Mata a su madre en Brenes y se entrega en el cuartel de la Guardia Civil

Hasta el puesto de mando de Brenes se han trasladado rápidamente agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil para asumir la investigación, bajo secreto y de la que trascendieron pocos detalles de este trágico suceso que ha ocurrido en una vivienda del centro del municipio, donde residía la víctima desde hace unos veinte años.

El presunto parricida confesó los agentes que mató a su madre, de unos cincuenta años, el pasado miércoles, aunque la data exacta de la muerte la tendrá que determinar los forenses en la autopsia o estudios correspondientes.

La víctima llevaba unos veinte años viviendo en ese piso tras llegar a Brenes, donde a pesar de no ser natural de allí era muy conocida. El Ayuntamiento ha decretado un día de luto tras mostrar en una publicación su «consternación» por este asesinato.

La víctima trabajaba habitualmente cuidando a personas mayores, aunque en las últimas semanas había conseguido otro trabajo. Según ha podido conocer este periódico, el detenido vivía con su padre y acudía a ver su madre de vez en cuando. La última vez que los vecinos vieron a la víctima, que se llamaba Miriam, fue el pasado miércoles sobre las tres de la tarde en el cercano bar Rienda tomando una cerveza y una tapa. Precisamente ese fue el día, según la confesión del hijo, que fue asesinada.

Los habituales de dicho establecimiento han trasladado a ABC su «sorpresa» ante lo sucedido. «Han venido los guardias civiles y el muchacho ha salido llorando», han relatado en el bar, donde han indicado que la víctima tenía nacionalidad brasileña, al menos, así lo decía ella misma. El padre del joven sí es de nacionalidad española.

Hasta la calle José Fernández Vega se han desplazado miembros de la Policía Judicial de la Guardia Civil para realizar la inspección ocular de la vivienda, ubicada en la primera planta del número 57 de la citada vía. Allí, donde a mediodía de este viernes aún permanecía el cadáver de la mujer tumbada en su cama, trataban de recoger todas las pruebas e indicios posibles para esclarecer este nuevo crimen en la provincia de Sevilla, que desde el 1 de septiembre acumulan seis asesinatos, uno de ellos doble.

Pasadas las dos de la tarde se ha procedido al levantamiento del cadáver, siendo trasladado por operarios de Tanatorio Nervión al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forense para que se le practique la autopsia. El cuerpo de Miriam presenta un fuerte golpe en la cara con un objeto por determinar.

Minutos después, sobre en torno a las dos y media, un coche patrulla ha llegado a la calle con el joven detenido en su interior. Ha sido trasladado al interior del domicilio de la madre. Unos diez minutos después ha vuelto a salir escoltado, esposado, cabizbajo, con mascarilla sanitaria y cubierto con una sudadera con capucha, pese a que ya a esa hora castigaba el sol y el calor. A continuación también abandonaba la calle José Fernández Vega la comisión judicial.

Este crimen vuelve a remover el ambiente de este pequeño municipio de la comarca de La Vega del Guadalquivir, que este año 2025 ha tenido que pasar tres veces por la conmoción que supone entre los vecinos una muerte violenta.

En febrero un hombre mató a una mujer de origen brasileña con dos niños de cuatro y dos años. Como relató su expareja y padre de uno de sus hijos a este periódico, la víctima ejercía la prostitución y ese podría ser el vínculo con su asesino. Miriam, la tercera víctima de Brenes en un año también sería de nacionalidad brasileña. Cuatro meses más tarde, en junio, un hombre de unos cuarenta años acabó con la vida de un joven apuñalado tras una discusión.