchas veces necesario un tratamiento de ortodoncia. Es entonces cuando se inicia una colaboración entre el ortodoncista y el logopeda.

- Maloclusiones. Presencia de desviaciones intra o intermaxilares, de los dientes, de las arcadas o ambas. Existen varios tipos de maloclusiones. Las más frecuentes son la mordida abierta, sobremordida o mordida cruzada uni o bilateral.

- Respiración oral. Se habla de respiración oral cuando el paciente, de forma espontánea, ventila por la boca en vez de realizarlo por las fosas nasales durante la mayor parte del tiempo. Cuando estamos dormidos o callados la respiración debe ser nasal, para filtrar, humidificar y calentar el aire y que éste llegue en condiciones óptimas a los pulmones. La respiración oral altera el sistema estomatognático causando: paladar ojival, hipotonicidad de la musculatura orofacial, deglución disfuncional, ronquido y apnea del sueño, entre otros.

- Succión digital, labial y del chupete. La succión digital, labial o el uso prolongado de chupete es un mal habito oral que se adquiere en la infancia. Según la presión, frecuencia y duración en el tiempo, este mal hábito puede provocar: maloclusión dentaria, deformación y elevación del paladar, deglución disfuncional, respiración oral y alteraciones en la articulación del lenguaje, como por ejemplo sigmatismo.

- Bruxismo. El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes causando disfunción de la articulación temporo-mandibular (ATM). Como consecuencia de este problema, pueden darse otros trastornos: desviación de la mandíbula hacia un costado, lengua retraída y rígida, dolor facial, a veces en los temporales, en el complejo de cuello y hombros; la persistencia puede ocasionar desgaste de piezas dentarias o desarrollo exagerado del músculo masetero (masticatorio).

Hermoso insiste en la importancia de acudir a un especialista cuando se sospeche algún indicio de las afecciones indicadas anteriormente. En este sentido, recuerda que el Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz cuenta con un servicio de logopedia con una amplia trayectoria y especialización en esta área.