María José Ortiz, la sonrisa contra el cáncer: «Los pacientes nos dan lecciones»

María José Ortiz es una doctora luchadora que dirige el Área de Oncología Radioterápica en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla . Recientemente ha sido nombrada presidenta de la Sociedad Andaluza de Cancerología, un organismo que aglutina a profesionales médicos de todas las especialidades que luchan por ganarle la partida a esta enfermedad.

Desde 2003 ocupa el cargo que desempeña en la actualidad en este hospital sevillano, donde gestiona los recursos disponibles , coordina a los profesionales que trabajan en este área y siempre teniendo entre ceja y ceja la necesidad de avanzar en el mundo de la investigación, un aspecto fundamental para ir poco a poco ganando la batalla a la enfermedad .

Bajo su auspicio han comenzado su andadura seis proyectos de investigación y también han salido adelante algunas patentes que han servido para mejorar los tratamientos a los pacientes.

María José Ortiz llegó al mundo de la Medicina casi por casualidad, siguiendo el ejemplo de su hermana Elisa que se había matriculado en la carrera. Cuando terminó COU no tenía muy claro hacia donde dirigir su futuro profesional, barajando incluso estudiar arquitectura, pero tras acudir durante un año como oyente a las clases de la Facultad de Medicina , esta materia la terminó enamorando.

A pesar de que su tesis se centró en el sector de la medicina del trabajo, su fuerte interés por la técnica de las radiaciones le hizo inclinarse por la Oncología Radioterápica . Su primer destino fue el hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde trabajó durante cinco años, hasta que ya consiguió el traslado a Sevilla.

No todo es sombrío en esta zona del Hospital donde los sentimientos se encuentran a flor de piel. En la actualidad, el 50% de los enfermos de cáncer terminan recuperándose, y los tratamientos que se dispensan en el área que dirige María José Ortiz son fundamentales a la hora de ofrecer una buena calidad de vida a los pacientes.

Ella, alegre y optimista por naturaleza, disfruta con su trabajo, al asegurar que «es un privilegio poder convivir día a día con muchos de nuestros pacientes, porque nos dan auténticas lecciones de vida. Es una satisfacción encontrarte con pacientes que en su día tuvieron cáncer cuando eran niños y en la actualidad se han curado e incluso han sido padres».

La doctora utrerana piensa que la sociedad está cambiando y la palabra «cáncer» está dejando de ser una palabra «tabú» y que en los últimos años se está avanzando en buena lid para considerar el cáncer como una enfermedad más. Eso sí, con sus características especiales, por lo que demanda que «no le podemos dar la espalda, la sociedad tiene que tener muy clara la necesidad de la investigación, porque el cáncer es la enfermedad de nuestro siglo».