Un espectacular incendio calcina la planta superior de la emblemática «Confitería Cordero» de Utrera

El incendio sólo ha causado daños materiales, mientras que las fuerzas de seguridad no han podido todavía determinar el origen de esta imponente columna de fuego que salía del balcón de la primera planta que se levanta justo arriba de la confitería. En cualquier caso, el suceso ha originado que el local de la confitería no pueda ser utilizado durante el fin de semana, por lo que rápidamente el Ayuntamiento ha reaccionado, cediendo de manera temporal a la confitería el famoso «Quiosco Rosita» , que se encuentra en la propia plaza de la Constitución, casi enfrente de la propia Confitería. Así, a lo largo de todo el fin de semana -el momento de la semana en el que las confiterías de Utrera se encuentran a rebosar y personas de toda la provincia vienen a disfrutar de su famosa repostería-, puedan atender a todos sus clientes en este enclave.

El fuego ha llevado a cabo importantes destrozos en la primera planta del inmueble, lugar en el que se ubican las oficinas de la confitería y también un almacen. El buen trabajo realizado por los bomberos ha sido clave para que no se haya propagado el incendio a la planta baja del establecimiento. De la misma manera la hora a la que ha tenido lugar el suceso -en la que ya las instalaciones de la confitería estaban cerradas-, ha permitido que no haya que lamentar daños personales.

Una vez que la noticia corría por Utrera se ha levantado una tremenda ola de apoyos a esta confitería que es uno de los establecimientos más queridos de toda la localidad, que destaca por sus famosas «lenguas de nata», sus brazos de gitano y por sus inconfundibles bolsas rosas. Entre las reacciones destaca la del alcalde de Utrera , José María Villalobos, quien ha querido mandar un «mensaje de apoyo y ánimo a todas las personas que forman parte del negocio de Confiteria Cordero que han vivido un día muy difícil, duro y triste. Espero que se recuperen pronto y que pronto podamos ir a comprar lenguas de nata».