El SOS de un jugador sevillano en la élite del vóley playa: «No cubro ni el 30% de mis gastos»

Definitivamente, escuchando historias como la de Antonio M. Saucedo Amodeo, la conclusión es que España no cuida a la élite del deporte nacional, como igualmente ocurre en otras áreas en las que los jóvenes destacan por alguna razón.

Detrás de cada logro conseguido por el arahalense hay, no sólo un esfuerzo físico y mental, sino años de entrenamiento, vivir desde la adolescencia lejos de su casa, madurar a marchas forzadas. También está su padre, Antonio Manuel Saucedo García, jugador del emblemático Club Voleibol Arahal, que llegó a División de Honor en la temporada 92/93, donde estuvo cinco temporadas. En la actualidad, sigue entrenando a jóvenes y lleva con orgullo ser el equipo andaluz con mejores resultados, la mayor parte con la marca del hijo que muestra para justificar lo bien empleadas que están las aportaciones de los patrocinadores.

Porque cada temporada, Antonio padre llama a la puerta de empresas del entorno, habla con administraciones, busca subvenciones con el objetivo de que el club y su hijo sigan adelante con una carrera deportiva para la que venía genéticamente predispuesto. El club arahalense se convirtió en cantera de grandes jugadores de voleibol nacional. Del mismo lugar salió también su tío, Gustavo Saucedo, que llegó a jugar durante años en la máxima categoría del voleibol del país, la selección española de este deporte.

Resumiendo mucho la carrera deportiva de Antonio M. Saucedo, en la década que lleva dedicado a este deporte, tiene en su palmarés 15 campeonatos de España en todas sus categorías. Entre otros logros, ha sido una vez subcampeón de España en categoría Absoluta de Vóley Playa, tres veces campeón de España Universitario, uno de voleibol pista y dos de vóley playa, tres veces Subcampeón nacional (categorías inferiores), una vez quedó tercer clasificado nacional también en categorías inferiores, 4º de Europa sub 18 (en Austria) y 5º de Europa sub 22 (en Turquía).

A su edad ha representado a España y a su tierra en competiciones celebradas en Italia, Turquía, Letonia, Austria, Rumanía, Suecia, Bélgica, República Checa, países a los que ha viajado antes de los 18 años.

En esta nueva etapa que empieza en septiembre, cuando ya se ha decidido definitivamente por competir en el vóley playa (antes lo ha estado alternando con el voleibol en pista), tiene pensión completa en el centro murciano y una pequeña beca de la Federación Española a la que representa. Y asegura, que «con este dinero no cubro ni el 30 por ciento de los gastos, puede que no llegue a enero».

Él y su compañero forman la única pareja andaluza que compiten en el circuito nacional de este deporte, y él es el único sevillano. «No pido dinero por lo que he hecho, sino por lo que voy a representar: competir no sólo a nivel nacional, sino internacional», dice el joven arahalense.

Tiene por delante un circuito de 15 torneos como mínimo. Para empezar en buena forma ha vuelto con su familia a Arahal durante unos días. Y cada tarde, junto con su compañero, entrena bajo la supervisión de su padre en una pequeña pista de arena del colegio El Ruedo, donde se inició su historia con este deporte, y en la del Complejo Deportivo La Venta.

Y ha empezado a contar su situación a los responsables de la administración más cercana, el Ayuntamiento de Arahal que, hasta ahora, sólo ha colaborado con una pequeña subvención al año. Pero en estos días lo intentará con la Diputación Provincial y la Junta de Andalucía. «Voy a llevar el nombre de la administración por toda España y fuera», destaca para hacer una llamada de atención sobre la promoción que suponen sus logros, fruto de un gran esfuerzo.

Apenas andaba Antonio M. cuando su madre, Angelines, lo llevaba de la mano a cada partido en el que jugaban sus dos referentes, padre y tío. Y pronto empezaron a verle cualidades para este deporte. «La acción más difícil en el voleibol es el remate, saltar y rematar y él lo hacía con tres años», hay fotos que lo demuestran.

El jugador tiene dos claros recuerdos de entonces. «Tengo en la mente al equipo senior de Arahal con camisetas azules y una publicidad de Montaisa en el pabellón a dónde llegaba con mi madre de la mano de casa de mi abuela». Tampoco puede olvidar los partidos de la selección española de voleibol en la que jugaba su tío. «Los veía en casa de mi abuelo», cuenta.

Antonio Manuel Saucedo hijo mide 1,89 y verlo jugar es un auténtico espectáculo. Aunque él asegura que hay un antes y un después de la grave lesión de rodilla que sufrió hace tres años, en noviembre del 2021, tenía 19 años . «Hasta ese momento para mi jugar al voleibol era como comer o dormir no me suponía esfuerzo, a partir de entonces, sí. Antes me enfrentaba a un campeonato sin pensarlo, llegaba a hacer lo que sabía, ahora es diferente».

El padre, que lo conoce muy bien porque ha sido siempre su entrenador, dice que «ha madurado, antes no tenía control, era un caballo desbocado. Si tenía una competición, iba a correr de noche o jugar al pádel y yo le reñía porque podría lesionarse». Pero sabe porque entiende, no sólo porque le tira la sangre, que el joven «tiene mucho talento, ha sido listo, ha ocupado siempre un espacio mayor que cualquier otro jugador, dominaba la orientación en el campo».

Ahora ha llegado a una etapa de madurez que demuestra su propia reflexión: «me he dado cuenta que el entrenamiento no es sólo físico, también psicológico, antes llegaba a un partido y no valoraba la situación, era arrogante y quizás valiente, esto lo he perdido, ahora lo pienso todo».

Aún así, está dispuesto a pelear por cada mate de partido. Junto con su compañero, son las promesas del vóleyplaya a nivel nacional. Tiene sólo por delante a una pareja de jugadores canarios, los hermanos Huerta. De momento, sólo ellos alcanzan el nivel para sustituirlos y reclaman el mismo apoyo a la Junta de Andalucía. «El Gobierno canario los patrocina desde hace años», gracias a esto se han podido mantener en la élite y representar a Canarias por todo el mundo.

El tiempo corre en su contra, septiembre está a la vuelta de la esquina. De ahí que su mensaje suena desesperado. Forman la única pareja andaluza en el circuito nacional y Antonio Manuel Saucedo es el único sevillano que ha representado a la ciudad en todas las categorías de la Selección Española. Más justificación ya no cabe.