El anfiteatro de Itálica era el más grande del imperio romano tras el Coliseo

Sus palabras están recogidas durante la presentación de la exposición 'Un coloso para Itálica. Los mayores anfiteatros en época de Adriano', que permanecerá hasta febrero de 2023 en la sala de exposiciones del conjunto arqueológico, inaugurada por la directora general de Museos y Conjuntos Culturales de la Junta de Andalucía, Aurora Villalobos, y la delegada territorial de Turismo, Deportes y Cultura, Minerva Salas.

Durante la rueda de prensa, en la que también han intervenido el director de Itálica, Fernando Panea, y el propio Alejandro Jiménez, quien se ha encargado del asesoramiento científico de la muestra, se ha señalado la importancia que tuvo Itálica en época romana, especialmente en comparación con la propia Roma.

De hecho, el de Itálica es el segundo anfiteatro más grande del imperio tras el Coliseo de Roma, pero el primero si se dejan fuera los levantados en la península italiana. Con capacidad para 30.000-35.000 espectadores, casi triplicaba a los habitantes de la ciudad de Itálica en aquella época, de ahí que se explique, en palabras del propio asesor científico de la muestra, cómo el emperador Adriano quería mostrar ante el Imperio su poder ante magna edificación. «Adriano quería trasladar la monumentalidad de Roma en Itálica», resume.

Comisariada por Daniel González y Fernando Panea, la exposición cuenta con el asesoramiento científico de Alejandro Jiménez Hernández, investigador de la Universidad de Sevilla y experto en el estudio de los anfiteatros de la Bética romana, que incorpora a la muestra nuevos datos e interpretaciones de su proyecto de investigación. En concreto, y como parte del resultado de este proyecto -en el que se ha llevado a cabo un vuelo fotogramétrico con dron y un levantamiento 3D con escáner láser-, se exhibirá una reconstrucción virtual de una sección del anfiteatro italicense.

Uno de los alicientes de esta muestra, formada por varios paneles explicativos sobre los anfiteatros de Itálica, Roma, Capua y Pozzuoli, estos tres últimos en Italia, es un quinto panel donde se ve la recreación del anfiteatro sevillano gracias a la labor de investigación y científica del arqueólogo Alejandro Jiménez. Como la propio directora general de Museos de la Junta señala, «se trata de una exposición donde se muestra la potencia del anfiteatro gracias a la labor científica realizada».

Pero, ¿por qué se construye un edificio de tal envergadura? La respuesta la responde el propio Alejandro Jiménez: «Pues no se sabe a ciencia cierto, sería la pregunta del millón. Es un proyecto descomunal, fuera de escala. Hay que pensar que Adriano quiso hacer una ciudad nueva, una ciudad moderna. Era llevar lo más moderno que se conocía del imperio romano a la patria del emperador y no por un motivo de amor a la tierra, sino porque al final la dinastía estaba sustentado por el peso de los senadores de la Bética que tenían un poder político enorme en Roma porque su riqueza dependía del aceite, que por entonces era como el petróleo ahora. La Bética era la que vendía el monopolio del aceite a Roma, era como el petróleo de la época. Se podría decir que el anfiteatro estaba engrasado con el aceite de la Bética».

Otra de las incógnitas sobre la construcción del anfiteatro que pretenden resolver las investigaciones en curso, como la impulsada por Jiménez Hernández con su estudio geofísico en los anfiteatros y circos romanos de Écija e Itálica, es definir el sistema de cimentación del edificio.

La exposición podrá visitarse en la sala de exposiciones del conjunto arqueológico de Itálica hasta febrero de 2023 en horario de martes a sábado, de 9 a 18 horas, y domingos y festivos de 9 a 15 horas.