El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra pide a Emasesa una solución para las riadas en el centro

Pero, por ahora no se sabe dónde está el problema de las riadas en este entorno, por lo que el gobierno local ha pedido a Emasesa, que realizó las obras, una respuesta al motivo del problema y una solución al mismo, aunque sea necesario acometer nuevas obras. En la empresa de aguas están sorprendidos por la situación, explican desde el gobierno municipal, ya que la obra realizada estaba pensada específicamente para solventar un problema que se alarga en Alcalá desde tiempo inmemorial.

La petición la ha realizado de forma directa la alcaldesa de la ciudad, Ana Isabel Jiménez, quien ha encontrado plena disponibilidad en el consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop, para actuar lo antes posible.

Desde que finalizaron las obras ha habido dos episodios de lluvias, además de las de estos últimos días. El 22 de octubre los imbornales de la zona comenzaron a escupir gran cantidad de agua hacia el exterior , el sistema no podía desaguar oportunamente a pesar de que se había ampliado para ello. Con el segundo episodio la situación se repitió con calles convertidas en río y con el agravante de que la intensidad de la lluvia fue mucho menor y no se registró una cantidad de litros especialmente alta.

Aquí saltó la alarma y la preocupación de vecinos y comerciantes. La obra anunciada como solución definitiva no parecía tener repercusión. Ahora ha comenzado una labor de análisis de lo ocurrido. Se baraja alguna posibilidad como que una gran caja subterránea de comunicaciones dificulte la circulación de las aguas. En cualquier caso, el Ayuntamiento quiere que la cuestión quede resuelta. No en vano, el problema de las inundaciones ha sido en los últimos años uno de los caballos de batalla de la administración local, desde que en 2007 una riada provocó la muerte de dos personas, una de ellas precisamente en la calle Pérez Galdós, donde se han registrado riadas en los últimos episodios de lluvia.

La acumulación de agua en el centro se ha reducido y en la calle Nuestra Señora del Águila han dejado de verse las riadas que eran tristemente tradición en la ciudad. El tanque de tormentas construido como gran infraestructura del sistema contra las riadas entró en funcionamiento por primera vez en octubre y cumplió su cometido a la perfección, según el gobierno. Aún queda una obra para ampliar la capacidad de desagüe de las calles que llevan al centro. En Atilano de Acevedo se instalarán nuevas redes , pero aparte de ello, todo hace indicar que algún problema existe en el entorno de la Plaza del Paraíso.