El PSOE de Albaida del Aljarafe compró votos a cambio de empleos en el Ayuntamiento

José Antonio Gelo es alcalde desde 2011, sustituyendo en el cargo a la socialista Soledad Cabezón, exdiputada en el Congreso y exparlamentaria europea. Ambos están investigados por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Sanlúcar la Mayor, donde cayó la investigación de los hechos que denunció Izquierda Unida ante la Fiscalía en octubre de 2019, que podrían ser constitutivos de delitos electoral, suplantación de personalidad, falsedad documental, prevaricación administrativa, negociaciones prohibidas a funcionarios, abusos en el ejercicio de su función, organización o grupo criminal.

La formación de izquierda ponía el foco un posible fraude en el voto por correo, que subió exponencialmente en aquellos comicios. Cuando la media nacional era del 3,6, en este pueblo alcanzó el 14,92%. De forma paralela, se conoce que las personas contratadas en los programas de empleo municipales desde enero de ese año habían ejercido su derecho al voto por correo, como la totalidad de trabajadores con contrato indefinido en el Ayuntamiento, como recoge la denuncia de IU a la Fiscalía, donde se habla de una trama que ejecutó un plan preconcebido y coordinado con el objetivo de conseguir «el mayor número de votos en las elecciones locales para el PSOE».

La causa, actualmente, se dirige contra José Antonio Gelo, Soledad Cabezón y seis personas más vinculadas al socialismo local, trabajadores municipales o de Correos. Según IU, J.A.R.C., militante del PSOE (llegó a formar parte de una lista electoral) y trabajador municipal, fue «la persona encargada» de controlar el censo electoral, «hasta el punto de saber la numeración en el mismo que le correspondía a cada votante».

Á.L.C., concejal del PSOE, «peinaba» el censo y facilitaba información de a quienes se les podría «tentar con promesas laborales» para que les otorgase la facultad de votar por correos por ellos. C.R.M., trabajadora de Correos y exconcejal socialista, «habría sido la encargada de recepcionar tanto las solicitudes del voto por correo de las personas que accedieron a las prácticas delictivas y los votos que otros de los denunciados (empleado de Correos), como repartidor de correspondencia, tomaba en el Ayuntamiento y llevaba a la oficina postal». Este investigado es A.G.D., quien tomaba en el Ayuntamiento las solicitudes de voto por correo y las llevaba a la oficina postal, sin necesidad de que los solicitantes tuvieran que realizar dicho trámite. La legislación electoral señala que toda la tramitación del voto por correo debe realizarse de forma personal por el ciudadano interesado.

B.D.A., trabajador municipal con contrato indefinido y afiliado socialista, era familiar de la secretaria de organización del PSOE local. Éste llamaba, según IU, telefónicamente desde el Ayuntamiento para exigir el voto a los presuntamente favorecidos con contratos laborales. Por último, G.C.M., alto cargo honorífico del PSOE local, también «exigió» votos a cambio de empleos o programas de alfabetización en el Ayuntamiento.

Para IU, el alcalde tuvo que tener una «importante participación en los hechos denunciados, ya que no pudo estar ajeno a todo lo que se urdió, programó y llevó a cabo». Así, lograron que «más de cien personas entregasen sus DNI para tramitarles sus solicitudes de voto por correo y alguien falsificó sus firmas en los documentos».

En la denuncia ante la Fiscalía la coalición de izquierda, defendida por el abogado Rubén Nebra, se exponía varios votos particulares, hasta ocho, en los que podría haber irregularidades en su tramitación. Sin embargo, el fraude lo hacen ya extensivo a más de medio centenar. Delante de la juez ya han testificado varios vecinos. Un matrimonio ha reconocido que ellos nunca votaron sin embargo sus votos estaban en las urnas. Habían falsificado sus firmas. Otro vecino reconoció que le ofrecieron un trabajo en el Ayuntamiento si firmaba por el PSOE. La juez cuestionó a otro testigo si la firma que aparecía en la documentación del voto era la suya realmente, pues difería de la del DNI. Fuentes del caso han señalado a ABC que hay decenas de votos por correo que junto a la firma aparece una 'x'. Otras irregularidades son la misma letra en distintos votos, etc.

Este asunto fue archivado por el instructor en 2020 porque los hechos no estaban acreditados suficientemente. Si bien, la Audiencia de Sevilla reordenó su apertura y la continuación de la investigación. La causa avanza muy lentamente. Lleva más de un lustro y aún tienen que declarar la mayoría de los investigados, entre ellos Gelo y Cabezón.

En las elecciones de 2019, IU se quedó a seis votos de obtener un edil. Clemente Franco, coordinador local de IU, dice a ABC que se demuestra que «el PSOE impidió que IU estuviera representado en el Ayuntamiento».