Sánchez Gordillo, el alcalde jornalero que duró más tiempo que Franco
El líder de Marinaleda, que llevaba tiempo sin ejercer, dice adiós a los 74 años
En la memoria quedan las tomas de fincas, los robos en Mercadona o sus peculiares juramentos en el Parlamento
Sánchez Gordillo no se presentará a las elecciones tras 44 años como alcalde de Marinaleda
Sevilla
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Iniciar sesiónCuando Juan Manuel Sánchez Gordillo llegó a la Alcaldía de Marinaleda tenía 30 años. Corría el año 1979 y el joven se alzaba con el bastón de mando en las primeras elecciones tras la dictadura franquista. Hoy, 44 años después, el líder jornalero (Aguadulce ... 1949), se ve abocado a dejar la Alcaldía.
A sus 74 años, tras haber sufrido varios achaques de salud (entre ellos un ictus y algún que otro episodio de gravedad) parece finalizar su larga etapa política que ha durado más que la de Franco. Concretamente 44 años son los que ha estado al frente de la Alcaldía de la localidad sevillana.
Pero seguramente Sánchez Gordillo se marcha muy a su pesar. Porque aunque Izquierda Unida confirmaba ayer a Europa Press que el líder jornalero de la Candidatura Unitaria de Trabajadores, CUT, no será candidato en las próximas elecciones del 28-M, desde el entorno del propio Sánchez Gordillo, se empeñaban en asegurar que ellos no habían dado la noticia y que aún se encuentran «en un debate interno». Lo único que dejaban claro es que Sánchez Gordillo no concurrirá en ninguna lista independiente.
La inminente marcha de Sánchez Gordillo era un secreto a voces puesto que su ausencia del Ayuntamiento, presidido por una foto de su «ídolo» el Che Guevara, era un hecho desde hace varios años. En los últimos tiempos sólo acudía a algún pleno y el gobierno estaba en manos del teniente de alcalde. Además, los resultados de las ultimas elecciones también parecían señalarle la puerta de salida: en 2019 sólo le sacó 44 votos a la candidata de Avanza Marinaleda, Cristina Martín.
Una especie de mesías
Por ello la retirada estaba cantada hace tiempo. En la memoria quedan los tiempos en los que Sánchez Gordillo era todo un líder jornalero con carisma y capaz de arrastrar tras de sí un grupo de seguidores que le seguían como a una especie de mesías. Con ellos tomaba fincas y grandes tierras, asaltaba supermercados, hacía huelgas de hambre o incluso cortaba las vías del tren AVE, se metía en las oficinas de un banco o se colaba en las oficinas de la RTVA si consideraba que venía a cuento para su «lucha obrera».
Con el Sindicato Andaluz de Trabajadores y el Sindicato de Obreros del Campo, el alcalde, que tenía incluida a Marinaleda en la «Red de Municipios de la Tercera República» con la bandera tricolor colgando del Ayuntamiento, Gordillo dio grandes titulares y alcanzó una gran notoriedad.
En la memoria queda cuando se atrevió a tomar una de las fincas de la Duquesa de Alba o la que Mario Conde tenía en Castilblanco de los Arroyos junto a varios centenares de jornaleros. Aquella «toma» dio mucho juego. Sobre todo porque el mismísimo Conde, entonces aún un potente banquero antes de que el caso Banesto le enviara a la cárcel, salió a conversar con el alcalde. Para la historia quedará aquella foto de un engominado Conde conversando con el líder jornalero y pidiéndole a algunos de ellos que le dejaran probar su tortilla.
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Durante su trayectoria Sánchez Gordillo siempre ha dejado patente que no le gusta dejar los cargos políticos. No en vano tuvo que ser obligado a abandonar el escaño que tuvo durante años en el Parlamento de Andalucía y que era incompatible con el cargo de alcalde después de que la cámara autónoma aprobara una norma para evitar la duplicidad de cargos. Pues bien el alcalde se resistió y no dejó Las Cinco Llagas hasta ser obligado.
Fue una marcha que hizo que en el Parlamento no se volvieran a escuchar sus peculiares juramentos. Y es que las tomas de posesión del alcalde siempre daban juego: «Por las criaturas humanas, la utopía y la insumisión», dijo al tomar posesión en una ocasión. Sánchez Gordillo, el político que seguía vistiendo vaqueros, camisa de cuadros y zapatillas de deporte y que dio hace un tiempo su propia profecía asegurando que «Podemos desaparecerá», pasará en unos meses a formar parte de la historia de Marinaleda.
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