Investigan el incendio de una narcolancha en Camas junto a la SE-30 y el río Guadalquivir

La lancha salió ardiendo junto con los dos motores y el carro que sirve para transportarla por carretera. El incendio fue sofocado con el uso de espuma, según informó el servicio contraincendios del Aljarafe a través de su cuenta de twitter. Horas después, los bomberos volvieron a acudir a la zona porque la Policía Nacional había acudido al lugar para inspeccionar la narcolancha y comprobaron que había bidones de combustible , que fueron retirados.

Desde la Policía confirman a ABC que se ha abierto una investigación que por ahora cuenta con muy pocos indicios porque no hay denuncia ni ningún testigo de lo ocurrido. Todo apunta a que se trata de una narcolacha porque es el mismo modelo que las que cruzan el Estrecho y remontan el río Guadalquivir cargadas con droga. Lo llamativo de este caso es el punto donde ha sido encontrada, a bastante distancia de las zonas habituales de descarga en Coria, la Puebla del Río, Isla Mayor o Lebrija; municipios muy castigados por los traficantes debido a su situación geográfica junto al Guadalquivir.

El año pasado, la Guardia Civil localizó otra narcolancha que había sido abandonada en el río . Los agentes la avistaron cuando se encontraba muy cerca de la esclusa. La nave no estaba del todo vacía; en el interior había víveres, un arma de fuego y bidones de combustible. Presentaba daños en sus elementos de flotabilidad y un golpe en la proa, lo que hacía pensar que la abandonaron a la deriva porque no podían seguir navegando con ella.

Eso ocurrió en septiembre. Pero meses antes, en marzo, cuando el país se encontraba confinado, la Policía Local de Coria del Río también tenía que sacar una lancha del Guadalquivir . Un aviso alertó de que la embarcación se encontraba a la deriva y fue necesario remolcarla con ayuda de la barcaza de Transporte Fluviales que comunica las dos márgenes del río. Al igual que la nave que ha salido ardiendo en Camas, la narcolancha no tenía droga pero sí bidones de combustible , evidenciando además que la pandemia no había frenado la actividad de los traficantes.

Este tipo de embarcaciones, también llamadas planeadoras, están prohibidas desde 2018, cuando el Gobierno firmó un Real Decreto justificado en la urgencia de adoptar una medida que complicara aún más la labor de los narcos. Con la ley en la mano, esas lanchas pueden ser intervenidas aunque no estén implicadas en una actividad delictiva. Pero lo cierto es que a pesar de la prohibición, este tipo de embarcaciones siguen cubriendo la ruta entre el norte de África y el sur de España a altísima velocidad, esquivando a las embarcaciones de la Guardia Civil y poniendo en serio aprieto a los medios aéreos de Vigilancia Aduanera. Hace menos de una semana, ese cuerpo dependiente de la Agencia Tributaria, tenía que despedir a uno de sus integrantes que murió tras accidentarse el helicóptero que perseguía a una narcolancha en el Estrecho.