Muere Gina, la chimpancé sevillana de MundoPark que «era demasiado humana»

Por eso, estos días lo está «pasando muy mal», puesto que ha fallecido a los 24 años Gina, una chimpancé que era el gran atractivo del recinto zoológico para los visitantes. «Era como una hija para mí, siento tanto su pérdida que apenas me deja dormir estos días. Siempre la tendré en mi recuerdo. Mi dolor es muy grande», explica Malpartida.

«Era muy especial. Teníamos una conexión que nunca he tenido con otro animal y eso que llevo toda mi vida recogiendo animales», detalla el director del parque, quien recuerda que Gina «tenía detalles conmigo de un ser humano; para ella yo tendría que ser el Antonio Banderas de turno porque estaba enamorada de mí. Me pasaba la mano por la cabeza, nos bañábamos juntos, le daba de comer... Nada más entrar en su recinto, ya adivinaba lo que le pasaba».

Gina ha muerto este verano de una enfermedad congénita, como asegura Malpartida, puesto que «su madre murió a los 16 años y su hermana a los 19. Ella ha aguantado hasta los 24 si bien ya desde hace seis años la empecé a notar diferente. Sabía que le pasaba algo. Un chimpancé normal puede vivir hasta 50 años. Los últimos días han sido muy duros, pero sé que no ha sufrido. Murió en mis brazos».

Este primate tan «especial y casi humano» nació en Madrid y Malpartida, que es natural de Olvera, se la trajo para Guillena «cuando tenía unos doce años. En Madrid convivieron los tres, la madre, ella y su hermana». A la madre del chimpancé la recogió Juan Luis Malpartida «de un circo tras haber sufrido el ataque de un león que la destrozó y la criamos en nuestra finca».

Cuando se le pregunta por algunas anécdotas o momentos vividos que guarda en su recuerdo, Malpartida, que se define como «una persona de familia rica con vocación de pobre, señala «que son muchísimos. Era una caja de sorpresa. Algunas mañanas que yo no podía llevarle el desayuno, le ponían por el altavoz mi voz para que comiera. Luego llegaba yo y tenía que engañarla. Era demasiado humana».

A pesar de esa 'humanidad' que mostraba Gina, el director general de MundoPark advierte que «los chimpancés son muy peligrosos, más fuertes incluso que los gorilas. Y son peligrosos porque son los más parecidos a los humanos, teniendo una fuerza de veinte personas juntas. Aun así, Gina no ha mostrado esa peligrosidad que lleva en su ADN».

«Ella era especial y como mamífero omnívoro que es, comía de todo. Un día le llevaba para desayunar un Cola Cao con cereales y al día siguiente si le llevaba lo mismo se enfadaba y no se lo comía porque no quería repetir, entonces le llevaba un zumo con magdalenas o unas tostadas con mantequilla, aceite y azúcar. Cada día comía diferente con respecto a la jornada anterior», concreta Malpartida. «Además, si un día los cuidadores le llevaba una manzana que estuviera un poco podrida se las tiraba», puntualiza.

Malpartida recuerda una vez que gracias a Gina, un niño con autismo recuperó el habla. «Sus padres lo trajeron un día al parque y el chico no se quería ir del lado de la chimpancé. Sus padres insistían en marcharse ya pero el niño, que llevaba bastante años sin hablar, no decía nada y solo mostraba interés en quedarse más tiempo. Hasta que lo agarraron del brazo y se lo llevaron a la fuerza. Entonces todos nos sorprendimos porque de su boca salió la frase, 'yo con Gina'».

Y para recordarla, Malpartida adelanta que el espacio donde ella se ha criado en MundoPark «lo vamos a convertir en un santuario, que puede ser visitado para que vean sus mantas, sus juguetes y además vamos a pintar un mural precioso en su honor. Al mismo tiempo estamos planteando la posibilidad de levantar una estatua que colocaríamos a la entrada del parque».